1 DE MARZO DE 2014
NÚMERO TREINTA Y TRES
ÍNDICE
Pregón: Dios es mayor que nuestro corazón.
Reflexión de la mañana: Alegoría del amurallamiento de la libertad. CUR
Con la lengua al retortero: De ayer a hoy. Lenguaje. ¿Deterioro o progreso? Teódulo G.R.
Nuestra escuela de vanguardia: Cara y cruz, superficie y
filosofía del Magisterio. R. D. de A.
Leyendas de María: Estampas líricas: La sed de la desterrada. La
bordadora. Apuleyo Soto.
Soneto desde el sentimiento: Niños soldados Á. Hdez
Rincón de Apuleyo: Al
caminante don Antonio Machado. Apuleyo
Nuestro castillo interior: Credo. León Felipe. E.
Malvido
Leímos, oímos, vimos…: De aquí y de allí. Viviremos y trabajaremos con
robots. JMGB
Educación Física: La gimnasia neosueca III. F. Sáez
EP 2014
QUE NUESTRO CORAZÓN”
En la primera carta del apóstol San Juan (1 Jn 3,20) hay una afirmación que la filosofía y la teología cristianas deberían grabar en oro, con letras enormes, en el frontis de sus centros docentes y de sus templos de culto: “Dios es mayor que nuestro corazón”. En su lugar también podrían leerse las tres palabras con las que empieza la profesión de fe del credo de los Apóstoles, de similar fuerza: “Dios Padre Todopoderoso” (Omnipotente, Padre y Dios).
Partiendo de esta realidad -como
en la Academia de Platón, entregado el aval que acreditaba la propedéutica
Geometría, se podía pasar al aprendizaje propio de la Escuela-, ya podremos abordar las honduras de la
sabiduría cristiana y no cristiana, los grandes problemas del hombre y del cosmos,
el secreto y la auténtica verdad de sociedades, personas y cosas, de nuestra historia
y de nuestra personal existencia.
Toda
realidad es más grande de lo que parece,
porque
Dios es mayor que cuanto imaginamos.
La verdad de nuestra persona y de
su circunstancia, de las peripecias ocurridas en el tiempo y de las inmutables verdades
eternas se levanta y cobra entidad en el Dios mayor que nuestro corazón, que
además de ser Dios, es Padre y es
Todopoderoso.
Por no partir de este cimiento, nos
sabemos poca cosa por dentro. Y desde fuera, se nos denigra, se nos recorta y,
en determinados lugares, se nos elimina por
cristianos. Somos la burla del “Progresismo”. ¿Se atrevería a burlarse el
Diablo si nos viera seguros de que nos regala el Cielo la marcha por el Camino
que se escribe con mayúscula?
Como
españoles se nos ve, sin razón, como una histórica rémora de los
pueblos. Y hasta nosotros nos llegamos a avergonzar de haber terminado la
Reconquista y expulsado al Islam de nuestra Patria, de haber conquistado y
cristianizado al Nuevo Mundo, de ser luz de Trento (“La España de Trento era
brillantísima”, decía hace unos días el historiador Fernando García de
Cortázar), de haber derrotado en el siglo pasado al Comunismo… etc.
Una visión pesimista que se nos
quiere imponer desde fuera de nosotros nos enturbia los ojos. Es vieja esta lacra
que consentimos. En su Dragontea Lope se queja de que España con tantas y
grandes hazañas no tiene quien las cante.
Pero, lavados los ojos a la luz
de la fe y de la auténtica realidad de las cosas, Dios es nuestro garante de lo
que fue magno y de lo que vimos hermoso y tuvimos, sin errar, por grandeza de
España y de nuestro Cristianismo, el católico, es decir, el universal.
¡Qué grandiosa la Historia de la Iglesia y la Historia de España precisamente
porque Dios es mayor que nuestro corazón y además de Todopoderoso, es Dios y es
Padre!
-Reflexión de la mañana-
ALEGORÍA DEL AMURALLAMIENTO DE LA LIBERTAD
Interior del castillo de Davalillo. San Asensio. La Rioja. |
Sin consideración, sin piedad, sin rubor, jurando que se nos protegía, se nos ha cercado de altas y sólidas murallas.
Estamos cercados.
Ahora permanecemos reducidos al rincón de nuestra soledad, maldiciendo nuestro destino: nuestra esclava suerte y la pérdida de nuestra libertad en nombre del Orbe del Bienestar que nos ahoga.
Teníamos muchas cosas por hacer. La ciudad de Dios que edificábamos necesitaba que fueran hechas. Estábamos prestos a hacerlas. Las estábamos haciendo. Nos han comido un terreno que ya no tenemos.
No nos dimos cuenta de que nos estaban levantando gruesos y altos muros.
No vimos a los obreros que colocaban las piedras una encima de otra, ni oímos sus voces.
En silencio, poco a poco, nos tapiaron para los demás.

De hecho es como si estuviéramos atados de pies y manos, pues que nuestros brazos en sus movimientos libres terminan chocando con la muralla.
Se acabó la libertad de movimientos. Todo acá dentro está legislado y sancionado, atado y reatado, amurallado. La libertad ha muerto. En adelante, parece que no nos queda más recurso que el mero sobrevivir al dictado.
