1 DE ABRIL DE 2014
NÚMERO TREINTA Y CUATRO
ÍNDICE
Pregón: Función personal y social del trabajo.
Reflexión de la mañana: Alegoría de la vida que se va. CUR
Nuestros maestros: Admiración y
memoria de Ángeles Galino. Teódulo G.R.
Leyendas
de María: Estampas líricas: Piedras como panes. Junto a las
aguas. Apuleyo Soto.
Soneto desde el sentimiento: Sufrir por alcanzar un sueño.
Á. Hdez
Rincón de Apuleyo: El que mucho duerme. Jilgueros, jilgueros. Apuleyo
Nuestro castillo interior: La Transpariencia, Dios, la
transpariencia J.R.J. E.
Malvido
Meta de nuestra Escuela: Meta: la Sabiduría. R. Duque
de Aza.
Teresa de Jesús 1515-2015: Teresa de Jesús en un siglo de gigantes. JMGB
Educación Física: La gimnasia neosueca IV. F. Sáez
EP 2014
FUNCIÓN PERSONAL Y SOCIAL DEL TRABAJO
Entre los conceptos que habrá que
revisar a fondo, si queremos de veras salir de la degradación que hace años
venimos arrastrando en España y en Europa, uno fundamental es el concepto de trabajo. Y esto ya desde
la Escuela.
A izquierda y a derecha, entre
vagos y diligentes y hasta entre cristianos al parecer hechos y derechos, se
suspira entre nosotros porque nos suene pronto la hora de jubilarnos del propio
trabajo e instalarnos así en un despreocupado retiro de por vida.
Habrá que volver los ojos a la
Biblia. El Cohelet es al respecto tajante y claro, el trabajo es la porción del hombre sobre la tierra: “No hay nada mejor para el hombre que comer
y beber y disfrutar de su trabajo.
También he observado que esto viene de la mano de Dios” (Ecl 2,24). El
trabajo, se nos dice en este libro sagrado que ni es malo ni es indiferente, que
“es don de Dios” (2,24 y 3,13).
Del deber social del trabajo nadie ha de sustraerse.
Habrá que volver a quienes nos
enseñaron de palabra o con el ejemplo que es falso que el hombre tenga que trabajar sólo si necesita ganarse
el sustento trabajando. El hombre se
cumple como hombre en su trabajo. El trabajo del hombre no es una
prestación forzosa para conseguir un salario. Es la tarea propia o “porción”
que prefiere el Cohelet: un deber moral y social al que nadie ha de sustraerse
mientras las fuerzas de la inteligencia o de las manos no se le desmayen.
Por otra parte, al fijar el
concepto de trabajo habrá también que corregir que entre cristianos siga
imperando una jerarquía de valores que lo clasifica por su condición liberal o
manual. Como si un profesor mereciera en ocasiones algo más que la
consideración de peón albañil de la didáctica y como si un albañil con
frecuencia no realizara una función social y humana más admirable que muchos
charlatanes de la educación, del foro o del periodismo.
La excelencia universitaria
ya es una recompensa social
Al ingeniero la sociedad le dio
la ocasión de serlo y una excelencia
universitaria que es una recompensa social que no tiene el minero que pica
en la mina desde su adolescencia. La carrera universitaria del primero si algo
tiene de mérito propio, tiene más de
deuda con la sociedad, que no contrajo el minero de este paralelo. La
sociedad está más en deuda con el segundo y, a este respecto, ha de pasar por
delante en una cristiana jerarquía de valores.
-Reflexión de la mañana-
ALEGORÍA DE LA VIDA QUE SE VA
El
anciano ha vuelto a la Roma de su juventud.
Ha
hecho a pie lento la Vía Sacra, con devoción de patricio romano. Se ha detenido
en el arco de Tito, en su intradós. Ha encendido en su mente el candelabro de
los siete brazos de la Jerusalén de sus nostalgias. Lleva en su imaginación las
batallas del emperador Trajano –“ante quien muda se postró la tierra”- que
revive la columna que saludaba a diario cuando era estudiante, de regreso del
Ateneo Lateranense.
Acaba
de subir a San Pedro ad Vincula. Se ha sentado en la escalinata de la entrada,
sobre uno de sus peldaños frente a Roma. Según se entra en el templo, a mano
izquierda está el sepulcro de uno de sus grandes amigos de la Historia, el
profundo Nicolás de Cusa. Lo siente cerca seguramente. Este rincón del mundo es
más suyo que otros.
