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83 Evolución del paisaje


               

        HISTORIA DE LA EVOLUCIÓN DEL PAISAJE 
EN LA PINTURA OCCIDENTAL


Las finalidades inmediatas de este estudio sobre la evolución del Paisaje en la Pintura Occidental son varias:
Conocer que el paisaje tardó muchos siglos en aparecer hasta llegar a ser considerado como un género del arte mayor.
Estudiar su lenta y paulatina incorporación al  arte, hasta conseguir la categoría de "arte mayor" entre los géneros pictóricos artísticos.
           Gozar de su espléndido y espectacular desarrollo a partir del siglo XIII.


2 LOS ARTISTAS DEL “QUATTROCENTO” DEL 

“CINQUECENTO” ITALIANO

 2.1 EL PAISAJE EN LOS ARTISTAS ITALIANOS DEL

"QUATTROCENTO"

El “Quattrocento”, es un término italiano que se aplica, sobre todo en arte y literatura, a los años del siglo XV, 1400 a 1500.
Los artistas del "Quattrocento Italiano" continuaron la incorporación del paisaje al cuadro de pintura, iniciada por Giotto, utilizándolo y desarrollándolo como fondo de sus pinturas sobre temas acaecidos en el exterior, acabando definitivamente con el recurso tradicional y artísticamente pobre de los dorados planos de pan de oro, herencia de los tiempos bizantinos y góticos.




"Noli me tangere”
Fra Angelico. 1390-1455 
Año 1440. Medidas: 146 x 180 cm. Técnica: fresco

En el “Quattrocento” este uso del paisaje siguió utilizándose  como recurso para ocupar los segundos planos y a su vez, transmitieron dicha práctica a la mayor parte de los artistas de toda Europa en el siglo XVI, que se hizo práctica definitiva. 


En esta  escena evangélica de Fra Angélico, como en tantas otras de éste y de otros artistas contemporáneos suyos del "Quattrocento", se confirma  que los grandes artistas de este siglo encontraron en el paisaje el recurso ideal para rellenar de color el fondo de sus cuadros siguiendo las tímidas  innovaciones introducidas por Giotto y los seguidores de su escuela. 

Escena del primer plano: Fra Angelico nos presenta la escena evangélica: un huerto o pequeña propiedad privada en la que se ve al Señor resucitado, mirando como de paso a María Magdalena que se arrodilla amorosamente ante él y que escucha las palabras que el Señor le dirige: “Noli me tángere”,(no me toques). La puerta del sepulcro tallado en la roca viva, abierto, sin losa que lo cubra, para sugerir la Resurrección del Señor.

Paisaje: El segundo plano lo rellena con un paisaje que nos muestra en perspectiva sobrepuesta, es decir, las cosas más alejadas encima verticalmente de las más cercanas. Árboles del huerto, la cerca limitando su superficie, los árboles más lejanos encima de la cerca  y de menor tamaño como corresponde a su mayor lejanía. 


Pero es muy de advertir que el paisaje continúa siendo solo una parte complementaria de la pintura. Nunca, en este siglo, ni siquiera en el Renacimiento, la naturaleza ambiental fue el sujeto único de un cuadro, es decir, una representación cuyo objetivo único y final fuera la reproducción de un paisaje concreto. Como tema. Sin más y por sí mismo. El paisaje sigue sin ser admitido ni por el Arte, ni por los artistas, como género de "arte mayor".
En esta centuria una infinidad de artistas, cuya sola enumeración llenaría muchas páginas, siguieron el camino que Giotto inició en el uso complementaria del paisaje. 
Por señalar algunos de los artistas más nombrados del "Quatrocento", citaremos los más importantes: Fra Angelico, (1390-1455); Giovanni Bellini, (1430-1516); Sandro Botticelli, (1445-1510); Andrea del Castagno, (1421-1437); Piero della Francesca, !416-1492); Domenico Ghirlandaio, 1449-1494); Giogione, (1447-1510); Fhilippo Lippi, padre, (1406-1469); Fra Fhilippo Lippi, hijo, (1457-1504); Andrea Mantegna, (1431-1506); Raphael, (1483-1520); Leonardo da Vinci, (1452-1519) y muchos otros.
Estos artistas, reproduciendo la naturaleza y el paisaje, aprenden a dar profundidad a sus cuadros y aprovechan el paisaje para hacer grandes progresos en el estudio de las leyes de la perspectiva, que los genios del Renacimiento acabarían definiendo matemáticamente.