![]() |
Castillo de Muness, Escocia |
Se nos ha prescrito lo que debemos trabajar, lo que debemos consumir, lo que debemos pensar hasta sobre la historia que hemos creado y vivido… y, a nosotros, maestros, se nos prescribe lo que debemos enseñar (*) paso a paso… No hay lugar para la iniciativa de antaño.
Pero... ¡nadie lo olvide!- nos queda, en lo alto, el cielo… que intentarán cubrirnos.
¡Oído al parche! ¡No saben de lo que aun así, amurallados, somos capaces!
Que lo que no se amuralla, que no se puede reducir, es la “Santa Causa” a la que servimos.
CUR
Maestro. Profesor de Teoría del conocimiento.
(*) Enseñanza. Por ejemplo. Hubo un
tiempo en el que teníamos escuelas a nuestro aire, con programas que nosotros
nos trazábamos en función del mundo al que servíamos, en las que impartíamos
las disciplinas concretas que necesitaban nuestros alumnos concretos. En clase podíamos
tener 76 gaditanos si nuestro buen hacer lo aguantaba… Hoy esto, se acabó. No
nos han dejado espacio para nuestras alas. Al revés, reducidos a ordenamiento de
“democrático progreso",
por fuerza
hemos de contar solo con lo legislado y sancionado, atado y reatado,
amurallado.
1.- Hace unas semanas CUR se
quejaba en un correo de que las buenas de las monjas de Monserrat escribían
hermosos comentarios al Evangelio del domingo, pero que lo hacían en un
castellano mejorable. Y ponía algunos
ejemplos… Le asistía y le asiste toda la razón; porque –a mi entender y a mi
sentir- padecemos, ahora quizás con una virulencia mayor que antes, una pobreza
o una de-formación del lenguaje que a algunos nos ocupa y nos preocupa. Quienes
nos educamos hace tiempo en un clima en el que predominaba el rigor, puede que ahora nos
cueste aceptar ciertos hechos que manifiestan escasez o incluso desprecio del
mismo; si, además, construimos nuestra
personalidad docente en un magisterio
rico en estilo y abundantes en señales
del buen decir y del mejor escribir (aunque no podamos proponernos como
modelos) nos extraña comprobar cómo se
utiliza el lenguaje y cómo se expresan muchos que debieran al menos ser respetuosos con
ese tesoro que es la lengua.
Cuando, como profesor de
Magisterio, tengo que decir a los finalistas de la carrera que yo no soy un
“corrector de pruebas” de imprenta o que sus trabajos no son “dictados” que se me entregan para “ser corregidos”
(hablo de la Memoria de Prácticas o
del Trabajo de Fin de Grado…) experimento una
sensación de desagrado y de tristeza: no son pocos los alumnos finalistas que
ignoran lo que es escribir, que dominan torpemente su propia lengua. Cuando los
alumnos me escriben correos vía internet experimento “bofetadas” en los ojos,
como suelo decirles gráficamente, ante la ausencia de ortografía y
falta de corrección en el lenguaje, sea por ignorancia, sea por
descuido. Pero lo más grave es que no sólo son los alumnos…también hay profesores que, al menos en los correos, no sé en lo demás,
van por el camino de lo fácil, de lo cómodo y, a la postre, de lo
desastroso. Estoy hablando de alumnos y de profesores de Magisterio. Y
de uno de sus instrumentos fundamentales: la lengua. Instrumento cuyo uso se
valora muy a la baja: el otro día, en la Comunidad Autónoma de Madrid se
comunicó que a partir del curso próximo, los estudiantes de Magisterio tendrán
que haber aprobado, en la PAU, la
asignatura de Lengua Española con una nota no inferior a 5 puntos, sin hacer
media con ninguna otra. ¡Y algunos locutores de radio parecían, al comentarlo, estar anunciando una
prueba que marcaría la “excelencia” de
los futuros maestros. ¡Un cinco!
Ayer… nos expresábamos de una manera que considerada buena y quizás
bella: la palabra reflejaba la idea, era su vehículo propio y adecuado; hoy, se crea un vocablo o una expresión nueva que, en principio, es
incorrecta, se transmite al instante y
masivamente en el lenguaje de los medios
(radio, TV, internet, redes sociales…) y
no hay forma de dar marcha atrás. Voy a poner algunos ejemplos: ayer se
decía “voy a completar la lista de mis alumnos”; hoy se dice -¿suena mejor?-:
“Te voy a pasar el listado de la
case”. (Mirado el diccionario, lista es una unidad y listado un conjunto de
esas unidades). Ayer, cuando alguien anunciaba su llegada, con o sin retraso
decía: “Voy a llegar dentro de veinte minutos”; hoy, se repite de manera casi
universal, “voy a llegar en veinte
minutos”. El “en” lo reservábamos ayer para expresar el tiempo en que hacíamos
una cosa –desde su comienzo a su fin-: “Yo hago ese trabajo en veinte minutos”
(Hoy te entenderían que lo vas a hacer dentro de veinte minutos). Antes se
decía: “Me voy a hacer un análisis de sangre; hoy, “me voy a hacer una analítica”; antes se usaba mucho la
referencia y las referencias; el término “referente” lo utilizábamos como
participio para indicar que algo hacía referencia a una persona o cosa; hoy referente ha usurpado el campo semántico
de la referencia y cualquier persona o cosa notable se convierte en referente, así a secas. Y eso sin acudir
a las expresiones erróneas (emplear el “debo de” por debo, sin más), sin
referirme a los antes llamados
barbarismos (“es por esto que”… o el tan utilizado “en base a”…), sin hacer
alusión a las incoherencias en la concordancia por incluir género masculino y
femenino a la vez… o sin citar
expresiones que más parecen comodines
que otra cosa, como el frecuentísimo “con lo cual”… En fin, y más ejemplos
que tenemos in mente.