Le
grava, como nunca, el peso de su vejez. El cielo plomizo de esta tarde le pesa
menos que su larga vida. Ha envejecido tanto. Lo experimenta. Lo sabe. Cuando
mira desde aquel alto la Roma de su juventud, ésta parece que le da en rostro.
La Roma
de los Césares, de los generales y oradores le reprocha. Se fio y fue una
locura creerse lo que entonces le pareció oír: “Tienes mucho tiempo. Toda una
vida por delante”.
De
tanto evocar el pasado, lentamente, se ha levantado y se sorprende a sí mismo
con la frente sobre el sepulcro de su amigo el de Cusa. Parece hundido. Le está
confesando a su amigo filósofo la pobre “explicatio Dei” que ha sido su vida.
No sabemos si el filósofo cardenal le mienta su “De docta ignorantia” y le
sugiere que vuelva a leerla ahora que mira atrás a la vida que se le va.
CUR
Maestro. Profesor de Teoría del conocimiento.
2. Ángeles Galino vivió hondamente el carisma de
Pedro Poveda y llegó a ser Directora General de la Institución Teresiana. De él
adquirió el saber y la pasión por la educación y a él –persona, proyecto y
escritos- dedicó fecundas horas de su investigación y estudio. Y, como Pedro Poveda, supo estar en ese tiempo
suyo comprendiendo el kairós irrepetible y descubriendo las
mejores posibilidades que le brindaba. Y a fe que las aprovechó. Y como
Directora de esa obra universal –la Institución Teresiana- sus variadísimos
contactos con otras culturas y los plurales encuentros con gentes de todos los
continentes ensancharon su corazón y su mente e hicieron amplias y plurales sus
ideas, mostradas en los fecundos años de su madurez.
No tuve la suerte de
gozar de sus cursos de Historia de la Educación en la Universidad Complutense;
en los años de mis estudios universitarios ella estaba volcada en la acción
política. Pero sí quiso el otro lado de la suerte que yo “cayera en
sus manos” al buscar padrino para la elaboración de la tesis doctoral. Ella me
acogió, me escuchó, valoró mi proyecto (que rechazó delicadamente por no ser un
tema estrictamente histórico), me ayudó a cavar en la tierra de la historia de
la educación española y me guio por
sendas más o menos conocidas hacia lo que
me dijo ser una veta de gran
valor. Y en este primer encuentro dimos con esa veta. Sólo por ese primer
contacto yo supe que estaba ante una persona sabia, ante alguien que conoce el
terreno y sabe dónde se encuentran las minas del saber. Después, en el proceso
de elaboración, los sucesivos encuentros eran para mí motivos de honda alegría
y gozosa esperanza. Ella prologó el libro que recogía la tesis y ella guardó
siempre el recuerdo de una obra “seria y magnífica”, como decía. Creo que
ejerció, sobre mí, como sobre otros muchos, una magnífica labor de magisterio.
3. Me gustaría
destacar algunas cualidades personales que, aun sin haber tenido un contacto muy
profundo y frecuente con ella, como digo, aparecían a primera vista para quien
la trataba: su alegría comunicativa, su optimismo contagioso, su palabra de
ánimo que engrandecía la palabra y el pensamiento del interlocutor, su amor por
la verdad y por los caminos certeros y originales que a ella conducen. Y en el
orden de la fe tampoco puedo aportar nada que no sea público, confesado por
unas y otras de sus discípulas, compañeras, amigas, hermanas… en el día de su
entierro y posterior funeral: su hondo calado espiritual, la fibra cristiana que
tanto trabajó, su entrega a todos en momentos y circunstancias gozosos o
difíciles, su ser persona de este mundo y entregada totalmente a Dios (“era una
mujer plenamente humana y toda de Dios”).
Enamorada de Cristo, siguió fielmente la llamada de Dios y de los
hombres y mujeres –especialmente mujeres- a quienes sirvió y a quienes transmitió
paz, alegría, optimismo y amor a la verdad.
Estampas líricas de la vida dela Virgen
Aún resuenan en nuestros oídos los pasos de uno de los grandes sabios de la Pedagogía, Robert J. Sternberg, profesor de la Universidad de Yale. Fue en 1997, en la solemne apertura del curso escolar de la Institución Educativa SEK (Orizana soñaba en los años 40 con celebrar la apertura de curso en nuestros centros con un desfile de mucetas y togas -oficio litúrgico laico de la Cultura-, acompañados por alguna gran figura mundial de la pedagogía del momento).
