LA LEYENDA DE LAS ESTRELLAS
Era una flor muy galana,
y gala del paraíso,
en ella querer Dios quiso
la hermosura soberana.
Adán se enamoró de ella,
y llamó “Felicidad”.
La amaba bien de verdad ,
para él la única bella.
Cuando el alba amanecía,
en abanico oro y grana,
y reía la mañana,
ritmo, color y armonía.
Y cuando el sol del poniente
sus fulgores apagaba,
Adán la flor adoraba,
bajando su augusta frente.
Un día fue la pasión,
tan fuerte, tan encendida,
que a la rosa preferida
dio un beso en el corazón.
Eva celosa ofreció
después la fruta maldita,
la ruina se precipita,
el bello edén se perdió.
La rosa ya fecundada,
hinchó su seno turgente,
mas no quiso su simiente
la tierra, en llanto anegada.
Un ángel tomó la flor,
en los cielos azulados
sembró sus granos dorados…
y nació aquel resplandor.
H. Nazario González Ramos
Madrid, 1940
Bilbao, 1935
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