Pero esto no impide pensar que en
la educación se debería hacer algo, bastante, mucho más de lo que se hace. Si
ayer se hacían redacciones y en ellas se cuidaba la ortografía, la corrección
y el estilo, ¿por qué no intensificarlo
hoy? Si ayer los errores que cometíamos al leer o al escribir eran corregidos
de manera propia de un maestro (recuerdo algunas correcciones inolvidables que me hacía el recordado H. Marcelo Manuel cuando yo era
lector de la “meditación” matutina o vespertina en la capilla de Griñón), ¿por
qué hoy limitarse a una corrección gráfica que
muchas veces el alumno no
comprende y ante la que ni se da por aludido?
Es cierto que ayer los profesionales de la palabra estaban preocupados
por el verbo, mientras que hoy lo están sobre todo por la imagen o por el “mensaje”. Pero como dije en la celebración
del cincuentenario de nuestro Magisterio, en junio de 2013, –y perdón por la
cita propia- los estudiantes de hoy
“manejan muchos lenguajes (redes sociales) pero creo que pocas palabras.
No aman la palabra. No veneran la palabra como nosotros lo hacíamos. Para ellos
la palabra es algo útil, usado como un mero instrumento, despojado de su fuerza
creadora, poética… Dicen que entienden mejor el lenguaje de la imagen, pero uno
a veces pone en duda si una imagen de las suyas tiene la categoría de una sola
de nuestras palabras…”. Quizás esto pueda parecer exagerado. Pero ante el
deterioro del lenguaje son pocas todas las advertencias y todas las alarmas.

LA
BORDADORA NAZARETANA
Hablando con los Doctores


DE
AYER A HOY
LENGUAJE: ¿DETERIORO O
PROGRESO?

Que en nuestros años mozos nos
enseñaron (nos mostraron) no sólo la
corrección del lenguaje, -algo así como la aplicación de las reglas de uso-, sino también su dominio, la
capacidad de transformación y de
creación, lo prueba entre otras cosas, este blog que entre todos mantenemos
vivo.
2. Todo esto – la belleza del ayer- viene a cuento por
contraste con la fealdad que hoy
padecemos en el uso y abuso de un lenguaje al que estamos perdiendo el respeto
y que utilizamos como una herramienta sin alma para una comunicación muchas
veces también sin alma. Porque la degradación del lenguaje no se limita solo a
su pérdida de alma (de elegancia o de estilo) sino a la pérdida de aquello que
es elemental: la corrección y el respeto a su identidad.

3. Hace tiempo que uno viene estando, en las cosas del lenguaje, como al quite de lo erróneo o disforme, de lo
que no encaja con el molde de lo correcto; y hace tiempo también que los demás argumentan, ante las quejas, que el lenguaje
es un instrumento vivo y que evoluciona como la vida misma. Que pretender ser
fiel a algunos términos propios (que identifican al idioma) ante la avalancha de términos
ajenos que “suenan mejor” y que “ya son usados por todos”, enriquece la lengua
y son un signo de su vitalidad.

4. Sé que muchos dirán que lo que
antes era una expresión errónea, hoy es aceptada por la Real Academia de la
Lengua. Pero también es cierto que eso es válido, sobre todo, cuando las
palabras nuevas describen o definen objetos nuevos antes inexistentes. No
cuando la lengua tiene recursos propios ricos, variados, excelentes. Sé que
muchos aducirán en defensa del “mal hablar” que esos términos llamados incorrectos por algunos son ya moneda corriente para
casi todos. Y sé también que hay
muchas batallas perdidas casi antes de ser emprendidas.

Teódulo GARCÍA REGIDOR
Profesor del Centro
Universitario La Salle
CARA Y CRUZ, SUPERFICIE
Y FILOSOFÍA DEL MAGISTERIO
Monotonía y prosa nos acompañan en esta danza de estrellas
que cumplimos como maestros recorriendo
la porción de firmamento que se nos asignó en la armonía del cosmos.
También va con nosotros, como personas, cumpliendo la misma
órbita, la perenne sorpresa de lo nuevo y la musa de la poesía con su trilogía
de épica, lírica y drama. En nuestra existencia rodamos pasando de la noche al
día y tras la cara de las realidades
diarias y menudas, nos hace hombres la cruz.
![]() |
Arthur Schopenhauer |
En
nuestros lejanos estudios de bachillerato –en que leíamos directamente a
nuestros clásicos- nos tropezamos con uno de esos gritos profundos del “genial adivinador”
Calderón de la Barca (Schopenhauer dixit). El personaje se abrazaba a la cruz
para afirmar radiante una de sus brillantes intuiciones: “¡Aquí vive todo el Universo!”.
