Para que nietos y biznietos
llenen sus 8-10 años de poesía y de versos
que les acompañen toda su vida
y les sean un jardín de primaveras.
VERSOS PARA LOS 8-10 AÑOS
(Seleccionados en seis antologías para los 6-16 años)
MARCO SICOLÓGICO DE LOS 8-10 AÑOS
- De los 8 a los 10 años se amplía el vocabulario que
a los diez años puede llegar a 5.400 palabras.
- Se desarrolla la memoria.
- Apasiona el coleccionismo: el niño puede coleccionar versos.
Los mejores poemas de nuestros clásicos son como las obras de arte para la Historia: la condensación escrita de lo que hemos sido y vivido en el pasado, un tesoro presente y una garantía de que el futuro tiene retaguardia de grandeza. Las aspiraciones más nuestras de ayer, de hoy, de los nuestros y de nosotros mismos, se avistan felices al subir los peldaños de estas escalas de versos. Resultan, verso a verso, una larga vía de traviesas por las que se desliza el ave de nuestra tradición universal católica y española universal.
El
lagarto está llorando.
18
NANA DE LA TORTUGA
* Hay
versos que para el niño sólo serán sonsonete, un juego. No los
entenderá o los entenderá muy poco. Pero, como estos de Alberti,
son una semilla que crecerá en el alma o una joya que no se
arrepentirá de haber hecho suya.
* Después
de ver caminar lenta a la tortuga, échesela al agua de golpe y
obsérvese cómo nada. Luego, recítense los versos tan logrados de
Alberti.
NANA
DE LA TORTUGA
Verde,
lenta, la tortuga.
¡Ya
se comió el perejil,
la
hojita de la lechuga!
¡Al
agua, que el baño está
rebosando!
¡Al
agua,
pato!
Y
sí que nos gusta a mí
y
al niño ver la tortuga
tontita
y sola nadando.
Rafael
Alberti
19
EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO
- En este poema los lagartos seguro que están al sol. Desde luego, no hacen más que llorar y llorar.
- Es una fábula, como otras de siempre, que, además, tiene añadida la lírica de Federico García Lorca.
EL
LAGARTO ESTÁ LLORANDO
La
lagarta está llorando.
El
lagarto y la lagarta
con
delantalitos blancos.
Han
perdido sin querer
su
anillo de desposados.
¡Ay,
su anillito de plomo!
¡Ay,
su anillito plomado!
Un
cielo grande y sin gente
monta
en su globo a los pájaros.
El
sol, capitán redondo,
lleva
un chaleco de raso.
¡Miradlos,
qué viejos son!
¡Qué
viejos son los lagartos!
¡Ay
cómo lloran y lloran!
¡Ay,
ay cómo están llorando!
Federico
García Lorca
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