CORONACIÓN DEL MÉTODO
PRIMER ENSAYO DEL BACHILLER (V)
Como ejemplo: LA NOCHE
FASE B
3. PROPEDÉUTICA LITERARIA (B)
OTROS POEMAS NOTABLES SOBRE LA NOCHE
- LOS SIETE PRIMEROS -
💢Al poeta, si de hecho lo es, se le ha dado entrada laboriosa, pero libre, a la entraña de las realidades. A variados poemas que ha producido la historia de la literatura habrá de ir a buscar el aprendiz de ensayista, en el caso concreto de la noche, la entraña de la noche sobre la que versa su ensayo.
💢Uno a uno, los poemas bien seleccionados los llevará a la mesa de operaciones, les someterá al túnel de las resonancias magnéticas, les hará placas de rayos X y, por seguir la alegoría médica, les extenderá la ficha completa de su natural expresión espontánea y más interior, fenómeno y noúmeno.
💢De un poema a otro habrá que variar la técnica de análisis, como quería Dámaso Alonso, para que no se le escape la revelación que supone la singular intuición poética de cada autor sobre el fenómeno de la noche.
💢El aprendiz de ensayista encontrará informaciones que le den pistas en su labor de asalto a la noche desde el poema. Le serán útiles. Habrá de comprobar su carga de verdad y anotarla. Aquí le apuntamos algunas informaciones sueltas. Él habrá de sistematizar lo que encuentre de valioso y elaborar con esas ajenas informaciones y su criterio personal, la entraña y las características de la noche en cada poema.
💢Para mayor inteligencia del poema, le ayudará al aprendiz establecer un correlato con otras formas de expresión que no sean las literarias (música, escultura, arquitectura, pintura…), como se hace aquí con la oda a la noche de José Luis Borges: encontrarle verso a verso una foto que los exprese uno a uno.
1. NOCHE OSCURA DEL ALMA
San Juan de la Cruz, místico reformador del Carmelo con Santa Teresa, doctor de la Iglesia, sabe que los principiantes de la vida interior religiosa progresan en perfección atravesando la “noche del sentido”, que les purifica y alcanza “la divina unión con Dios” a través de tremendas purificaciones en que consiste la “noche del espíritu”.
Más allá de esta oscura noche del sentido y del espíritu, “horrenda noche”, pasadas las moradas sexta y séptima de Santa Teresa, está la “unión transformativa” y así la noche oscura resulta también noche maravillosa, “amable más que la alborada”.
En una noche escura, con ansias en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada. A escuras y segura por la secreta escala, disfrazada, ¡oh dichosa ventura!, a escuras y en celada, estando ya mi casa sosegada. En la noche dichosa, en secreto, que nadie me veía ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía sino la que en el corazón ardía. Aquesta me guiaba más cierto que la luz del mediodía, adonde me esperaba quien yo bien me sabía, en parte donde nadie parecía. |
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¡Oh noche, que guiaste; oh noche amable más que el alborada; oh noche que juntaste Amado con amada, amada, con el Amado transformada! En mi pecho florido, que entero para él solo se guardaba, allí quedó dormido, y yo le regalaba y el ventalle de cedros aire daba. El aire del almena, cuando yo sus cabellos esparcía, con su mano serena en mi cuello hería y todos mis sentidos suspendía. Quedéme y olvidéme, el rostro recliné sobre el Amado; cesó todo y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado. |
San Juan de la Cruz, Noche oscura del alma
San Juan de la Cruz compone los siguientes versos de inquietante belleza y fuerza interior en la larga noche de su prisión en Toledo. La fe ilumina su noche.
La experiencia es mística. Orden superior. El alumno lee lo que tiene delante, el caso de una joven (la amada o la esposa) que desea el amor de su amado o esposo. Y ha de ver a lo que el poeta simboliza, al alma que se alegra de conocer a Dios en la noche de la fe, conocimiento divino.