ADMIRACIÓN Y MEMORIA DE ÁNGELES GALINO
La noche del pasado 8 de marzo, Día
internacional de la mujer, mientras contemplaba yo en la TV un episodio sobre
la vida de Concepción Arenal, me comunicaron la muerte de Ángeles Galino. El
azar quiso unir a dos mujeres extraordinarias y pioneras, comprometidas con la
educación en su más hondo sentido. Yo conocía la enfermedad progresiva de
Ángeles y no sentí esa dolorosa sorpresa que produce lo inesperado y repentino;
más bien, me llegó la noticia como un golpe suave, como algo tristemente
esperado, como una definitiva separación que, aunque indolora, deja una honda
huella en el alma.
1. Ángeles Galino, teresiana del Padre Poveda, fue ante todo
una mujer que ha dejado una inmensa estela de sabiduría y de verdad. Es hoy una
imagen consagrada de nuestra pedagogía: fue la primera catedrática por
oposición -Historia de la Pedagogía- en
la Universidad española y abrió caminos
nuevos de presencia de la mujer en la vida intelectual de España; fue una
autoridad en Historia de la Educación, cuya investigación adquirió con ella una nueva dimensión; fue una profesora
que unía a la vez talento, sabiduría y cercanía. Fue también alguien que vivió y se
comprometió en ese difícil camino de la política: fue Directora General de
Enseñanzas Medias en los años de la Reforma educativa de 1970 e inspiradora de
modelos, paradigmas y programas que sirvieron a generaciones de educadores y
educandos. Supo estar en las alturas del pensamiento y de las grandes decisiones
(fue Consejera nacional de Educación), pero también en la tierra humilde y
fecunda, roturada con amor para hacer germinar la semilla de la dignidad de la
persona y del humanismo cristiano. La educación personalizada, que cultivó y
propició, es un testimonio de ello. Creo que España entera le debe mucho y que
el tiempo, lejos de olvidarla, hará que se agrande su figura y pueda apreciarse
su verdadera dimensión.
4. En la noche del 8 de marzo, terminado el episodio
televisivo sobre Concepción Arenal, sentí que, en medio de la tristeza, emergía
ante mí la figura de otra pionera, de otra gran mujer, alguien que, a pesar de su
muerte, no se había ido del todo. Ella, que mostró una estima sincera por
aquello que veían sus ojos, tocaban sus
manos o entraba en su corazón, se declaró siempre amante de la vida. Esto es la
mejor prueba de que, como alguien dijo en el funeral, “Ángeles Galino no fue, es”. Que ella, como tantos iconos de la educación y maestros de
verdad, siga inspirando nuestra verdad y alentando nuestra vida. Reciba nuestro
agradecimiento quien también supo estimar grandemente el carisma educador de La
Salle. Desde el “magisterio y estilo” que profesamos, rendimos un merecido
homenaje a quien vivió su universal y su particular magisterio con un estilo
difícil de igualar.
Teódulo GARCÍA REGIDOR
Profesor del Centro
Universitario La Salle
Estampas líricas de la vida de
en pos de Jesús hasta después de su muerte
ÍNDICE
I. Una niña en el Templo de Jerusalén.
II. Isabel, la prima que nada sabía.
III. Madre y Virgen como un cristal.
IV. La sed de la desterrada recién parida.
V. La bordadora nazaretana.
VI. Piedras como panes en el desierto de Judea.
VII. Junto a las aguas que lavan los pecados.
VIII. Falta vino en las bodas de Caná.
IX. María escucha el Sermón de la Montaña.
X. Los cabellos de la Magdalena.
XI. En casa de Marta, María y Lázaro.
XII. Iba Dios en un asnillo y María le seguía.
XIII. La invitada de la Última Cena.
XIV. Sudor de sangre en Getsemaní.
XV. En el Gólgota del Supremo Amor.
XVI. María, en el despertar de Dios.
XVII. La Virgen , en su asunción a los cielos.
Capítulo VI
JUNTO A LAS AGUAS QUE LAVAN LOS PECADOS
I
Fariseos, saduceos
y otros hijos de Abrahán
sienten que el Reino de Dios
está a punto de llegar.
Entonces corren a oír
al Profeta del Jordán.
En el río de la Vida
se halla predicando Juan.
