Este verano, por
entretenimiento y porque el próximo encuentro lo tendremos en Madrid
y aprovecharemos para recorrer las bellas tierras de la provincia de
Guadalajara, me entretuve en rimar algunos aspectos de la vida de la
Princesa de Éboli y de los lugares donde ella estuvo; así como de
las personas que tuvieron que ver con ella: su esposo, Ruy Gómez
Silva; Antonio Pérez, Santa Teresa, Felipe II... Son más de tres
mil quinientos versos. He titulado el libro Pastrana
y la Princesa de Éboli,
un personaje histórico que no deja de conmover porque amores como el
de ella casi siempre terminan mal. Espero que se entretengan al leer
estos versos, al menos, tanto como yo lo hice al escribirlos.
Me dijo Carlos que le
mandara para Magisterio
y Estilo una
serie de estrofas para cada número de la revista, advirtiéndome
(porque me conoce) que no abusara: “La gente lee poco” –me
dijo. Procuraré obedecerle; y, si no, que coja la “navaja de
Ockam” y corte por donde quiera. Comenzaré con algunos datos
históricos de la villa de Pastrana, que bien pudo ser Capital de
España. Esta vez breve: unos datos hasta que Carlos V la vende a la
abuela de la Princesa de Éboli, Doña Ana de la Cerda.
PASTRANA
Paterniana o Palaterna,
un pretor de los romanos,
en tiempos ya tan lejanos,
fundara esta villa eterna.
Quizá su legión hiberna
en monte dominador
que elige aquel luchador,
Tito Sempronio llamado
y Graco apellidado,
romano conquistador.
Esto dice la leyenda.
Pero la historia desmiente
que fuera esta la simiente...
y la tradición enmienda
para que al tiempo trascienda
que Pastrana no nació,
ni un romano la fundó,
ni fuera reconstruida
–cuando pronto destruida–,
por el cónsul invasor
y de nombre Paterniano…
Surge Pastrana en la Historia,
que pronto gozó de gloria,
en Medioevo castellano;
y es desde tiempo lejano
hija de Zorita, Alfoz (1),
llevando entonces la voz,
ya Toledo conquistado
por Alfonso VI, airado
por el Cid, ofensa atroz.
Era el mil ochenta y cinco
cuando la ciudad nacía
y pronto florecería
con mucho tesón y ahínco:
el sesenta y cuatro –indico–,
Alfonso VIII, el Señor,
de Calatrava deudor,
cede a la Orden dominio
y también el patrocinio
de aquella, con gran honor.
Cuenca ha sido conquistada
y villas y poblaciones
sus mujeres y varones
de la transierra llamada,
por los reyes repoblada.
tuvieron siempre Señor
que dieron fama y honor.
Y, entre los valles del Tajo
y el Tajuña –que agasajo–,
Pastrana fue la mejor.
Y el siglo catorce era.
Pastrana, la muy nombrada,
Villa entonces admirada,
–y que Zorita quisiera–,
tal desarrollo adquiriera
y tuvo tanto esplendor,
que era orgullo del Señor,
fuera rey o fuera noble.
Se defiende de lo innoble
sea quien sea el actor.
Fuente de los Cuatro Caños |
Tiene comercio y las Ferias,
–también mercado los
sábados–,
pero como eran sagrados
y habitan las periferias(2)
los judíos; y estas materias
respeta quien de la villa es
señor,
por una cuestión de honor,
es el miércoles fijado
y el impuesto es anulado
a cualquiera vendedor
que acuda presto a la villa
a ofrecer a los vecinos,
hortalizas o bovinos,
telas, sedas ¡maravilla!
que aquella gente sencilla,
con esfuerzo y pundonor,
día tras día al albor,
comienza dura jornada...
Miércoles de madrugada,
olvidan todo dolor.
Y pasado el mil trescientos,
llegado el sesenta y nueve,
Muñiz(3), ante el rey
promueve,
de otros muchos asientos,
en florecientes momentos,
sea Pastrana la flor
–capitanía y honor–.
Tenga la villa muralla
que defienda en la batalla
del ataque vengador.
Fueron tus dueños, ¡Pastrana!
los Mélito que eran Condes
(4)
y a la historia tú respondes
–pues la gloria te
engalana–.
