BISONTES EN
SEGOVIA 2018
En
El Cubillo
y
en Lastras de Cuéllar
pastan
bisontes,
ole
mi tierra.
Son
estos bóvidos
—machitos
y hembras—
como
toros pausados
carne
de aldea.
Llevan
altiva
la
cornamenta,
mas
son pacíficos
sobre
la yerba
que
se asienta en las márgenes
del
río Cega.
Traídos
de Polonia
a
Castilla la Vieja,
acumulan
lanuda
vida
y tristeza.
Limpian
los montes,
comen
madera
y
a la luz de la luna
seguros
sueñan
con
su Varsovia
del
Vístula a la vera,
como
yo la soñé
entre
abedules cuando fuera
profesor
de Iberística
en
española Lengua
con
29 alumnas
de
información poética:
Agnusca,
Malgorzata,
Alekxandra
y Elsbieta,
Adelajda
y Adrianna,
Alicya
y Agnieska,
Andzélika,
Anastazya
y
etcétera, etcétera.
Bisontes
en Segovia,
fauna
totémica.
Desde
Altamira les miran
sus
congéneres de piedra,
piedra
pinta a la sanguina
en
los muros de las Cuevas.
¡Ay
si ellos resucitasen
y
ay, quién les viera
como
mamuts antiguos
por
Fernández- Ladreda
o
bajo el acueducto
de
la loba romera!
(De
Roma digo,
la
trajanera,
porque
me disculpen
y
porque me entiendan).
Bisontes
en Segovia
por
las praderas
que
forma y reverdece
el
ciego Cega.
¡Ole
Polonia!
¡Ole
mi tierra!
Pronto
veremos qué espera
a
esta nueva promoción
de
poetas a la vera
de
la digital opción.
¿Responderán
al deseo
conque
los recolectamos
o
serán —como tal creo—
simplemente
frutos vanos?
El
tiempo dirá, y lamento
lo
que les pueda pasar:
que
sean no más que viento
que
suene para olvidar.
Poetas
de hoy y mañana:
Solo
la palabra justa
traspasará
esta edad plana
si
es verdadera y augusta.
Ateneos
al consejo:
Más
vale reflexionar
que
escribir sin recalar
en
el modo ejemplar viejo.
Lope,
Cervantes, Quevedo…
os
enseñarán despacio.
Sin
ellos —ninguno os vedo—
os
quedaréis sin espacio.
Y
a lo que veo, poetas
de
tres al cuarto o al quinto…,
por
no ser claros ni estetas…
muy
mal panorama os pinto.
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