Y una  observación muy importante: los fondos paisajísticos de sus cuadros fueron creados y pintados en el interior de los estudios, fruto no de la geografía que les rodeaba, sino de la imaginación de cada artista y en ningún caso copia de la naturaleza al aire libre y en directo.





"Alegoría de La Primavera”
 Sandro Botticeli(1445 – 1510)  
Pintado entre 1470 y 1480. Pintura al temple sobre  tabla. Medidas: 203 x 314 cm. Estilo: Renacimiento italiano.



Poco a poco el paisaje se va configurando y adaptando hasta formar parte integrante de la propia escena representada.
En este caso, el fuerte colorido de blancos, rojos y amarillos se complementa con las flores esparcidas y salpicadas por el suelo.
Esos colores claros de carnes y vestidos vaporosos que inundan el primer plano, cobran aún más vida y color gracias al contraste frente a los verdes oscuros del arbolado que cierra el fondo del cuadro. 
El paisaje se funde así con la escena representada hasta formar una parte importante de ella, pictóricamente hablando.
Pero todavía sigue siendo la escena y no el paisaje lo único importante y más valorado por el pintor, por sus críticos y por el público en general.



La llamada del Señor a sus primeros discípulos Pedro y Andrés”
Domenico Ghirlandaio (1449-1494)


Domenico Ghirlandaio fue maestro de Miguel Ángel. 
La utilización del paisaje en los segundos planos, ofrece, a veces, serias dificultades en relación con lo representado en el primer plano, pues en ningún caso han de interferirse.
 En ese sentido el ejemplo mostrado en este cuadro de Ghirlandaio, es espléndido y perfectamente ensamblado. Es  impensable que el artista pudiera haber conseguido darle más profundidad a su cuadro sin utilizar el paisaje, pero al mismo tiempo, es digno de admiración que dicho paisaje contribuya tanto a dar más realismo y fuerza a la escena evangélica que nos representa en el primer plano.
El cuadro suele leerse de primer a segundo plano, como se leerá normalmente, pero al mismo tiempo el horizonte sin fin en que acaban sus límites, nos ayuda a configurar mejor el primer plano: ambos se compaginan de maravilla y uno resalta al otro.

Paisaje: El paisaje que nos presenta Domenico, creado en el estudio del artista, refuerza el atrevimiento de su profundidad, a punto de cumplir casi todos los requisitos de una perfecta perspectiva. La luz que se apaga en el último plano nos hace  más real y luminoso el primero.





"Adoración de los pastores”
Il Giorgione( 1447 – 1510)
Hacia 1477-1510.  Medidas: 90,8 x 110,5 cm. Técnica: óleo sobre tabla.


La luz divide el cuadro casi por su mitad vertical en dos mitades. En su mitad derecha nos presenta el misterio del Nacimiento del Señor y en la izquierda el paisaje que se pierde en un horizonte lejano.

El predominio del color azul del manto de la Virgen, fijan nuestra atención en el misterio de la Natividad del Señor, con el Niño Jesús en el suelo como principal centro de interés en el cuadro. Dicho azul del manto de la Virgen  se compensa con el del cielo que aparece en su diámetro superior contrario, al fondo del paisaje. Ambos colores resaltan todavía más por el contraste con el negro del fondo de la gruta y las sombras oscuras de las rocas que la rodean.

Paisaje: un irregular sendero se prolonga por la mitad izquierda del cuadro hasta perderse en el horizonte, jalonado por diferentes obstáculos, disminuyendo a medida que se alejan,  le van dando la ilusión óptica de notable profundidad.



Llama poderosamente la atención que tantos y tan grandes artistas del "Quattrocento", que muy pronto darían paso a las grandes obras del Renacimiento italiano y europeo, no abrieran sus ojos a la espléndida belleza que la naturaleza les ofrecía, ni llegaran a contemplarla como un reto al color de su paleta o un  desafío a su fiel representación.



             “Madonna” de Fra Philippo Lippi. ( 1457-1504). Realizada al temple



En este cuadro de Fra Philippo Lippi puede observarse cómo el paisaje del segundo plano contribuye a reforzar la serenidad, el recogimiento y la piedad de la Madonna representada en el primero plano.
El paisaje de fondo en cierto sentido trasciende a la imagen por la suavidad de sus planos horizontales sucesivos y la naturalidad de sus curvas y  colores. 
Es notable la armonía entre los dos planos representados. En este caso vemos cómo el paisaje va alcanzando, poco a poco, su propia identidad y significado.