La escuela es ardua y
el magisterio duro
Frente a los idílicos planteamientos de la belleza de la
educación, lo cierto es que los niños son egoístas y hasta crueles y vagos,
animalitos en los que despertar el alma y la chispa de divinidad que les habita,
su gran verdad y auténtica belleza, su destino como personas.
Después de largos años de ilusionado magisterio, nos queda la
sensación de que apenas hemos hecho nada.
No eludiremos el
formidable enigma
Cabe que en esta rotación que es nuestra propia existencia,
desalentados, nos abandonemos nosotros y, de paso, abandonemos a nuestros
alumnos y nos contentemos con rodar en una pobre mediocridad.
Pero también cabe que no consintamos tal medianía, que no
queramos dejarnos impresionar por las mera exterioridad de una vida “suficiente”,
que no nos contentemos con una existencia a oscuras y sin música, sino que por
el contrario nos entreguemos a mirarle a los ojos al fondo de nuestra propia
vida y al de la Humanidad hasta sus últimas profundas entrañas.
![]() |
D.Pedro Calderón de la Barca. Plaza de Santa Ana, Madrid. |
Cabe, y en eso estamos, como
filósofos, puesto que somos maestros, que no eludamos el formidable enigma
de la realidad viva y de su muerte, el misterio del dolor, el indefinible del
tiempo y de la eternidad, el inefable del espíritu y del cuerpo, el paradójico del
sentido y del sinsentido de la vida.
La bandera de la
excelencia y hondura del magisterio
Y, mantenido el esfuerzo, levantemos para nuestros alumnos y
también para nosotros mismos, la bandera de la excelencia y hondura de nuestro
alto magisterio mientras, cara y cruz, recorremos la porción de firmamento que
se nos asignó en la armonía del cosmos.
Un
ejemplo. El profesor de matemáticas enseña matemáticas y filosofía de la
matemática (¡enorme hondura!), si es de veras profesor. Además transparenta, al
menos, el más alto cielo de su filosofía de la vida al aprendiz de matemáticas.
Si
no es un filósofo de su materia ni lo es de la vida, que se retire del
magisterio. No nació para educador. La Sociedad no debería consentirlo.
Y
lo que se dice del profesor de matemáticas aplíquese a todo profesor y a toda
disciplina.
RAMIRO DUQUE DE AZA
Maestro. Profesor de Teoría del conocimiento
Bachillerato Internacional
Estampas líricas de la vida de
la Virgen
en pos de Jesús hasta después de su
muerte
ÍNDICE
ÍNDICE
I.
Una
niña en el Templo de Jerusalén.
II.
Isabel,
la prima que nada sabía.
III.
Madre
y Virgen como un cristal.
IV.
La sed de la
desterrada recién parida.
V.
La bordadora
nazaretana.
VI.
Piedras
como panes en el desierto de Judea.
VII.
Junto
a las aguas que lavan los pecados.
IX.
María
escucha el Sermón de la
Montaña.
X.
Los
cabellos de la Magdalena.
XI.
En
casa de Marta, María y Lázaro.
XII.
Iba
Dios en un asnillo y María le seguía.
XIII.
La
invitada de la Última Cena.
XIV.
Sudor
de sangre en Getsemaní.
XV.
En
el Gólgota del Supremo Amor.
XVI.
María,
en el despertar de Dios.
XVII.
La Virgen , en su asunción a
los cielos.
Capítulo IV
LA SED DE LA DESTERRADA RECIÉN PARIDA
LA
SED DE LA DESTERRADA
RECIÉN PARIDA
I
Apenas ha dado a luz
la Virgen parte al destierro.
Como otro Jacob, José
en Egipto cumple un sueño.
Herodes manda matar
al más bello Nazareno
y los gritos se extravían
entre romanos y hebreos.
Pregunta la joven Virgen
y Madre con desconsuelo:
-¿Cuándo
llegamos, mi amor?
-María,
ya llegaremos.
Triste destino el del pobre,
huyendo como los ciervos
al abrigo de los árboles,
de los malos al acecho.
La sangre del Inocente
es la que da vida al Pueblo
y debe morir el Sabio
para que vivan los necios.
Pero es otro el calendario
de Dios en este momento.
Se cumplirá la Escritura
fidelmente, verso a verso.
María lleva a Jesús
como una medalla al pecho,
y Jesús siente a la vez
la sed del alma y el cuerpo.
-¿No
se acaban nunca, Madre,
las
arenas del desierto?
-Espera
un poco, Hijo mío;
un
poco más, Rey del Cielo.
II
Emigrante en tierra extraña,
quiere la Virgen llorar.
Sobran lágrimas y faltan
migas de amor y de pan.
Sale José a por trabajo
¿mas dónde lo encontrará?
Todas las puertas cerradas.
Cruces, cruces ¿cómo hará?
Por las orillas del Nilo
barcos vienen, barcos van.
¡Cómo crujen, cómo suenan
los maderos, triqui tran!
-¿Y
no tienes, padre mío,
otra
cosa en qué pensar?
Jesús hace la pregunta.
La respuesta…:-Tú sabrás.
La Virgen llora que llora,
San José vuelve a soñar.
Maderos y más maderos…
¿A quién crucificarán?

III
De Egipto vuelve María.
Junto al sendero, una fuente
vierte gotas de alegría,
pero el Niño no las bebe.
