113 Magisterio. Teoría del conocimiento

                                                    

 "Descender a los fundamentos y leyes de cada área ontológica”

En el Bachillerato Internacional se dedican dos cursos, un total de cien horas (hora de 60 minutos), a que el alumno baje al mismo fondo de las distintas asignaturas que estudia y al fondo de las regiones ontológicas de las demás realidades que no estudia en el colegio. No se limitará a sobrevolar unas y otras porque cursando la TC no se va a contentar con meros conceptos ni con meros sentimientos sobre las cosas. Va a hacer pie en sus fundamentos (llegará hasta la raíces de toda especie de realidad) y ha de encontrar las leyes particulares que rigen para los objetos físicos, los matemáticos, el arte, la historia, la moral, la literatura, etc., es decir, para los objetos reales, los ideales y los valores, a los que la filosofía encuentra que se reduce el orbe de las mil realidades que nos rodean y hacen de ellas nuestra circunstancia.

En el trabajo de las distintas materias de los planes de estudio que ha de cursar le basta con dominar los conceptos y adquirir la habilidad de manejar las distintos objetos de su estudio. 1) Maneja con soltura números y fórmulas matemáticas, 2) conoce la tabla periódica de los 118 elementos de la química, metales y no metales, halógenos y gases nobles, que identifica en su concreción real fuera de los libros y de la pantalla, 3) distingue la lírica de la épica y del drama en literatura, 4) en historia está en posesión de los grandes espacios de la cronología donde colocar etapas históricas, imperios, naciones, empresas, personalidades, pueblos, 5) no le es ajena la informática y su mundo on line… etc.

En el trabajo de la TC se va más allá o, mejor, más al fondo, se hace trabajo de pocero, por la boca del volcán de cada región ontológica se desciende al fondo de cada una de las zonas de la realidad.

Profesor ideal de TC y alumno logrado

Esto debería hacerlo el profesor de cada asignatura, que ciertamente no será del todo profesor de filosofía, de lengua, de historia, de matemáticas, de música, de ciencias naturales o sociales, etc. si no se llega en sus clases a a descender a los cimientos, si no hace estación en ellos, y si no se descubren las leyes propias que, como pilares, van a mantener el edificio de la asignatura clavado sobre la persona del alumno.

El alumno estará formado cuando logre tocar fondo en cada una de las áreas que trabaja en el colegio y le rodean fuera de él y cuando haya adquirido el hábito de la reflexión crítica y flexible en que se fue ejercitando en el transcurso de las 100 horas de TC.

CARLOS URDIALES RECIO

Maestro, coordinador de Teoría del conocimiento

Bachillerato Internacional