2.2 EL Paisaje en el “Cinquecento” italiano

El Renacimiento italiano del  Cinquecento llega hasta el primer tercio del siglo XVI, 1500-1520. A partir de este último año se rompe el clasicismo y  empieza el estilo llamado “manierista”.
En el  primer tercio del siglo XVI, sobresale la actividad de la escuela de Florencia  cuyos grandes mecenas apoyaron con su poder y dinero el arte de las grandes figuras del Renacimiento. Muy de cerca le seguía Venecia y Roma donde se significaban los mayores genios del arte : Leonardo de Vinci, Miguel Ángel  Buonarroti y Rafael Sanzio.
Estos pintores se interesan más por la anatomía de los cuerpos. Dado el predominio y éxito de la escultura, en las grandes obras vaticanas la pintura busca también el volumen y redondez de las formas y eso se consigue mejor en los primeros planos,  matizando los contrastes de la luz y las sombras manieristas.
En  los cuadros de esta pintura se hacen grandes progresos en la profundidad sus fondos y se llegará rápidamente a descubrir y aplicar las leyes de la perspectiva.
Con todo, las reglas de la perspectiva no las definieron los pintores, aunque constantemente se estuvieran acercando a ellas, sino un arquitecto, en este caso Bruneleschi, que por su trabajo necesitaba presentar sus obras mediante la proyección de las mismas en un plano, para dar a conocer sus proyectos y al mismo tiempo para  facilitar la consulta de sus maestros oficiales en la construcción de las mismas.

Leonardo de Vinci (1452-1519). “La Virgen de las Rocas”
Cronología: entre 1483 y 1486. Óleo sobre tabla. Pasada luego a lienzo. Medidas: 199 x 122 cm.

             Detalle de la roca

Leonardo de Vinci nos presenta una escena de los evangelios apócrifos: Juan Bautista, que habiendo quedado huérfano, se había retirado a vivir en soledad a una cueva. En el viaje de su huida a Egipto, la Virgen y S. José, (que no figura en el cuadro), se refugian en la cueva del camino y se encuentran con Juan Bautista. Un ángel asiste a la escena.

Hemos elegido esta imagen de la Virgen de las Rocas, de Leonardo de Vinci, para confirmar que el paisaje sigue utilizándose como recurso  complementario, para llenar el espacio de los segundos planos. Además, como ejemplo evidente de que los paisajes representados nunca fueron copiados directamente de la naturaleza en su totalidad. Se trata de paisajes imaginados por los diferentes artistas en su estudio, lo cual no excluye que su experiencia y visión personal  del campo y de la naturaleza, pudieran haber influido en una u otra composición.

Paisaje: la luz diurna que explota a la salida de la cueva ilumina una senda hacia dentro de la misma, que se prolonga hasta la imagen sedente de la Virgen y que da inversamente hacia fuera una profundidad muy notable al primer plano del cuadro.




Leonardo de Vinci. ( 1452-1519). ” La Gioconda”(“La alegre”, en castellano) Este cuadro se le conoce también como “Mona Lisa”.
( Mona, significa señora en italiano antiguo).
Cronología 1503. Medidas: 77 por 53 cm. Técnica: Óleo sobre tabla de álamo.


Leonardo de Vinci, natural de Vinci, (Florencia), fue un genio polifacético: pintor, discípulo de Andrea de  Berrocchio, ingeniero, inventor, anatomista, arquitecto, botánico, científico, filósofo, escritor y urbanista. Destacó en toda clase de conocimientos, saberes y técnicas. 
Su retrato de “La Gioconda”, cuyo nombre verdadero era  Lisa Gherardini, esposa de Francesco Bartomeu de Giocondo, es muy probablemente uno de los cuadros más caros de la historia de la pintura.
Su sonrisa enigmática y el misterio que rodea este famosísimo retrato, reside en el esfumato, técnica pictórica con que está hecho y que los grandes pintores del  siglo XVI pusieron de moda. Su sonrisa y su misterio es mejor contemplarla que describirla.