-¿No
tenías sed, mi Dios?
Entonces
¿por qué te abstienes?
-En
el pozo de Siquém
otras
aguas me requieren.
Ni María ni José
al Niño Jesús entienden.
Ya Nazaret, palestino,
brilla como nieve enfrente.
Pasarán treinta años solos
en el taller de la muerte.
El Hijo del Carpintero
¡qué bien tornea el relieve!
-Así,
Jesús, así se hace;
el
leño, aún verde, se tuerce,
dice José manejando
la sierra, erre que erre.
La Virgen, como en un cofre,
guarda lo que les sucede.
¡Monte del Gólgota, el Niño
pensando en lo mismo siempre!
Capítulo V
I
Estaba un día la Virgen
bordando a Jesús pañuelos
y en los pañuelos ponía
las cinco letras del CIELO.
El hilo con que bordaba
olía a flor de romero.
La aguja que lo llevaba
tomaba sangre de un dedo.
-¡Otra
vez que me pinché!,
dijo la Virgen y, atento,
Jesús corrió a socorrerla
junto a José el Carpintero,
que se estaba haciendo cruces
con el sudor de un obrero,
triqui triqui triqui tran,
uno y dos y tres maderos.
Un sol como de otro mundo
resplandecía en el huerto.
Las aves que iban piando
lentamente enmudecieron.
II
La Virgen dejó el
bordado
y entró a limpiarse la
sangre.
José limpióse la cara
de las astillas
fragantes.
En Nazaret descendía
como una novia la tarde,
con gasas de oro en los
muros
del adobe miserable.
De pronto el Hijo de
Dios
hizo mutis por el aire;
una llama de amor viva
le inflamaba el pecho
cande.
-¿Dónde está el Niño Jesús?,
preguntó la Virgen
Madre.
-¿Dónde está el Niño Jesús?,
repitió José, y en
balde.
Los pañuelos eran
blancos…
Brillaban las iniciales
como rosas encendidas
en el telar de la tarde.
Nadie le ha visto en el
pueblo;
en Nazaret nadie sabe
por qué un Chico de doce
años
ha abandonado a sus
padres.
Hablando con los Doctores
de la Ley de los hebreos
sobre las gradas del
Templo
está Jesús Nazareno.
Lleva el pequeño Profeta
un blanco pañuelo al
cuello
con una gota de sangre
que tiembla como un
lucero.
Es la sangre de María
y la lleva en su
recuerdo.
Los escribas,
orgullosos,
se escandalizan
oyéndolo:
-¿Qué
eres Dios y que eres Hombre
y
que adorarte debemos?
¿Qué
eres Hijo de David
y
que eres nuestro Maestro?
La Virgen y San José
se han puesto de mutuo acuerdo
y al Templo de Salomón
se encaminan en silencio.
La Virgen, como es la Virgen,
apenas si pisa el suelo.
José le coge la mano
y se la pone en el pecho.
-¿Por
qué me buscabais? Yo
vine
a salvar a mi Pueblo.
Todos le miran y admiran,
todos se pasman de verlo.
De vuelta hacia Nazaret
cae la noche como un velo.
El corazón de María
es un cofre de secretos.
Más tarde, la soledad;
más tarde, el puro desierto;
más tarde, un Monte de Olivos;
más tarde…
-¿Y mi pañuelo?

AL CAMINANTE
DON ANTONIO MACHADO,
RESIDENTE
REINCIDENTE EN SEGOVIA DURANTE
LOS 13 AÑOS
MÁS PROLÍFICOS DE SU VIDA
Apuleyo
Soto
Romance declamado sobre una silla
ante más de sesenta poetas de todas las Españas en el restaurante La Floresta
del Duque, calle San Agustín 23 (Segovia), en conmemoración del 75 aniversario
de la muerte del poeta, ocurrida en Collioure, Francia, el 22 de febrero de
1939 .
Esta es la crónica
rimada del Homenaje que le tributó la Editorial Vitruvio en la plaza Mayor, en
el Ayuntamiento, en la Casa-pensión de María Luisa Torrego, Desamparados,
número 5, y en la Academia de San Quirce, universidad popular que el
catedrático de francés y filósofo andaluz fundara con el profesor Mariano
Quintanilla y el escultor Emiliano Barral, autor de su perdurable busto en
piedra rosada de Sepúlveda.
Andando van por Segovia,
la ciudad más machadiana,
hasta sesenta poetas
y el capitán que les manda:
Pablo Méndez, de Vitruvio,
editor que rompe y rasga.
Han llegado a honrar la obra,
de Antonio con sus palabras.
La comitiva se exhibe
en la mitad de la plaza,
con Juan Bravo por delante
y la catedral a espaldas.
Dan las once de un febrero
veintidós, día de gracias,
setenta y cinco memoria
de su bondad exiliada.
Unos le recitan versos,
otros saludan su estatua,
estos miran hacia dentro,
aquellos al fuero cantan,
todos van de amor unidos,
todos hablan, hablan y hablan
contándose mil historias
o sagradas o paganas,
sobre las que el tiempo cano
les depositó su pátina.
Y entretanto y en lo alto
se disparan las campanas
de la dama catedral
y quince iglesias románicas,
repicando por la gloria
de aquel que al buen Dios buscaba
entre la niebla, tentando
la eternidad de la página.
les reciben Clara y Claudia,
mujeres de armas tener,
alcaldesa y concejala.
