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114 La saeta

 

LA SAETA


En las procesiones de Semana Santa por las calles de nuestros pueblos, aparte de los ”pasos” donde van Cristo o la Virgen mostrando sus dolores, es imprescindible, normalmente, la banda de música, que envuelve el silencio de los penitentes. Pero en momentos cumbres del silencio instrumental puede surgir desde lo alto de un balcón, una voz desgarrada. Esa voz popular es una copla, es una “saeta” dirigida al corazón del paso que quiere compartir con Cristo o a la Dolorosa todo su sufrimiento. Es una comunicación sentida y profunda entre el cantaor-ora y la imagen de Jesús o la Dolorosa .


En el siglo XIXAntonio Machado Álvarez –padre de los hermanos Antonio, Manuel y José Machado- definía las saetas como "cancioncillas que tienen por principal objeto traer a la memoria del pueblo, especialmente en los días del Jueves y Viernes Santos, algunos pasajes de la pasión y muerte de Jesucristo (...) coplas disparadas a modo de flechazos contra el empedernido corazón de los fieles".

La saeta es un género aparte de los estilos flamencos, pues es de carácter religioso y se canta en la calle en medio de la multitud. Las saetas se componen de cuatro o cinco versos de tipo octosílabo, que giran en torno a los personajes de la Pasión y que, en la actualidad, básicamente tienen esencia flamenca.


ORIGEN

Se ha estudiado el origen de la saeta, pero no hay certeza del mismo. Unos la relacionan con la oración “adhan” del almuédano, desde el alminar de la mezquita; otros lo complementan con cantos sefardíes y con cantos procesionales cristianos de los misioneros franciscanos de los siglos XVI y XVII –viacrucis, rosarios, misereres…- Estos frailes llamaban saetas a “los avisos y sentencias que en forma de coplillas cantaban por las calles en algunos momentos de sus misiones. A principios del siglo XX, la saeta tradicional se transforma en lo que hoy llamamos “saeta flamenca”, originada en el folclore andaluz: un canto muy elaborado y de bastante dificultad interpretativa.

Diversos flamencólogos han dado su versión de lo que es la saeta. He aquí lo que escribe Ricardo Molina en “Mundo y formas del cante flamenco”:

"La saeta no es más que una simbiosis de las más variadas formas musicales y siempre al aire y ritmo de los intérpretes. Como también opino que la saeta es una forma derivada de la toná o una forma salmodiada de los cantos litúrgicos que ha empleado la iglesia católica. Hay, por tanto, una mutua influencia entre las formas musicales de la Iglesia y las que emplea el pueblo”.

Cuando el pueblo deja de expresar su religiosidad con el canto, surge al cantor profesional de la saeta. Profesional porque las formas musicales que emplea no están al alcance de ese pueblo sencillo: seguiriyas y tonás.

Ninguna persona ajena al cante jondo es capaz de interpretar debidamente una saeta por seguiriyas o tonás en el sentido pleno que merecen estos estilos flamencos.

Aquí nace, pues, la llamada 'saeta flamenca' interpretada magistralmente por las voces de Manuel Torre, Antonio Chacón, Manuel Centeno, Niña de los Peines, Manolo Caracol, Antonio Mairena…

¿Por qué sucede esto? Porque la saeta no tiene propiamente una música determinada sino que está en consonancia con el sentir espiritual del intérprete. Por cuyo motivo se puede cantar una saeta por cualquier estilo flamenco existente siempre que se le impregne del sello característico de esa modalidad cantaora: sentimiento, fe y amor.



TIPOS DE SAETAS

Tampoco hay unanimidad de criterios en cuanto a la clasificación de las saetas. Es natural que así ocurra en un cante tan íntimamente relacionado con el subjetivismo del intérprete ya sea creador de las letras o quien las interprete o cante.

1. Por su antigüedad existen dos tipos de saetas, la primitiva y la flamenca, y cada una de ellas posee características musicales y de ejecución diferenciadas. La saeta primitiva se sigue conservando en algunos lugares de tradición para el arte flamenco y en cada zona tiene matices y un sello personal propio.


2. Por el tema literario (Ricardo Molina -Mundo y formas del cante flamenco-) tenemos: la saeta descriptiva, la saeta laudatoria, la saeta plegaria y la saeta exhortativa. También se las denomina saetas narrativas, explicativas y afectivas. La saeta narrativa es la que narra la Pasión y Muerte de Cristo. Los cofrades las incorporan en sus procesiones de penitencia y su melodía tiene parentesco con el canto llano salmodiado.

La saeta explicativa es la que da a conocer al pueblo los pasos o representaciones de las procesiones de Semana Santa.

La saeta afectiva es la que manifiesta, ante todo, afecto, devoción, súplica, emoción, sentimientos subjetivos. En ella aparece el ¡AY! hondo, como lamento, diferente también del ¡AY! desgarrador de la saeta aflamencada. Esta saeta se diferencia de las anteriores en que ya no es cantada por los cofrades, como las narrativas y explicativas, sino que la cantan desde la puerta de una casa o desde la reja de la cárcel el simple devoto o el preso.