“Fuente y noche”, contradictorias, transparencia y oscuridad.
El agua que sale de la roca es como el surgir del misterio. La noche fuerza oculta que fermenta el devenir. En San Juan de la Cruz nunca es negativa.
Siempre es de noche para la fe.
¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,
aunque es de noche!
I
Aquella eterna fonte está ascondida.
¡Que bien sé yo do tiene su manida
aunque es de noche!
II
Su origen no lo sé pues no le tiene
mas sé que todo origen della viene
aunque es de noche.
III
Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beben della
aunque es de noche.
IV
Bien sé que suelo en ella no se halla
y que ninguno puede vadealla
aunque es de noche.
V
Su claridad nunca es escurecida
y sé que toda luz de ella es venida
aunque es de noche.
VI
Sé ser tan caudalosos sus corrientes,
que infiernos cielos riegan y a las gentes
aunque es de noche.
VII
El corriente que nace desta fuente
bien sé que es tan capaz y omnipotente
aunque es de noche.
VIII
El corriente que de estas dos procede
sé que ninguna de ellas le precede
aunque es de noche.
IX
Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida
aunque es de noche.
X
Aquí se está llamando a las criaturas
y de esta agua se hartan, aunque a escuras
porque es de noche.
XI
Aquesta viva fuente que deseo
en este pan de vida yo la veo
aunque es de noche.
Cantar del alma...
San Juan de la Cruz compone esos veros de inquietante belleza y fuerza interior en la larga noche de su prisión en Toledo.
3. LA NOCHE Y EL POETA ROMÁNTICO
El poeta romántico reacciona sentimentalmente frente a la noche. No la desentraña. Le conmueve.
CHOPIN NOCTURNO
A mi amigo el notable pianista Narciso L. Salicrup
(en
su día - 1893)
Es media noche... la vecina selva,
la playa, el monte, el mar... todo es silencio!
Y el artista, la frente enardecida,
en el jardín, a solas con sus sueños.
Como notas de luz en el pentagrama
inmenso de los cielos,
se miran las estrellas esparcidas
por el Eterno Artista... Los abetos,
los pinos melancólicos, los sauces,
como a gigantes liras hiere el viento;
¡Extraña sinfonía de los bosques
acompañando el himno de los cielos!
Puesto el oído al eco de la noche,
a la voz de las ondas y los vientos,
viajera el alma en el país brumoso
de lejanos, tristísimos recuerdos,
el grande artista sueña... ya lo invade
la inspiración del genio,
la encarnación del arte
ya informa el ideal de su cerebro...
Después... febril, apasionado, loco,
luz en los ojos y en la frente fuego
intérnase en la sombra
el gran salón desierto...
Y acariciando el piano adormecido
le cuenta sus ensueños...
Escuchad!... ¡es el canto de los astros,
la armonía del alma y de los cielos!
Carlos Borges, venezolano
4. EN LA NOCHE NOS VISITAN FANTASMAS ALEGRES
El poeta romántico siente la noche y reacciona ante ella sin penetrar dentro de su realidad. Vaga y le rodea y envuelve la noche y, libre, se deja llevar de su fantasía.
Con frecuencia le gustan los ambientes nocturnos de tenue encanto, los ensueños, lo crepuscular, indefinido y mágico.
Zorrilla, que es siempre musical, ve así a la noche:
Me han dicho que en la noche silenciosa
Los espíritus vagan en el viento,
Que flotan en la niebla misteriosa
Sílfides blancas de aromado aliento,
Que las aéreas sombras bienhadadas
De los que eran aquí nuestros amigos,
Vienen sobre las brisas desatadas,
Del nocturno reposo a ser testigos.
Me han dicho que en los bosques apartados,
En las márgenes frescas de los ríos,
Por el agua y las hojas arrullados,
En torno de los árboles sombríos,
Danzan alegres, de su paz gozando,
Y a los que en vida, con afán querían,
Desde la turba de su alegre bando
Ilusiones dulcísimas envían.
