ESTE… LADERÍAS
En mi vida he visto yo lo que he visto esta mañana: policías
escondidos, porque unos supremacistas, que se dan de pacifistas, a aquellos que
les protegen quieren zurrar la badana.
Lo de Puig… me
suena a catalán; lo de …demon me
huele a “chamusquina”.
Mientras “Los cinco”, de Enid Blyton, entretienen, los cinco
‘refugiados’ en Bruselas se entretienen.
Aunque ‘cuento’ les sobra, les supo a poco y en las
elecciones del 21 pidieron un ‘recuento’.
“Donde dije digo,
digo Diego”. ¿Ese refrán no es
castellano?
¿Con que las comidas de Estremera son flatulentas? Señores,
no cuela: lo suyo es puro canguis; el caganer, que sepamos, no estuvo entre
rejas.
Dicen ustedes que los andaluces, vagos y fuleros, no son de
fiar. Y van y confían su defensa a un
abogado flamenco. Pues sepan que para flamencos, los de la tierra de María
Santísima.
Que incordien con su presencia a los belgas, resulta molesto;
pero que les envíen a sus alcaldes a dar la vara, parece demasiado.
¿Qué tal si aprovechan para hacer negoci de merchandising, y le hacen la competencia al Manneken Pis
con el Caganer? La pela es la pela.
Emprendedores varios, háganme caso: ni COI, ni COFIDIS…: para
crédito fresco y barato, Asamblea Nacional Catalana.
Europa entera se ha volcado, como pensaban los nacionalistas,
y a la puerta de ANC se ha formado una cola de gente con verdadero interés por
el interés cero. Los hay de todas las nacionalidades.
Llenar las calles, todos sabemos; cargarse de razones, bastantes
menos.
Primero fue Convergencia;
luego fue Junts pel sí; más tarde, Junts per Cat. No se esfuercen, y
recuerden: aunque se vista de seda la mona, mona se queda.
A.H.
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