58. Nuestra Escuela RECITA

NUESTRA ESCUELA RECITA POEMAS

12-14 AÑOS

MARCO SICOLÓGICO DE LOS 12-14 AÑOS

·   La memoria tiende a retener más el sentido que la letra, pero en los 12-14 años está en el ciclo de su mejor momento.

·   El entusiasmo en estos años es fácil y también la habilidad por la imitación y el gusto por la escenificación y el teatro.

·   El vocabulario puede alcanzar las 9.000 palabras a los 14 años.

·   La dispersión emocional impondrá una diversidad de motivos y de subgéneros literarios, cada vez con mayor carga cultural.

·         La naciente autonomía en su desarrollo afectivo y moral llevará al alumno a atenerse sólo a los grandes maestros asimilados e interiorizados.

·   Por otra parte, esta autonomía en flor paradójicamente la encontrará solamente buceando en la ajena de los maestros. En busca de lo propio habrá de acudir a las mejores expresiones de los clásicos.

     

DOS MUESTRAS PARA LOS 12-14 AÑOS

1. ÁLORA LA BIEN CERCADA, ROMANCE

·  Los romances viejos son populares. Han estado vivos durante muchos siglos en castillos, plazas y familias. Como los cantos rodados de los ríos se han ido depurando. Muchos se han perdido. Otros, no, y sus letras y sus melodías se han aprendido, cantado, recordado, recreado y traspasado de unos a otros, sin descanso, del Medievo a nuestros días. Aún siguen viviendo por la tradición oral y recogidos en libros.

·  Cuando has entendido un romance viejo, te gusta por lo que cuenta y porque sus versos suenan redondos y, así, fácilmente los retiene la memoria.

·  Los mayores dicen que los romances valen por lo que enseñan del ayer y por lo que avisan del mañana.

·  Desde luego es cierto que si quieres conocer la historia del pueblo español no tienes más que leer su Romancero.

·         El alma de España palpita en su Romancero. Afina tu oído.

·  La versión del romance de Álora la bien cercada la recogió Ramón Menéndez Pidal en su "Flor Nueva de Romances Viejos".

Léxico

Adelantado: entonces, jefe militar y político de una provincia fronteriza con los moros.

guarnecido: equipado, provisto, lleno.

portillo: puerta no principal de una fortificación, generalmente de dimensiones reducidas.

viérades: veríais.

adarve: camino de ronda del castillo. Parte alta por donde circulan los defensores protegidos por las almenas.

pendón: bandera militar más larga que ancha y que se usaba para distinguir cuerpos de ejéercito.

almena: cada uno de los prismas que coronan los muros de las antiguas fortalezas para resguardarse en ellas los defensores.

ballesta: máquina de guerra para arrojar piedras o saetas gruesas.

cuadrillo: arma arrojadiza de madera, que llevaba en el extremo una punta de hierro, de forma piramidal.

visera: parte del yelmo, movible, por lo común, sobre dos botones laterales para alzarla y bajarla, y con agujeros o hendiduras para ver, que cubría y defendía el rostro.

asaetárale: le dio con la saeta.

colodrillo: parte posterior de la cabeza.

maestros: aquí, médicos.

guarido: curado.

                       ÁLORA LA BIEN CERCADA

  

Álora, la bien cercada,

tú que estás en par del río,

cercote el Adelantado

una mañana en domingo,

de peones y hombres de armas

el campo bien guarnecido;

con la gran artillería

hecho te habían un portillo.

Viérades moros y moras

subir huyendo al castillo;

las moras llevan la ropa,

los moros, harina y trigo,

y las moras de quince años

llevaban el oro fino,

y los moricos pequeños

llevan la pasa y el higo.

Por encima del adarve

su pendón llevan tendido.

Allá detrás de una almena

quedado se había un morico

con una ballesta armada

y en ella puesto un cuadrillo.

En altas voces diciendo

que del real le han oído:

-¡ Tregua, tregua, Adelantado,

por tuyo se da el castillo!

Alza la visera arriba

por ver el que tal le dijo:

asaetárale a la frente,

salido le ha al colodrillo.

Sácole Pablo de rienda

y de mano Jacobillo,

estos dos que había criado

en su casa desde chicos.

Lleváronle a los maestros

por ver si será guarido;

a las primeras palabras

el testamento les dijo.

12.          MARCHA TRIUNFAL

·   Rubén Darío, nicaragüense, es una de las figuras más representativas de la poesía española y uno de sus más eficaces renovadores.

·   Su Marcha triunfal, toda ritmo, parece escrita a los acordes de una marcha wagneriana.

·   El efecto conseguido es magnífico. Externamente, en pompa y brillo, no tiene rival en toda la historia del verso castellano.

                              Léxico

Minerva: diosa de la sabiduría.

Marte: dios de la guerra.

Fama: diosa, “voz pública”, hija de la Tierra.

panoplias: colecciones de armas ordenadamente colocadas.

lauros: objetos de gloria, triunfos.

                                                           

MARCHA TRIUNFAL

¡Ya viene el cortejo!
¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines.
La espada se anuncia con vivo reflejo;
ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines.

Ya pasa, debajo los arcos ornados de blancas Minervas y Martes
los arcos triunfales en donde las Famas erigen sus largas trompetas,
la gloria solemne de los estandartes
llevados por manos robustas de heroicos atletas.
Se escucha el rüido que forman las armas de los caballeros
los frenos que mascan los fuertes caballos de guerra,
los cascos que hieren la tierra,
y los timbaleros
que el paso acompasan con ritmos marciales.
¡Tal pasan los fieros guerreros
debajo los arcos triunfales!

Los claros clarines de pronto levantan sus sones,
su canto sonoro,
su cálido coro,
que envuelve en un trueno de oro
la augusta soberbia de los pabellones.
Él dice la lucha, la herida venganza,
las ásperas crines,
los rudos penachos, la pica, la lanza,
la sangre que riega de heroicos carmines
la tierra;
los negros mastines
que azuza la muerte, que rige la guerra.

Los áureos sonidos
anuncian el advenimiento
triunfal de la Gloria;
dejando el picacho que guarda sus nidos,
tendiendo sus alas enormes al viento,
los Cóndores llegan. ¡Llegó la Victoria!

      

Ya pasa el cortejo
señala el abuelo los héroes al niño:
—ved cómo la barba del viejo
los bucles de oro circunda de armiño—.
Las bellas mujeres aprestan coronas de flores,
y bajo los pórticos vense sus rostros de rosa;
y la más hermosa
sonríe al más fiero de los vencedores.
¡Honor al que trae cautiva la extraña bandera
honor al herido y honor a los fieles
soldados que muerte encontraron por mano extranjera!
¡Clarines! ¡Laureles!

Las nobles espadas de tiempos gloriosos,
desde sus panoplias saludan las nuevas coronas y lauros:
—las viejas espadas de los granaderos, más fuertes que osos,
hermanos de aquellos lanceros que fueron centauros—.

Las trompas guerreras resuenan
  de voces los aires se llenan...
  A aquellas antiguas espadas,
  a aquellos ilustres aceros,
  que encarnan las glorias pasadas...
  ¡Y al sol que hoy alumbra las nuevas victorias ganadas
  y al héroe que guía su grupo de jóvenes fieros;
  al que ama la insignia del suelo materno,
  al que ha desafiado, ceñido el acero y el arma en la mano
los soles del rojo verano
las nieves y vientos del gélido invierno,
la noche, la escarcha
y el odio y la muerte, por ser por la patria inmortal
saludan con voces de bronce las trompas de guerra que tocan la marcha
triunfal...

Rubén Darío