LA
ESTRELLA DEL PORTAL
-Cuando
yo me vaya al cielo -me decía mi abuelito- iré a vivir junto a las
estrellas.Todas las noches de aquel caluroso verano, cuando tomábamos
el fresco en el patio de mi casa, mi abuelo me acariciaba, mirándome
entrañablemente con ojos humedecidos. Luego, señalándome las
estrellas, me decía:
-Allí
podrás verme cuando deje esta tierra. En aquella que parpadea y de
color azulado, ¿la ves?, David, allí viviré yo para siempre. Tú
me contarás lo que haces en casa; cómo te llevas con papá, con
mamá y con tu hermana Lucía.
Yo
me quedaba mirándole, y me preguntaba si todo aquello que mi abuelo
me prometía, podría ser verdad.
Había
pasado el verano. El otoño frío y lluvioso pudo con la salud de mi
abuelito. Una repentina pulmonía le subió hacia las estrellas y se
fue dejándonos llenos de tristeza.
¡¡Mi
abuelito se murió!!
La
promesa de poder hablar con él, mirando la estrella azulada y
parpadeante, era verdad.
-¡Aquí
estoy muy feliz, David!- me decía desde arriba, casi gritándome.
Hablábamos
y hablábamos por las noches largos ratos. Yo, a través de la
ventana de mi habitación y él, a través del espacio infinito y
estrellado.
Yo
llevaba ya tres noches muy triste. La estrella de mi abuelo había
desaparecido.
No
había dicho yo a nadie mi secreto pero mis padres y hasta mi hermana
notaron que algo me sucedía.
Era
Navidad, y aquella tarde, aunque lloviznaba, fuimos a visitar el
Belén que habían montado algunos vecinos del pueblo.
-¡Qué
Belén más bonito!-, decía mi hermana Lucía.
-¡Mira
aquel rebaño de ovejas blancas y negras! ¡Mira los pastores! ¡Mira
los Reyes Magos! ¡Mira el Portal! ¡¡Mira la luz que brilla sobre
el Portal. Parpadea y es de color azul!! -Me quedé mudo, pero mudo,
mudo de verdad, con el dedo índice señalando la estrella. ¡¡Es la
estrella donde vive el abuelo!!
La
estrella se sonrió, mi abuelo se sonrió y yo también me sonreí y
hasta lloré de alegría.
Entonces
comprendí que a mi abuelo le había tocado este año la gran suerte
de bajar al Portal de Belén. ¡¡Era la estrella de Belén!! ¡¡Era
su estrella!!
El
cuento ha terminado, querido nieto,
pero
es verdad que las estrellas
se
van turnando,
para
iluminar el Belén
cada
año.
TELESFORO
MORENO
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