La intuición en la Oda a Francisco Salinas
La oda a su amigo Francisco Salinas, profesor, compañero y amigo de Fray Luis de León en la prestigiosa Universidad de Salamanca del siglo XVI pasa por ser la cima de la didáctica de la intuición estética. Ninguna otra lírica ha llegado tan lejos y tan al fondo de lo que es la intuición de los valores estéticos.
La intuición estética no se puede forzar. Es un regalo de los cielos, fruto de dos causas: una notable información sobre el objeto intuible y determinada madurez, que no se va a dar, de ordinario, antes de los 16 años.
Pero será bueno que el alumno haya leído con detenimiento la oda que mencionamos para asomarse al menos al pozo de estos valores que puede que aún le queden lejos. Conocer por de fuera la descripción de la esencia y saber qué frutos son propios de la intuición estética será un primer paso para entender en este caso la bobada de que el aire se serene y que la luz nada menos que se vista de hermosura porque suene en un modesto armonio una música que se va a calificar de extremada... Toca Salinas, amigo del poeta y de Tomás Luis de Victoria.
El
aire se serena
y
viste de hermosura y luz no usada,
Salinas,
cuando suena
la
música extremada
por
vuestra sabia mano gobernada.
¿Qué tendrá la intuición estética que lleva a un desmayo dichoso, a dar vida y a que uno quiera quedarse hecho piedra para siempre en ella?
¡Oh desmayo dichoso!¡Oh muerte que das vida! ¡Oh dulce olvido!¡Durase en tu repososin ser restituidojamás a aqueste baxo y vil sentido!
CARLOS URDIALES RECIO
Maestro, coordinador de Teoría del conocimiento
Bachillerato Internacional
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