Terminados los cumplidos
ceremoniales del acta
de
presencia, se dirigen
sobre las marmóreas gradas
a la que fuera pensión
y más que pensión, su casa,
a pasear sus nostalgias,
o evocaba a Leonor,
muerta de amor aún infanta,
o en un tren tercera clase
ascendía al Guadarrama,
caminito de Madrid
donde Guiomar le esperaba.
Una corona de flores
depositan y se marchan,
pero queda foto móvil
de su estancia enamorada.
A continuación San Quirce,
la Academia que él fundara
con Emiliano Barral
y el Quintanilla de marras,
se convierte en un Parnaso
o torrente de palabras.
Bajo el ábside eclesiástico
de su popular estampa,
todos recitan acordes,
en amigable comparsa,
los versos del gran poeta
que en Mairena se trocaba,
haciendo filosofía
del agua que sueña y pasa.
Y al salir de la Academia
de la Castilla la ancha,
Campos, campos, campos, campos,
Llenos de cosechas pardas
Y de mil senderos corvos
Y de espigas empinadas
y de rocas soñadoras
con agudas barbacanas
en donde al fondo los álamos
cantan su canción de plata,
hasta la mar manrricada.
Surge otra vez el poeta
de los sótanos del alma:
“He abierto muchas veredas,
he andado muchas cañadas,
he atracado en cien riberas
y he visto gentes extrañas
y pedantones al paño
que miran, piensan y callan
jugándose la existencia
como en un juego de cartas.
Cuánto laboran y sufren,
cuánto asumen, cuánto aguantan;
por unos palmos de tierra
discuten, gritan y matan.
Igual que Caín y Abel
andan a medias tasadas.
Cuando la noche desciende,
como una vela se apagan
y tienen sueños de amores
y de odios y de venganzas.
¡Ay la mi España partida
por una espina enclavada
en el corazón abierto
que rasguea una guitarra!
Y ahora lo mismo que antes
España sigue embaucada
por centauros caballeros
y sirenas escamadas.
Vamos a ciegas rodando,
la vida rueda y no cambia,
o estamos a lo que estamos
o aquí nunca pasa nada.
beben vino o agua fresca
y como los ríos marchan
murmurando su penita
siempre una reja, un arrojo,
un arrullo, una escapada,
una copla flamenquera,
un tamboril y una gaita.
Todo amor es fantasía,
también el de esta farfalla
en el restaurante Duque,
calle Real segoviana
por la que los que se empinan
al punto se resquebrajan.
Aquí se postra el juglar,
aquí el poeta se calla
como el día que en Collioure
se reclinó ante la lápida
del vate más bien nacido
que nunca tuviera España.
Murió el cantor, pero no
la canción que nos cantara,
dividido el corazón
entre la paz y la espada.
La muerte es un paso solo
a otra perdurable patria,
la de los libros, señores.
que sólo los escogidos
por las Musas sobrepasan.
Brindemos, pues, en honor
de quien hoy nos acompaña:
Antonio Machado el bueno,
maestro de mis palabras.
Hasta el Parnaso subamos
nuestra copa de champaña,
que allí él, pronto que tarde,
nos aguarda.
Poesías cristianas aberrantes
CREDO
Aquí estoy…
En este mundo todavía… viejo y
cansado… Esperando
a que me llamen…
Muchas veces he querido escaparme por la puerta maldita
Muchas veces he querido escaparme por la puerta maldita
y condenada
y siempre un ángel invisible me ha
tocado en el hombro
y me ha dicho severo:
No, no es la hora todavía… hay que
esperar…
Y aquí estoy esperando…
con el mismo traje viejo de ayer,
haciendo recuentos y memoria,
haciendo examen de conciencia,
escudriñando agudamente mi vida…
¡Qué desastre!... ¡Ni un talento!...
Todo lo perdí.
Sólo mis ojos saben aún llorar. Esto
es lo que me queda…
y mi esperanza se levanta para decir
acongojada:
Otra vez lo haré mejor, Señor,
por que… ¿no es cierto que volvemos a
nacer?
¿No es cierto que de alguna manera
volvemos a nacer?
Creo que Dios nos da siempre otra
vida,
otras vidas nuevas,
otros cuerpos con otras herramientas,
con otros instrumentos… Otras cajas
sonoras
donde el alma inmortal y viajera se
mueva mejor
para ir corrigiendo lentamente,
muy lentamente, a través de los
siglos,
nuestros viejos pecados,
nuestros tercos pecados…
para ir eliminando poco a poco
el veneno original de nuestra sangre
que viene de muy lejos.
Corre el tiempo y lo derrumba todo,
lo transforma todo.
Sin embargo pasan los siglos y el
alma está en otro sitio…
¡pero está!
Creo que tenemos muchas vidas,
que todas son purgatorios sucesivos,
y que esos purgatorios sucesivos,
todos juntos,
constituyen el infierno, el infierno
purificador,
al final del cual está la Luz, el
Gran Dios, esperándonos.
Ni el infierno… ni el fuego y el
dolor son eternos.
Sólo la Luz brilla sin tregua,
diamantina,
infinita,
misericordiosa,
perdurable por los siglos de los
siglos…
Ahí está siempre con sus divinos
atributos.