Viste pelo de camello;
langostas son su manjar;
con un ceñidor de cuero
cubre su cintura albal.
-Yo no soy el Cristo, hermanos,
pero el Cristo está al llegar.
Yo os bautizo con el agua,
pero escuchadme, mirad,
aquel que yo desatare
las sandalias, él será.
Lavaros de los pecados
y Él el perdón os dará.
II
Entra el Kyrios en el agua,
partida como un cristal.
El Bautista se resiste:
-Eres Tú mi Autoridad.
¿Qué es lo que pides de mí,
indigno e impuro mortal?
-Déjale hacer a mi Padre.
Hágase su Voluntad.
Luego se acerca la Madre,
María, la Manantial:
-Echa sobre mis cabellos
ese divino maná.
Los cielos se abren entonces.
Ha empezado a desplegar
el Espíritu sus alas
de Paloma universal.
II
Treinta años cumple el Señor,
el hijo del Carpintero.
Treinta años lleva a la sombra
de su Madre el Nazareno.
La muchedumbre se asombra
de prodigio tan extremo:
-Dinos, Juan, ¿qué hemos de hacer
para seguir al Maestro?
-El muy pronto os lo dirá.
El alza en su mano el bieldo
que separará la paja
de los granos frente al viento.
Ha comenzado en Judea
la siembra del Evangelio.
Desde hoy el pueblo de Dios
será el universo entero.
III
Han apresado al Bautista.
Herodías ha pedido
su cabeza. Salomé
baila desnuda, y el vino
se derrama por palacio
en copas de oro finísimo.
Una voz se apagará
pero otra ha dado principio.
todo esto se predijo.
Y ya no habrá más profetas
que Dios, que está aquí Dios mismo.
La Virgen deja a Jesús
rodeado de discípulos,
pero a distancia le sigue
porque es su Niño, su Niño.
Capítulo VII
PIEDRAS COMO PANES EN EL DESIERTO DE JUDEA
I
Antes de lanzarse al mundo
el verdadero Profeta,
se fue a ayunar al desierto
entre el áspid y la piedra.
¡Qué días más largos, Dios,
y qué noches más inmensas!
El corazón, en un puño
y la boca seca, seca.
El Redentor de las almas,
como un granito de arena,
duerme al raso de los cielos
y convive con las fieras.
La Virgen, como es tan Madre,
le sigue de pena en pena,
aunque esto nadie en papiros
ni en otros medios lo cuenta.
II
Cuarenta días, cuarenta
noches de amargura van.
Luzbel desata una risa
de rojo siena y coral:
-Si te tiras desde el monte,
las piedras panes se harán.
Si te postras ante mí,
será tuya la ciudad…
Jerusalén es un ascua
de dinero y liviandad;
escribas y fariseos
recogen el manto a Anás.
La Virgen mira a Jesús;
su mirada es leche albal.
El diablo, por diablo sabe
que no triunfará jamás.
III
Del pináculo del Templo
se esfuma el último sol:
-Escrito está que los ángeles
te cogerán en su albor
y no te quebrantarás
ni una uña, mi Señor.
Haz la prueba y lo verás.
Los ángeles son legión.
Satanás vuelve a reír.
Un supremo resplandor
ciega sus ojos y Cristo
pasa sobre él como un Dios.
Con un rosado candor,
al Hijo de sus entrañas
le da un beso de dolor.
En la explanada del Templo
se oye la divina voz:
-El que esté limpio de culpa
que me siga….Hay un rumor
de salvación en el aire,
en el aire de Sión.
Cristo abre los corazones
con la llave del perdón.
Poesías cristianas aberrantes
LA TRANSPARENCIA, DIOS,
LA TRANSPARENCIA
Dios del venir, te siento entre mis manos;
aquí estás enredado conmigo, en lucha
hermosa
de amor, lo mismo
que un fuego con su aire.
No eres mi redentor, ni eres mi
ejemplo,
ni mi padre, ni mi hijo, ni mi
hermano;
eres igual y uno, eres distinto y
todo;
eres dios de lo hermoso conseguido,
conciencia mía de lo hermoso.
Yo nada tengo que purgar.
Toda mi impedimenta
no es sino fundación para este hoy
en que al fin te deseo;
porque estás a mi lado,
en mi eléctrica zona,
como está en el amor el amor lleno.
