
Murillo, Velázquez y Diego Coca
Poliorcética
El alumno puede defender con argumentos que haya leído en autores sabios que en pintura Velázquez es cima y que no le anda a la zaga Murillo. Puede que esté convencido de que es así. Se basa en la autoridad que le merecen quienes saben.
Nos transmitía su sabia emoción profunda. Oyéndole, empezábamos o terminábamos de valorar a Murillo como se merece, aunque el valor, la presencia del valor Murillo y de Velázquez, intuido, estaba en Diego Coca, no en nosotros. Desde ella nos hablaba.
Lo cierto es, ya que no intuimos cuando queremos, que con los más altos valores de la escala valoral no cabe demostración como en matemáticas.
Y cierto que conviene, también, que sepan nuestros alumnos que la intuición es activa, que vamos hacia el valor, que podemos disponernos para que se nos dé, al modo como hicieron los israelitas ante un Jericó bien amurallado: técnica de poliorcética, de dar vueltas alrededor del valor, de rodearlo hasta que se derrumben sus murallas. Pasos de rodeo y acercamiento:
1 Aislar el objeto en que se da el valor. Nos plantamos ante él, silenciamos el resto.
2 Nos presentamos ante el objeto valioso en posesión de un equilibrio emocional y orgánico logrado, que ni el placer ni el dolor nos perturben. Libres de elementos pasionales o distorsionantes.
3 Leemos o frecuentamos a quien lo haya intuido o ensayado su intuición: libros geniales, autores consagrados.
4 Reflexionamos sobre el objeto: elementos, conjunto.
5 Realizamos el valor en lo que nos sea posible. Se intuye con más facilidad el valor de la fraternidad universal ayudando al emigrante o al desvalido.
6 Hay que contar siempre con la actividad inconsciente. En castellano decimos que hay que contar con la almohada.
CARLOS URDIALES RECIO
Maestro, coordinador de Teoría del conocimiento
Bachillerato Internacional
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