Y dicen que esos son los halagüeños
Fantasmas que en la noche nos embriagan,
Esos los blancos y amorosos sueños
Que en nuestra mente adormecida vagan.
Tal vez será verdad; vendrán acaso
Nuestra vida a endulzar esas visiones,
Y de una estrella al resplandor escaso,
Entonarán sus mágicas canciones.
Sí; tal vez a sus madres amorosas
Colmarán de purísimos cariños
Las transparentes sombras vaporosas
De los risueños inocentes niños.
Orientales. José Zorrilla
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5. NOCHE,
CANSANCIO Y MUERTE, ORACIÓN, DOLIENTE La poetisa chilena le abre un campo de imágenes nuevo a la noche, la Pasión y Muerte de Cristo, negra noche, humana noche del alma paralela a la noche de la Pasión y Muerte. Mira a sus adentros y ve desfilar, con detalles concretos –costado abierto, el beso de Judas, el lienzo de la Verónica…-, dentro de su amargura el relato de la pasión de los evangelistas. En la Pasión de Cristo Dios se ha olvidado de su Hijo, lo ha abandonado. Su pregunta síntesis del poema es la misma: “¡Padre… por qué me has desamparado!” NOCTURNO Padre
Nuestro, que estás en los cielos,
¡por qué te has
olvidado de mí! Te acordaste del fruto en febrero, al
llagarse su pulpa rubí. ¡Llevo abierto también mi
costado, y no quieres mirar hacia mí!
Te
acordaste del negro racimo, y lo diste al lagar carmesí; y
aventaste las hojas del álamo, con tu aliento, en el aire
sutil. ¡Y en el ancho lagar de la muerte aun no
quieres mi pecho oprimir! Caminando vi abrir las
violetas; el falerno del viento bebí, y he bajado,
amarillos, mis párpados, por no ver más enero ni abril. Y he apretado la boca, anegada de la estrofa que
no he de exprimir. ¡Has herido la nube de otoño y
quieres volverte hacia mí!
me negó por la túnica ruin. Yo en mis
versos el rostro con sangre, como Tú sobre el paño, le di, y en mi noche del Huerto, me han sido Juan cobarde y
el Ángel hostil. Ha venido el cansancio infinito a
clavarse en mis ojos, al fin: el cansancio del día que
muere y el del alba que debe venir; ¡el cansancio del
cielo de estaño y el cansancio del cielo de añil! Ahora
suelto la mártir sandalia y las trenzas pidiendo dormir. Y
perdida en la noche, levanto el clamor aprendido deTi: ¡Padre
Nuestro, que estás en los cielos, por qué te has olvidado
de mí! Gabriela
Mistral, chilena
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¡Cómo volaba el pensamiento mío!...
Fue un dulce anochecer. Se adivinaba
por su rumor, bajo la peña, el río,
y la mano del viento preludiaba
un aria triste en el pinar sombrío.
Como una bruma de melancolía,
no sé qué dulce calma bienhechora
pasó rozando con el alma mía...
Tú que en mí estás, mujer a toda hora,
¡nunca has estado en mí como aquel día!
Quise gritar mi pena.
Y ante la soledad de los caminos
alfombrados de luna y la serena
quietud de muerte de la noche, llena
de olor de flores y rumor de pinos,
" ¡La quiero! ", dije con fervor sincero.
" ¡La quiero! ", repetí y el aire blando,
con un rodar de voces, fue gritando
desde la sierra hasta el pinar: " ¡La quiero!..."
Callé y calló la noche. El alma mía
volvió a encerrarse en la melancolía
de este secreto amor hondo y austero,
que nadie sabe y del que nada espero...
¡Sólo lo supo el agua que corría
y una flor desvelada, que tenía
una cita de amor con un lucero...!
José María Pemán
CARLOS URDIALES RECIO
Maestro. Profesor de Lengua y literatura
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