Sólo mis ojos hoy son incapaces de
verla…,
estos pobres ojos que no saben aún
más que llorar.
León Felipe
(Cuatro poemas, con epígrafe y colofón,1958)
MI COMENTARIO
León Felipe (1884-1968) no sólo escribió Versos y oraciones de caminante, sino que su vida discurrió por
numerosos e inesperados lugares: nace en 1884 en Tábara (Zamora), Sequeros
(Salamanca), Santander, Valladolid, Madrid, Santander, actor de teatro en
compañías ambulantes por España, 3 años de cárcel en Santander, Barcelona,
Madrid, Guinea Ecuatorial, México, Estados Unidos, Madrid 1936-1938, México
1938-, donde muere en Ciudad de México, 1968.
Como poeta, León
Felipe, por la forma y el contenido de su obra poética, no es clasificable
ni en la generación del 98 ni en la generación del 27. La preocupación primera
y directa de su poesía es el hombre, no la esencia del hombre, sino su
existencia: dolorosa, pero abierta esperanzadoramente al futuro. El prototipo
del hombre real es Jesucristo, pero el
Cristo crucificado: “El Cristo es el Hombre…/ la sangre del Hombre…/ de
cualquier hombre./Esto lo afirmo./No lo pregunto./¿No puedo yo afirmar?” (poema
El Cristo… es el Hombre).
De cara al final de la historia oscura y sufriente de los hombres, nuestro poeta confiesa en
este Credo (1958) y en otros lugares
que “está la Luz, el Gran Dios, esperándonos”. Aquí es donde salta el siempre
enigmático y misterioso tema de la escatología. La fe cristiana nació como
nueva y original religión con la proclamación de la resurrección real del
crucificado Jesús de Nazaret. En el
origen de la religión cristiana no se habló ni de infierno ni de purgatorio… El
auténtico “novísimo” es la fe en la resurrección de Jesús y de los que sigan en
sus vidas el modo de vivir de Jesús. León
Felipe, para explicar que los seres humanos debemos entrar con más
claridades que sombras en la Luz purísima del Gran Dios, recurre a la hipótesis
hinduista y budista de la “reencarnación” o “re-nacimiento”: “Creo que Dios nos
da otra vida,/otras vidas nuevas,/otros cuerpos…/otras cajas sonoras…/para ir
corrigiendo lentamente,/muy lentamente, a través de los siglos,/nuestros viejos
pecados…”. Ni que decir tiene que esta hipótesis de dichas religiones
orientales es del todo ajena y contraria a la fe en el Dios que ha resucitado
de la única muerte a su Hijo Jesucristo y que resucitará de entre los muertos a
los que hayan vivido esta única vida a imagen y semejanza de su Hijo. Esta
parte última del Credo de León Felipe es a todas luces aberrante
desde el punto de vista cristiano.
Eduardo Malvido
Maestro, catequista y teólogo
Éste es el tercer artículo "De aquí y de allí" que
dedico a otear en las sombras, aunque borrosamente todavía, el horizonte futuro
que espera a los humanos en su alocada carrera hacia el progreso en la que
estamos inmersos; en él se hablará de la robótica.
Elin Falk (1872-1942) era sueca. Se graduó en el Instituto Central –de Educación Física de
Estocolmo– con altas calificaciones. Poseía elevado nivel intelectual, espíritu
de trabajo y gran entusiasmo. Fue inspectora de Educación; y desde ese cargo impulsó
la gimnasia en Suecia. Se preocupó especialmente por la gimnasia infantil, que
no encontraba solución en la primitiva gimnasia Sueca de Ling, aplicándole
maneras suaves con vertiente lúdica.

DE AQUÍ Y DE ALLÍ
Lo que se siente, lo
que se piensa, lo que se sueña,
lo que se escribe, lo
que se dice y lo que se hace...
Lo que yo escribo es
una breve introducción a un tema
o un breve comentario
de lo que se piensa,
de lo que se sueña,
de lo que se dice
o de lo que se hace
en el pequeño mundo que me rodea.
Unas veces para
contrastar, otras para imitar,
y siempre para conocer y pensar.
VIVIREMOS Y TRABAJAREMOS CON ROBOTS
.png)
En los dos primeros, de enero y febrero, se abordó el tema del
genoma humano y sus consecuencias para la salud en un futuro no muy lejano. En
el presente mes de marzo, se añade a este tema, otro complementario, la
robótica, sirviéndonos de las declaraciones de Oussama Khatib, profesor de Inteligencia
Artificial en la Universidad de Stanford y uno de los mayores expertos en
robótica.
A mayor abundamiento, el tema de la robótica ha saltado estos
días a la publicidad televisiva con las noticias sobre la implantación de un
brazo robótico en el que las manos y los
dedos artificiales se comunican plenamente con el cerebro humano, al que proporcionan las mismas sensaciones que el tacto fisiológico, inexistente,
en cuanto a dureza, temperatura, contextura, tamaño, forma, etc. y a su vez
reciben del cerebro órdenes de actuación
directa, perfectamente correspondidas.
![]() |
Oussama Khatib
profesor de Inteligencia Artificial
de la Universidad de Stanford.
|
Oussama Khatib es catedrático de Informática en el
Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Stanford, donde
dirige el grupo de Investigación sobre robótica.
