24
ARRUGAS EN EL TIEMPO
En
el Universo, la materia está agrupada en galaxias; éstas se
formaron unos 300 millones de años después del Big Bang a
partir de la condensación de gases procedentes de esta gran
explosión que supuso el origen del Universo tal como se conoce.
Estas nubes de gases generaron las estrellas que las componen.
Naturalmente, todas estas estrellas estaban compuestas de hidrógeno
y helio. Como la mayoría eran muy masivas, explotaron en forma de
supernovas al poco tiempo, lanzando al espacio elementos más
pesados, tales como el carbono, el oxígeno y el hierro. De estos
residuos nacieron otras estrellas más complejas como nuestro Sol.
Así se fueron configurando las galaxias, con estrellas de diversa
composición.
La distribución de las galaxias en el espacio, según las observaciones, no es uniforme sino que están agrupadas en grandes cúmulos, con grandes espacios vacíos entre ellas.
George Smoot |
Estos
interrogantes creaban dudas en torno a la teoría del Big Bang.
De ser cierta esta teoría, la radiación fósil tendría que mostrar
ciertas irregularidades, fluctuaciones, dentro de la banda de los 3º
K.
El experimento de 1977, del
avión espía U-2 ya mencionado, equipado con un radiómetro
diferencial de microondas (DMR), capaz de detectar diferencias de
una milésima de grado, no había logrado detectar fluctuaciones.
Entonces, George Smoot
(1945), astrofísico y cosmólogo norteamericano, director de este
equipo de investigación, instaló un DMR, 10 veces más sensible, en
el satélite explorador del fondo cósmico COBE (Cosmic Background
Explorer) que la NASA puso en órbita en noviembre de 1989. Este DMR
había sido diseñado por John C. Mather (1946) astrofísico
principal del laboratorio de cosmología de observación de la NASA.
Y
este satélite sí encontró diferencias en la radiación de fondo en
su
exploración. Tal como debería ser para ajustarse a los
postulados teóricos; esto es, encontraron fluctuaciones de la
radiación de fondo en los 3º K, lo que significaba que la materia,
a los 300.000 años del Big Bang, presentaba ciertas irregularidades
que coincidían con la posterior distribución de las galaxias. Y
encajaba con la teoría del Big Bang.
John C. Mather |
Estos
resultados, recopilados durante dos largos años, se darían a
conocer en 1992. George Smoot, publicaría un libro en el que
describió todo este proceso, titulado “Arrugas en el tiempo”;
título que hacía alusión a esas irregularidades del fondo cósmico.
Con los datos obtenidos por el COBE se plasmó una imagen que era una
auténtica fotografía de los comienzos del Universo. Era un mapa
real de cómo estaba distribuida la materia en los primeros instantes
después de hacerse la luz.
Los colores en rojo corresponden a las zonas más cálidas, con materia de protoestrellas.
Por este hallazgo, tanto
George Smoot como John C. Mather recibieron el Premio Nobel de física
en 2006.
El español Rafael Rebolo
(1961), científico del Instituto de Astrofísica de Canarias,
Rafael Rebolo |
Francisco Sáez Pastor
Universidad de Vigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Envíanos tus comentarios