Tú, esencia, eres conciencia, mi
conciencia,
y
la de otro, la de todos,
con forma suma de conciencia;
que la esencia es lo sumo,
es la forma suprema conseguible;
y tu esencia está en mí, como mi
forma.
Todos mis moldes, llenos
estuvieron de ti; pero tú, ahora,
no tienes molde, estás sin molde;
eres la gracia
que no admite sostén,
que no admite corona,
que corona y sostiene siendo ingrave.
Eres la gracia libre,
la gloria del gustar, la eterna
simpatía,
el gozo del temblor, la luminaria
del clariver, el fondo del amor,
el horizonte que no quita nada;
la transparencia, dios, la
transparencia,
el uno al fin, dios ahora sólito en
lo uno mío,
en el mundo que yo por ti y para ti
he creado.
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Juan Ramón Jiménez (1881-1958) no sólo destaca por la belleza estilizada de su
poesía, sino también porque en su poesía se puede observar todo un proceso de
ascensión a la Trascendencia, a Dios. Según palabras, ortografía incluida, del
poeta de Moguer: “lo poético lo considero como profundamente relijioso, esa
relijión inmanente sin credo absoluto que yo siempre he profesado”.
Los críticos
distinguen tres etapas en la larga producción poética de Juan Ramón Jiménez: una primera etapa en la que el poeta describe
la naturaleza desde su yo izado en éxtasis de amor y de belleza; en la segunda
etapa, el galardonado con el premio Nobel de literatura en 1956 hace
conscientes en su conciencia los colores, los olores, los sonidos, los latidos
de vida… de la naturaleza; en la tercera etapa, Juan Ramón Jiménez alcanza la comunión de su conciencia con la
Conciencia universal, eterna, transparente de la divinidad. Es la etapa que el
propio poeta califica de “mística panteísta”.
No hay duda de que el
poema transcrito arriba pertenece a esta última etapa. El poeta viene a decir
que sólo hay diferencia de grado entre su conciencia siempre ampliándose y la
Conciencia enteramente ampliada de Dios: “eres igual y uno, eres distinto y
todo”; “Tú, esencia, eres conciencia, mi conciencia”; “el uno al fin, dios
ahora sólito (=usual) en lo uno mío”…
Esta negación de la
diferencia entre quien es la Belleza (Dios) y el fino catador y saboreador de
la Belleza (el poeta onubense) tiene un nombre: panteísmo, que la fe cristiana
tacha de herejía. El poema que estamos comentando se detiene en la unión y
comunión panteísta del poeta con la Conciencia luminosa y esencial del “dios
deseado y deseante”, por lo cual hay que
evaluarlo como una plegaria cristiana aberrante.
Pero felizmente hace
unos años fue descubierto un poema de puño y letra de Juan Ramón Jiménez que marca una nueva y definitiva etapa en la
relación de la conciencia del poeta con la Conciencia de Dios: en ese poema el
poeta declara asombrado que el “dios deseado y deseante” de su conciencia se ha
encontrado “al cabo de los cabos” ante un DIOS con mayúsculas, diáfanamente
diferente del dios panteísta anterior. Cito tan sólo 9 versos de los 37 que
tiene el poema:
el dios deseado,
-¡el dios deseado y deseante!-
me trae este Dios,
un dios DIOS tan DIOS,
¡un dios: DIOS DIOS DIOS!
… que al cabo de todos los cabos,
que al borde de todos los bordes
un día encontramos.”
No hay en todo el
parnaso español ningún otro poeta que haya recorrido como Juan Ramón Jiménez todas las etapas de acceso a la Belleza divina
(“via pulchritudinis”) ni que las haya vivido como él tan precisa y preciosamente a lo largo de su
existencia, reflejándola al mismo tiempo en su creación poética.
Eduardo Malvido
Maestro, catequista y teólogo
Robert J. Sternberg |
Aún resuenan en nuestros oídos los pasos de uno de los grandes sabios de la Pedagogía, Robert J. Sternberg, profesor de la Universidad de Yale. Fue en 1997, en la solemne apertura del curso escolar de la Institución Educativa SEK (Orizana soñaba en los años 40 con celebrar la apertura de curso en nuestros centros con un desfile de mucetas y togas -oficio litúrgico laico de la Cultura-, acompañados por alguna gran figura mundial de la pedagogía del momento).
.
Robert J. Sternberg es judío. Parecía conocer bien los libros sapienciales del Viejo
Testamento. Al cabo de los años a mí me parece que solo vino a decirnos una
sola palabra, la que aún nos resuena cuando recordamos el hecho de su paso por
Madrid, la palabra SABIDURÍA.
