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91 Rutas de Delibes

                          

 

             LAS RUTAS DE DELIBES:

                                                

  VILLAFUERTE DE ESGUEVA


A 37 kilómetros el este de Valladolid se eleva Villafuerte de Esgueva sobre el valle que le da nombre. Solo 37 kilómetros desde la casa de Miguel Delibes hasta la Plaza Mayor del pueblo.

En los años 40 todo el monte era libre y Delibes y cuadrilla se acercaban a cazar a los páramos y las vegas de Villafuerte sin más permisos ni licencias que los de la disponibilidad de cada uno de los cazadores.

   

Villafuerte ha sido uno de los pueblos más frecuentados por Delibes cuando se podía cazar casi en cualquier sitio y en los tiempos en los que se completaban perchas estupendas de perdices, liebres y conejos. Por eso, Villafuerte es uno de los pueblos esenciales en las Rutas de Delibes. 6 rutas referidas a 6 libros en los que el escritor nombra localidades de la provincia de Valladolid. Por Villafuerte pasan las rutas 1, 4, 5 y 6, lo que supone un manojo de citas en los libros del escritor. En ocasiones llegaron a cazar con ayuda de los chicos del pueblo, a modo de ojeo a lo pobre. Un ganchito, que dicen en estas tierras. Acabada la jornada, se quedaban a comer en la cantina de la señora Elisea: un cocido para cazadores y muchachos ayudantes.

Escribía Delibes que, al llegar una mañana de invierno, las tierras estaban nevadas. A lo lejos, uno de los cazadores vio unas perdices cubiertas por la nieve, quietecitas… Otros miembros de la cuadrilla aseguraban que eran simples piedras y así permanecieron 10 minutos con la duda de que si eran galgos o podencos, si esos bultos eran perdices o piedras.

Para cada pueblo de las rutas, el que escribe (autor de estas rutas con otros dos amigos) ha citado y explicado en los folletos que ofrece la Diputación de Valladolid, una palabra rural y una planta y un ave propios de la narrativa de Miguel Delibes y que se dan en ese pueblo, en este caso Villafuerte. La palabra rural de este pueblo es la trasera, tan conocida en todos estos pueblos castellanos. 50 o 60 traseras sí que se pueden ver en Villafuerte. Las hay viejas y comidas por el sol, cerradas a cal y canto. Las hay de chapa y otras restauradas, pintadas y barnizadas. Aquellas puertas gigantescas que servían de entrada al corral hoy siguen sirviendo para lo mismo, aunque por ellas no entren ya las huebras de machos y casi nunca los tractores (los suelen tener en las naves de las eras).

Como planta, la ortiga quedó para Villafuerte. Como ave, la garza. Estos son su sonido y sus características: https://www.seo.org/ave/garza-real/

Si nos fuésemos un fin de semana a visitar Villafuerte, yo reservaría en las casas rurales El mirador del Valle. No puede tener Martina (la dueña del establecimiento) unos patios mejor cuidados, 

Cuidado patio de Martina

con cita de Delibes incluida en una de sus paredes. Y yo le pediría que me enseñase su palomar, a 2 kilómetros del pueblo, también restaurado y lleno de encanto. Al volver a la casa, me asomaría a la inmensa terraza que alarga el patio para contemplar los horizontes de Castilla a través del Valle del Esgueva. Después le pediría a Luis, el marido de Martina, que me hiciese de guía por el castillo de Villafuerte, uno de los mejor conservados de la provincia. Recordaría que en una de sus salas se presentó la primera ruta de Delibes, allá por el 2 de julio de 2013. Iría bajando hacia el mirador, al norte del pueblo, y me pararía ante lo que fue la cantina de la señora Elisea y haría una parada en la iglesia (una preciosidad). Tomaría la calle que desemboca en la casa de Daniel el Mochuelo. Sí, sí, del Daniel el Mochuelo de carne y hueso, que fue un labrador de este pueblo que sellamaba exactamente así, como el protagonista de El camino y de l cual, estoy 

convencido, Delibes tomó el nombre para su novela.

Al llegar al mirador, me agarraría a su barandilla y contemplaría otra vez el Valle del Esgueva, desde más allá de Esguevillas hasta casi Fombellida. Y bajaría, por último, a leer la placa que han insertado en una D mayúscula de piedra, 900 kilos, que puso la Diputación de Valladolid en cada pueblo de las Rutas de Delibes. La D de Villafuerte es la mejor cuidada de toda la provincia. Martina la tiene como si estuviese en su propio jardín.

En Villafuerte comenzó esta aventura de inaugurar las Rutas de Delibes y a Villafuerte le dedico el primer artículo de una serie que verán la luz en AFDA, uno de los pocos focos de Cultura, magisterio y estilo que nos quedan en España.


JORGE URDIALES YUSTE

Doctor en periodismo. Profesor

Especialista en Miguel Delibes


              


                        

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