11 LA RADIOASTRONOMÍA
Jocelyn Bell |
El conocimiento del Universo iba avanzando con la mejora de las técnicas ya sabidas y con la irrupción de otras nuevas, suficientemente desarrolladas para que aportaran nuevos horizontes a la astronomía. Entre las nuevas técnicas, se abrió paso una disciplina del ámbito astronómico: la radioastronomía.
El espectro electromagnético es muy amplio. Nosotros percibimos a través
de nuestros ojos una estrecha franja: la luz. Pero algunos aparatos creados por
el hombre pueden percibir la totalidad del espectro. Más allá del rojo se
extienden las ondas de mayor longitud y baja energía; son las radiaciones infrarrojas y las de radio; éstas últimas incluyen las microondas. En la otra zona del espectro
están las ondas de menor longitud y alta energía; son los ultravioleta, los rayos X
y los rayos gamma.
La astronomía
de radiaciones proporcionó un enorme progreso al conocimiento del Universo. El
instrumento de detección es el radiotelescopio;
puede tener diferentes formas, dependiendo del tipo de rayos que pretenda
detectar, aunque la más frecuente es la antena parabólica. Aunque la teoría del
Estado estacionario era hermosa, pronto tuvo que enfrentarse a las nuevas
aportaciones de la radioastronomía.
Martin Ryle |
Anthony Hewish |
Este hallazgo
creaba fuertes controversias entre los defensores de las dos teorías
cosmológicas. Martin Ryle recibió el premio Nóbel de Física en 1974, compartido
con Anthony Hewish (n. en 1924), por
sus aportaciones al campo de la radioastronomía. Una de de las alumnas de posgrado de éste
último, Jocelyn Bell (n. en
1943) descubrió el primer púlsar[i] con
las nuevas técnicas de emisiones de radio aplicadas a la astronomía. Aunque a
esta brillante alumna aún le quedaría compartir otro descubrimiento
trascendental para el actual nivel científico de la astronomía.
Allan Sandage |
En 1960, Allan Sandage (1926-2010) que había
sido ayudante de Hubble, realiza nuevas correcciones de estimación de
distancias, basadas en la nueva ciencia, y establece la constante de Hubbel (k) en 75, que equivalía a unos 15.000 millones
de años luz; cercana a la que se considera aceptada en la actualidad. Ésta
sería pues la edad del Universo, y esta sería también la distancia de sus
confines. Esto es, el Universo tendría unas dimensiones equivalentes a una
esfera de un radio de unos 15.000 millones años luz.
Francisco
Sáez Pastor
Universidad de Vigo
[i]
Estrellas de neutrones, residuos de supernovas, que giran a gran velocidad
emitiendo radiaciones intermitentes que nos llegan en forma de pulsaciones de
radio.
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