LA HUELLA DEL ALFARERO
Todo
tiene la huella del Divino Alfarero que fabricó este nuestro
Universo de barro, agua y polvo. Es un regalo del Cielo el acertar a
verla y no quedarse o resbalar sobre la piel de arcilla de las cosas.
¡Ojo!
La yema de los Dedos de Dios que iba haciendo cuanto existe y lo
mantiene en su ser,
se condensa y estalla
honda y clara, como a fuego, en algunos lugares y tiempos. Se trata
de tiempos y de lugares sagrados, que el hombre tiene por sacros.
Al
hombre primitivo le asustaba lo desconocido. ¿Cómo será lo que
desconozco? ¿Qué fuerza tendrá? ¿Se echará sobre mí y los míos?
Por eso no es de extrañar que antes que nómada fuera sedentario. La
cueva que habitaba era su espacio sagrado, de plenitud, de alta
seguridad. En ella se había modelado como hombre o mujer con sus
padres y abuelos y ahora se iniciaban sus hijos en el “epos” de
la tribu, la sagrada tradición que habían destilado varias
generaciones, quizá siglos. La cueva y su entorno inmediato era para
él un espacio hierofánico. Un misterio sobrecogedor, misterium
tremendum, había ido cayendo sobre determinados espacios para el
hombre primitivo.
Sentía
una plenitud “divina” pisando su suelo y un respeto imponente,
casi terror, le llevaba a plegarse a sus imperativos. Si no iba
descalzo, descalzarse era su impulso. Como Moisés ante la zarza que
ardía sin consumirse, en el monte Horeb o Sinaí.
A
través de elementos visibles, el hombre primitivo barruntaba lo
invisible, que sentía gravitar sobre sí: la fuerza misteriosa de la
cueva, la sorprendente maravilla del entorno, el peso entrañable de
la tribu... Cierto: Lo religioso aparecía ante el hombre de las
cavernas conformado por múltiples y ricas hierofanías como conjunto
de creencias acerca del paso de lo divino entre lo humano.
Hoy
no ha cambiado la “cueva” del mundo, que mantiene la huella del
divino Alfarero, pero el hombre parece haber perdido vista y que no
acierta a saltar de lo visible a lo invisible, paso a lo divino, para
postrarse sobrecogido ante lugares y espacios geográficos y
culturales sagrados.
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