Con esta sola palabra nos venía a
decir que pensábamos bien al plantearnos nosotros que la transmisión de conocimientos no puede ser la última meta del
magisterio. Que la última meta es la Sabiduría. Decía el profesor que hoy almacenamos
en nuestra mente muchos conocimientos que ni podemos usar. Haciendo una media,
hoy día los individuos sabemos más que se sabía en el pasado, los resultados
que arrojamos frente determinados tests son mejores. Pero, preguntaba: ¿pensamos
mejor?, ¿escribimos mejor?, ¿vivimos mejor?
La
creatividad nos es sumamente importante, pero insuficiente. También
en esto coincidíamos. No nos garantiza una vida equilibrada, saludable y acorde
con las estrellas de nuestro destino.
Por nuestra cuenta, más allá del
judío Sternberg, añadimos: ni
siquiera los valores cristianos de solidaridad y bondad nos son suficientes.
Requieren una habilidad y un esfuerzo para aplicarlos a la vida concreta,
personal y social, que solo su intuición y admiración no garantizan.
De acuerdo, profesor Sternberg: la
meta de nuestro magisterio, de todo magisterio, es o habría de ser la SABIDURÍA.
¡Qué grandiosa idea no tendrían los bizantinos de la
Sabiduría que levantaron en Constantinopla el impresionante templo de Santa
Sofía, en su honor y culto! “Salomón, te vencí”, exclamó Justiniano el 24 de
diciembre del año 563, en la noche de la consagración de Santa Sofía como
basílica cristiana.
RAMIRO DUQUE DE AZA
Maestro. Profesor de Teoría del conocimiento
Bachillerato Internacional
1515-2015
SANTA TERESA
DE JESÚS Y SU TIEMPO
CRONOLOGÍA EN UN SIGLO DE GIGANTES
Nos acercamos al quinto
centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia, reformadora
del Carmelo, extraordinaria mujer y espectacular encarnación del alma de Castilla y de España,
sujeto, al mismo tiempo, de un extraordinario misticismo y de una vida llena de
pragmatismo y acción.
Doctora de la Iglesia por su
extensa obra escrita, constituye
además un modelo literario de la mejor
calidad lingüística por la riqueza y densidad
de su vocabulario, por su expresión clara, concisa y directa en el mejor y más castizo castellano. Unamuno se dormía
todos los días con su autobiografía entre las manos...saboreando su pensamiento
y su dicción.
Nos estamos acercando al
cuarto centenario de su nacimiento, marzo de 1515 y ya está confirmada la
visita a nuestro país del actual papa Francisco para conmemorar, a nivel de
cristiandad, tan grande acontecimiento.
Como contribución personal a
enaltecer una efeméride tan memorable,
me he tomado la tarea de situar su vida
en el entramado cronológico histórico de personajes y hechos importantes de su
siglo. Pues si es verdad que ella fue una de sus personalidades más
brillantes, no es menos cierto que en su
siglo convivieron, como en ningún otro
hasta entonces, emperadores y reyes, filósofos y pensadores, genios artísticos
y literarios, inquietos reformadores religiosos y sociales, descubridores intrépidos
de un mundo hasta entonces desconocido, conquistadores atrevidos, colonizadores
y aventureros en gran número, al punto de hacer entre todos, nuestro gran Siglo de Oro, en el que los agentes más señalados y
los mejores fueron españoles. Y entre ellos, nuestra Santa.
Mi trabajo ha consistido en situar los años de su vida en el acontecer de su
tiempo y destacar los hechos que corrían paralelos al discurrir de su vida en
las mismas fechas y en el ámbito nacional, europeo, americano, religioso, político,
cultural, artístico y social y por vez primera vez en un mundo global,
recientemente descubierto y comprobado.
Lo que persigo con este
trabajo es conseguir una idea más exacta y un juicio más correcto y adecuado de la
grandeza de la figura de santa Teresa, examinando
el entramado histórico riquísimo en que vivió, lleno de graves problemas
políticos y sociales, de cambios religiosos traumáticos, de atrevidas reformas,
de nuevas ideas filosóficas y morales, de constantes luchas internacionales, de
apasionados hechos heroicos, de nuevos y
exóticos descubrimientos, de lejanas conquistas, de grandes misioneros en las
tierras recién descubiertas y de grandes artistas, arquitectos y literatos que cruzaron por su vida en un siglo enmarañado y cambiante,
como quizás hasta entonces nunca se había dado.