También entonces te gana,
–mas bien te compra el
postor–,
cuando eras cristiana flor
de la tierra castellana;
de la Mancha, Capitana,
y de Silva; el Gran Señor
que fuera el rey Carlos Quinto
quien pone en venta la Villa.
Falta del barco la quilla:
Los Mendoza, con instinto,
de poder un laberinto.
Pero amigos son del rey
y tienen su propia ley.
El Gran Cardenal tenía
amores con la Mencía:
Rodrigo y Diego, su grey.
Palacio Ducal, de Covarrubias |
Puso la Villa a la venta
el Emperador Don Carlos
–hechos que he de
abreviarlos–,
para vecinos, afrenta...
Y algo menos de cuarenta
la quieren recuperar.
La ha querido segregar
de los monjes calatravos
–que son soldados muy
bravos–,
quien manda en todo lugar.
Era Máximo Pontífice,
–en orden siete–,
Clemente.
Y, tras él –preclara
mente–,
aquel Papa que fue artífice
de Trento (5) que priorice
la fe, también, la moral;
impropio es hacer el mal
de un ferviente cristiano.
Con firmeza en su mano,
guía al mundo terrenal.
Bulas (6) llegan desde
Roma
y un Breve que le
autoriza
ganar la venta en la liza.
Y el Emperador los toma
como sagrado diploma
que permite enajenar
–sin que él llegara a
pecar–,
a la Orden Calatrava (7)
que ha tanto tiempo tomaba
Pastrana que ha de guardar.
Y ¿cuál es el objetivo
que guía al rey poderoso?
No puedo decir honroso,
y quizás fuera lesivo
–que he leído en el archivo
que era para recabar
cantidades que ha de dar
comprador adinerado,
que desee algún ducado
y pueda el lugar comprar–.
Estas fabulosas cifras
que confiesan otros fines,
que son extensos confines
y que en la Historia
descifras,
–las cifras y contracifras
para el dinero gastar:
África cristianizar,
defensa de los cristianos
de peligros otomanos–,
no nos pueden engañar.
Afianzar la fe es cierto
en África y en Granada,
que era intención confirmada
y bereberes –advierto–,
había en ese concierto
y con el turco lucha hay
–que defiende cualquier
fray–,
que, en peligro, el
cristianismo
y la verdad, así mismo,
quiere borrarla, si hay
ocasión, el enemigo
–que ocupa vastas fronteras,
castillos con saeteras
y trae el odio consigo–;
que no hay relación de amigo
entre árabe y cristiandad
y no es posible la paz
cuando creencias opuestas
tienen las dagas enhiestas
y la bondad es maldad.
En esta calle vivió la abuela de la Princesa de Éboli
|
La princesa de Éboli
(1) Alfoz:
Término empleado en la Península Ibérica (reinos de Castilla, León
y Portugal). Era el término rural geográfico de la villa que
pertenecía a un Concejo, con aldeas y otros lugares. Tenían
autonomía dentro del reino. El centro era la villa o ciudad.
Pastrana quería el Alfoz de Zorita que tenía castillo . (2) Había
barrios de judíos en el extrarradio. Muchos mejoraron
económicamente. Eran cultos como se demuestra que cuando fueron
expulsados, encontraron cantidad de libros que pasaron a ser
propiedad del Duque. (4) Mélito era una ciudad del Reino de
Nápoles. (5) Concilio de Trento. Se celebró en
la ciudad del mismo nombre, entonces ciudad imperial libre, regida
por un príncipe-obispo. Duró desde el 1545 hasta 1563 e
intervinieron tres papas: Pablo III, Julio III y Pío IV. Se discutió
sobre la escisión de la iglesia (Reforma Protestante). Se decretó
sobre la Justificación, los Sacramentos, la Eucaristía, el Canon de
las Escrituras y otros temas, así como de disposiciones
disciplinares. (6) Bula: documento sellado con
plomo, sobre asuntos políticos o religiosos. En las bulas se
fundamenta y expande la autoridad papal. Cuando la bula es de
extensión y/o importancia menor se llama Breve.(7)
Orden de Calatrava: orden militar y religiosa,
que tuvo su origen en Castilla, siglo XII. Su fundador fue el Abad
Raimundo de Fitero. Pretendía, inicialmente, defender la ciudad de
Calatrava, cercana de Ciudad Real. Pertenece a las órdenes
cistercienses.
ANTONIO MONTERO SÁNCHEZ
Maestro, profesor de Filosofía
y Psicología
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