Acaba de visitar Madrid donde ha formado parte del jurado de
los premios de la Fundación BBVA, en la categoría de Tecnologías de la
Información que fue concedido a Marvin Minsky, uno de los "padres" de la Inteligencia
Artificial.
José Manuel Gutiérrez Bravo
Doctor en Historia.
Ex director de la Universidad
Laboral de Toledo
Benalmádena
Costa, 28 de febrero de 2014
Ver en PÁGINAS la entrevista con el
profesor Oussama Khatib
VIVIREMOS Y TRABAJAREMOS CON ROBOTS
LA GIMNASIA NEOSUECA III
Llevamos
tratando la gimnasia neosueca en los dos
números anteriores. Seguimos con ella. Fue una gimnasia tan rica en
posibilidades de ejercicio físico, tan innovadora, con tantos personajes pioneros
dignos de mención con influencia en el
futuro de la gimnasia, que sus
planteamientos aún repercuten en nuestros días.
Fue como una revolución; era la meta
dorada para el profesores de EF de todo el mundo en aquella época. Pasar por
sus escuelas, ver lo que hacían y cómo trabajaban, marcaba una impronta para
siempre.
Esta vez vamos a exponer la obra de dos mujeres suecas, que le dieron un
impulso enriquecedor a los diversos planteamientos integrados en el llamado
Movimiento del Norte (de Europa). Fuero Elin Falk y Maja Carlquist.
Elin Falk (1872-1942) era sueca. Se graduó en el Instituto Central –de Educación Física de
Estocolmo– con altas calificaciones. Poseía elevado nivel intelectual, espíritu
de trabajo y gran entusiasmo. Fue inspectora de Educación; y desde ese cargo impulsó
la gimnasia en Suecia. Se preocupó especialmente por la gimnasia infantil, que
no encontraba solución en la primitiva gimnasia Sueca de Ling, aplicándole
maneras suaves con vertiente lúdica.
Trató de diferenciar la gimnasia por
edades y sexos. Estableció sesiones
dinámicas que proporcionasen interés en los niños, con tendencia a la
naturalidad, aunque también se preocupó por
aspectos correctivos y respiratorios. Suavizó las voces de mando,
bruscas y militaristas de la anterior etapa, por otras propias del ámbito infantil.
Su reacción contra la gimnasia lingiana se sustenta en las siguientes críticas: era rígida y de
aspecto militar; con corrección excesiva en detrimento de la naturalidad y con
abundancia de ejercicios de orden, sin valor real, y con voces de mando
inadecuadas. Su idea del trabajo gimnástico quedó plasmada con este tipo de
comentarios: “liberamos el cuerpo, liberamos el alma y entonces, sólo
entonces, la gimnasia cumple son su misión de llegar al hombre entero”.
Entre sus principales aportaciones a la
gimnasia estaba: la naturalidad en los movimientos, el aspecto recreativo y su
preocupación por acciones correctivas.
Sus alumnos trabajaban descalzos y realizaban locomociones, rebotes y
saltos de cuerdas, ritmo, distensión y movimientos totales.
Estableció un nuevo concepto de la
disciplina al tratarse de niños: rechazó la basada en los ejercicios de
orden y las voces de mando bruscas y militaristas; y aceptó la disciplina basada
en la propia opinión del niño, que desarrolla la actividad hacia la propia
iniciativa.
Fue
una gimnasia educativa para niños, de alta calidad que ya la querríamos
actualmente en las escuelas españolas de primaria. Si el actual profesorado de
primaria de nuestras escuelas viese hoy esas sesiones, se quedarían
maravillados de lo ricas e innovadoras que les resultarían ¡un siglo después!
Maja Carlquist (1884-1968), también sueca. Gracias
a sus altas calificaciones en el Instituto Central de Gimnasia de Estocolmo fue
invitada a Berlín para impartir gimnasia sueca en un colegio. A su regreso a Suecia fue nombrada profesora de Educación Física de la Escuela Sofía de Estocolmo.
Tuvo una gran influencia de Elin Falk, asimilando sus ideas gimnásticas y dándoles un nuevo enfoque. De los ejercicios analíticos propios de la Gimnasia Sueca, evolucionó hacia unos movimientos sintéticos de balanceos rítmicos y ondulatorios con el mínimo de tensión y con un principio de totalidad que implicaba a la persona tanto en el aspecto físico como en el emocional, en todo su ser.

En esta escuela creó un grupo de gimnastas para hacer demostraciones con su gimnasia innovadora y armoniosa, las “Sofiasflickornas” (muchachas de Sofía). Fueron invitadas a realizar exhibiciones durante los Juegos Olímpicos de Berlín; también participaron en el Congreso Mundial de Educación Física de 1939.
Tuvieron tanto éxito que llegaron a efectuar múltiples giras por diversos países de Europa y Estados Unidos, exponiendo la concepción lingniana de la gimnasia femenina.
Este tipo de gimnasia, tan aceptada por las niñas y tan formativa para ellas, raramente se hace en la actualidad con escolares en España. ¿Acaso la gimnasia ha evolucionado hacia otras formas de movimiento y expresión? No. No ha sido sustituido por nada.
Francisco Sáez Pastor
Universidad de Vigo