3. Musicalmente existen saetas derivadas de las tonás, saetas derivadas de las seguiriyas y las recitales salmodiadas de influencia litúrgica. De ahí que se diga que hay saetas de pasión –llanas-, saetas por tonás, saetas por carcelera, saetas por dobla, saetas por seguiriyas y saetas por martinete. Como puede apreciarse, la toná es la base de las saetas; y la toná -no se olvide- hunde sus raíces en los romances. En síntesis: la saeta se aflamenca por la capacidad musical e interpretativa de los cantaores.

Resumiremos diciendo que se habla de dos tipos de saetas: por un lado, las que se oyen durante la Semana Santa en las ciudades andaluzas que son las saetas flamencas. Están muy elaboradas y tienen bastante dificultad interpretativa ya que el saetero o saetera expresan un sentimiento personal religioso hacia Jesús o hacia la Virgen. Estas saetas, musicalmente, están en modo frigio –escala de Mi a Mi-, escritas en cuartetas o quintillas octosilábicas, y se las denomina saetas por seguiriya. Y a otras saetas, en modo Mayor, de carácter más alegre o menos melancólico se las llama saetas carceleras o saetas por martinetes. Estas últimas evolucionaron pues de tener una curva melódica casi sin adornos y que podía cantar el pueblo, pasó a ser la saeta moderna agitanada o “jonda”, de difícil interpretación, inaccesible al pueblo y que sólo pueden cantarla los virtuosos del arte flamenco.


Iván Centenillo, Saeta de Oro

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LOS ARTISTAS

A partir del siglo XX emergieron grandes cantantes de saetas que dejaron un gran recuerdo en la sociedad de su época. Nombraremos a algunos de los más representativos

La Niña de los Peines         Manuel Torres           Manolo Montes

Manuel Torres, Manuel Centeno, Antonio Chacón, La Niña de los Peines, Manolo Montes, La Paquera de Jerez, Enrique y Estrella Morente, Curro Andrés e Iván Centenillo

  

LA SAETA DE ANTONIO MACHADO Y DE J.M.SERRAT

Sin lugar a dudas, la saeta más popular de todas es “La Saeta”. Se trata de una composición cuya música pertenece al cantante  Joan Manuel Serrat, pero cuya letra es del gran poeta sevillano Antonio Machado; aunque fue su padre –Antonio Machado y Álvarez- quien, en un estudio sobre las saetas, recogió los cuatro versos populares del principio que le sirvieron a su hijo Antonio para componer los restantes versos del poema.

"¿Quién me presta una escalera / para subir al madero/ 

para quitarle los clavos/ a Jesús el Nazareno?”

En el año 1969 fue cuando, por primera vez, el citado cantante la presentó, incluida dentro de su álbum “Dedicado a Antonio Machado”, y desde entonces pasó a ser parte fundamental de la cultura musical en España.


Letra

Dijo una voz popular
¿Quién me presta una escalera
Para subir al madero
Para quitarle los clavos
A Jesús el Nazareno?

Oh, la saeta, el cantar
Al Cristo de los gitanos
Siempre con sangre en las manos
Siempre por desenclavar

Cantar del pueblo andaluz
Que todas las primaveras
Anda pidiendo escaleras
Para subir a la cruz

Cantar de la tierra mía
Que echa flores
Al Jesús de la agonía
Y es la fe de mis mayores

¡Oh, no eres tú mi cantar
No puedo cantar, ni quiero
A este Jesús del madero
Sino al que anduvo en la mar!

¡Oh, no eres tú mi cantar
No puedo cantar, ni quiero
A este Jesús del madero
Sino al que anduvo en la mar!

¡Oh, no eres tú mi cantar
No puedo cantar, ni quiero
A este Jesús del madero
Sino al que anduvo en la mar!

¡Oh, no eres tú mi cantar!



AUDICIONES

Saeta, J.M. Serrat https://youtu.be/upCktCXyyb8

Manuel Torres https://youtu.be/j0dAnWM_ryM

La Niña de los Peines https://youtu.be/Mi8KMooDYbw

Manolo Montes https://youtu.be/qWNAFeY4QkM

Rocío Dúrcal https://youtu.be/AzsmDzZj7Xw



CONSULTAS

Aguilar y Tejera, a, Saetas. Compañía Ibero-Americana de Publicaciones, Madrid.

García Matos, Cancionero

Lucía Rivas, Hermandad de la Redención

Luis Montoto, estudios

Pedrell, Felipe. Cancionero musical popular español. Barcelona, Boileau, 1958

Rafael López Fernández. estudios

Ricardo Molina, Mundo y formas del cante flamenco

 

AUXENCIO MUÑOZ ACEBES

Maestro. Catedrático de Lengua y Literatura

Organista 

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