Detalle

Paisaje: detalle parcial del paisaje natural que rodea el cuadro. Toda la serenidad y misteriosa pose que respira el personaje,  se prolonga reflejado al paisaje que le envuelve: Inaccesibles picachos y fantásticas rocas, fruto de la imaginación del artista, proyectan su sombra sobre las aguas tranquilas y cristalinas de un lago liso y apacible, como si los rasgos sicológicos del personaje se fundieran y clarificaran en él.



Rafael Sanzio (1483-1520). Otro de los grandes pintores del pleno Renacimiento que utilizó el paisaje para completar y dar profundidad a sus cuadros fue Rafael Sanzio.
La belleza del rostro de sus Vírgenes, que no copia de la realidad, según él mismo confiesa, sino que traducen la gran belleza y dulzura de un ideal que él se había creado, son realmente admirables. También las perspectivas que da a los paisajes con que cierra sus cuadros son ya muy notables.



Rafael Sanzio.(1483 – 1520). "Madona del Carbellino”
 Pintura al temple 1506

Jesús y  S. Juan Bautista, forman un triángulo isósceles que da a las figuras una gran solidez y estabilidad. 

Al azul del vestido de la Virgen, el artista contrapone el color verde claro  del campo abierto que prologa hasta los dos tercios de la altura del cuadro. A esa altura  cambia su luz mediante tonos azulados propios de un día claro y apacible. Ello le permitirá al pintor mostrarnos el busto de Virgen sobre una claridad que realza e ilumina la belleza de su rostro.

A su vez el desnudo de los niños y la cara de la Virgen forman otro triángulo, isósceles también,  que nos acercan las figuras al primer plano. El la lejanía aparece en todos claros, un paisaje de montañas y lagos que da mayor profundidad al cuadro.


Miguel Ángel, (1475-1564), El más grande de los genios del  Renacimiento italiano, a juicio de muchos autores. Al mismo tiempo escultor, arquitecto y pintor, no nos ha dejado ejemplos elocuentes del paisaje en su pintura.
En su famoso trabajo de  la Capilla Sixtina, (1508-1512), su obra pictórica más sobresaliente, llena sus cuadrículas de musculaturas y las encuadra con las mismas escenas  que representan.


2.3 Resumen de los dos primeros capítulos
Resumimos las conclusiones de los dos últimos capítulos sobre la evolución del Paisaje en la Pintura Occidental
- El paisaje tardó muchos siglos en aparecer en la pintura occidental.
- S. Francisco de Asís abrió su religiosidad, su sensibilidad y sus ojos al paisaje y a la naturaleza, como don exquisito de Dios.
- Giotto Empezó a ocupar los segundos planos con esta innovación que se generalizó pronto entre los grandes artistas del "Quattrocento" y se consolidó en el “Cinquecento”.


Añadimos dos advertencias: En estos siglos la representación del paisaje no fue nunca objeto de una copia fiel y directa de la naturaleza, sino solo mediante esbozos y apuntes parciales, cuando más.
Tampoco nunca, durante estos siglos, fue reconocido el paisaje como "obra mayor", ni admitido como tal entre los grandes géneros artísticos.


Estudiando más la evolución del paisaje bajo el punto de vista temporal:

  • En el siglo XII aparece el nuevo humanismo franciscano que prepara de lejos el Renacimiento.
  • En el XIII Giotto introduce el paisaje tímidamente en sus escenas religiosas de la vida de S. Francisco y del Señor, con referencias vivas y plásticas de la naturaleza que rodea sus escenas hagiográficas santorales o evangélicas.
  • En los siglos XIV y XV, todos los artistas italianos y europeos continúan y perfeccionan esta tendencia de Giotto. 
  • En el siglo XVI, el paisaje se asocia a la definición misma del hombre y es reconocido teórica y sociológicamente como parte del entorno natural que nos define. 
  • Al mismo tiempo se van concretando  y divulgando las reglas matemáticas y geométricas de las ilusiones ópticas o perspectiva visual, que conseguirán representar el cuadro en sus tres dimensiones, altura, anchura y profundidad. 
  • En el siglo XVII muchos artistas a caballo entre los dos últimos siglos, la Escuela Veneciana y poco después  las Escuelas Flamenca y Holandesa reivindican el paisaje como una conquista muy importante e independiente una vez resueltos todos los problemas de su representación con las nuevas leyes de la perspectiva. 
(Continuará)
JOSÉ MANUEL GUTIÉRREZ BRAVO
Maestro Nacional y doctor en Historia
Fundador y exdirector de la Universidad Laboral de Toledo

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