Ojalá que mi esfuerzo
contribuya en algo al fin perseguido; por poco que fuera me daría por muy
satisfecho.
JOSÉ MANUEL GUTIÉRREZ BRAVO
Doctor en Historia. Ex director Universidad Laboral de Toledo
Ver
CRONOLOGÍA DE SANTA TERESA (I) en “PÁGINAS", AFDA 34.
GIMNASIA NEOSUECA IV
Johannes Lindhard. |
El movimiento gimnástico denominado Gimnasia
neosueca presentó diversas vertientes. Una es la técnico-pedagógica,
tratada hasta ahora. Pero hubo otra, la científica, que le dio a la gimnasia un
carácter de mayor nivel, puesto que se basaba en la fisiología médica de
primera línea.
Esta vertiente científica queda personificada
en Johannes Lindhard (1870-1947). Danés. Médico. Enseñó anatomía y fisiología en
el Instituto de Gimnasia Médica. Fomentó la Asociación de Gimnasia como un
alumno más, algo insólito en aquellos tiempos para un médico. Participó en la expedición
danesa a Groenlandia como médico y fisiólogo, desde 1906 a 1908. Realizó
investigaciones sobre la fisiología de la respiración y la circulación. Fue
Director del Laboratorio de Fisiología de la Gimnasia y, posteriormente, fue director
del Instituto de Gimnasia del Estado.
Lindhard publico varias obras
relacionadas con el campo de la fisiología. Citamos algunas para mostrar la
línea de sus trabajos: Teoría Especial de la Gimnasia (1938), Fisiología
General Muscular (1941), Terapéutica de los movimientos (1941, Algunas
investigaciones sobre el origen de la
gimnasia médica sueca (1945).
Influyó para que la gimnasia
fuese una asignatura más en la carrera de Profesor Agregado, lo que le dio rango
universitario. Profesores de filosofía, de matemáticas o de ciencias enseñaban
también gimnasia con el consecuente prestigio social para esta asignatura,
además de conferirle un carácter integral y armónico a los planes educativos.
Antes que él, el conocimiento científico sólo aspiraba a entrar en el
área científica de Ling; la gimnasia estaba organizada de manera estructural;
había pseudocientifismo. Gracias a su aportación, la gimnasia adquirió mayor
consideración, al tener nivel universitario y entrar en el mundo científico.
Encauzó hacia la ciencia lo que solamente era empírico.
No obstante, pesaba en él la carencia de no pertenecer al área
técnico-práctica. Fue excesivamente crítico con el mundo de la gimnasia
práctica. Consideraba a los profesores de gimnasia como inferiores; quizás por
que padeció autosuficiencia y desconsideración hacia los demás. Las críticas
negativas emitidas hacia ellos, incluso contra P.H. Ling y contra Niels Bukh,
fueron desproporcionadas.
El rechazo que dichas críticas
causaron en el ámbito de la gimnasia hizo que su obra, muy buena, no fuera
reconocida ni aceptada entonces lo suficiente;
aún sigue teniendo valor.
Pero Lindhard, con sus críticas y su desprecio
hacia el profesor de gimnasia, había dejado una carga de profundidad
cuyos efectos perduran. El profesorado
actual de EF, el español al menos, mantiene un cierto sentimiento de carencia
científica, ya no propia sino de la asignatura de EF. Considera que el alumnado
escolar debe tener unos conocimientos teóricos de fisiología y de teoría del
entrenamiento, equivalentes a los de otras disciplinas del programa; sin
terminar de valora la gran importancia que la praxis de esta asignatura
contiene.
El profesorado
de EF imparte algunas clases teóricas, como si de Ciencias Naturales se
tratase; cuando lo esencial de esta asignatura es la de formar y crear hábito
de ejercicio y de esfuerzo físico en la población escolar. ¡En estos tiempos en los que la población en
general tiene tendencia a la inactividad y al sobrepeso! El ejercicio físico es
hoy, una cuestión de salud pública. Unas pautas teóricas, según ejecutan la
práctica, serían suficientes para que el alumnado asimilase los fundamentos que
le ayudasen a interpretar el esfuerzo; se cumpliría así la exigencia marcada
por los planes oficiales sin necesidad de robarle horas a la práctica.
Francisco Sáez
Universidad
de Vigo