117 El Universo y el hombre

 Apolo 7 

        El primer vuelo tripulado del programa

El primer vuelo tripulado del Programa Apolo fue el número 7. ¿A qué se debe ese salto en la numeración de vuelos? Como ya habíamos expuesto en el tema anterior, los vuelos en principio se denominaron como AS-201, AS-202 y AS-203. Éstos no llevaban tripulación; eran vuelos para comprobar diferentes parámetros, como el comportamiento del cohete impulsor, el Saturno IB, los módulos de mando y servicio, así como el escudo termino de reentrada en la atmósfera.

El vuelo AS-204 ya sí iba a ser tripulado, pero el incendio durante una prueba, que supuso la muerte de los tres astronautas, impidió que se realizase. Esta misión fue cambiada de nombre a petición de las viudas de los tripulantes, por el de Apolo 1. A partir de entonces, todos los vuelos de este programa llevarían la denominación de Apolo.

Schirra, Eisele yCunningham

Los tres siguientes vuelos no fueron tripulados; aún tenían que hacer comprobaciones importantes. En el Apolo 4 se probó el cohete Saturno V. Poderoso impulsor capaz de poner en órbita una nave con todos los implementos para viajar hasta la Luna. El Apolo 5, llevó por primera vez el módulo lunar, el cual realizó pruebas de encendido de los motores de descenso y ascenso; maniobras clave para posarse en la Luna. El Apolo 6, con otro poderoso Saturno V, desencadenó fuertes vibraciones de componente vertical en el cohete durante el ascenso, producidas por la aceleración y la combustión inestable del propelente, denominado efecto pogo. Este hecho produjo el apagado prematuro de varios motores, y tuvo que ser el motor del módulo de servicio el que consiguiera la reentrada en la atmósfera. La NASA aplicó soluciones para evitar esas vibraciones, y dio el visto bueno para que el Saturno V pudiera transportar astronautas.

 Efecto Pogo 

El 11 de octubre de 1968 se lanzó el Apolo 7 con un cohete Saturno IB, de inferior potencia, con la tripulación que había sido reserva en el Apolo 1: Wally Schirra, Donn Eisele y Walter Cunningham. El vuelo duró diez días, en los que llegaron a hacer 163 órbitas a la Tierra y recorrieron más de siete millones de kilómetros. Se considera la prueba más larga, más ambiciosa y más exitosa de una nave espacial hasta la fecha.

Apolo 7 

Se comprobaron tanto el módulo de mando como el de servicio, así como los sistemas de comunicación. Se realizó la primera comunicación televisiva en directo de las maniobras, que pudieron ver millones de personas. Entre las maniobras, destaca el acercamiento a la pieza que constituía la tercera fase del propio cohete de lanzamiento Saturno IB, como maniobra de atraque espacial que tendrían que realizar futuras misiones para la conquista de la Luna. Se acercaron hasta 15 metros del objeto. El retorno se produjo el 22 de octubre, con el amerizaje en el atlántico, muy cerca del buque de recuperación, el USS Essex.

El vuelo fue calificado por los periódicos, al día siguiente, como “un vuelo Apolo perfecto”. Pero, aunque técnicamente fue un vuelo satisfactorio y sin problemas, sí hubo conflictos entre el comandante, Wally Schirra y el equipo de la NASA en Tierra. Los desencuentros comenzaron ya en la misma plataforma de lanzamiento, pero se agudizaron cuando Schirra se puso enfermo con un fuerte resfriado, y que según la NASA, contagió a sus compañeros; hecho que pudo contribuir a su mal humor.

El mayor problema surgió cuando decidieron hacer la reentrada en la atmósfera sin casco, incumpliendo el protocolo de la NASA. Eso provocó una fuerte discusión de Schirra con el Centro de Control de tierra. La justificación que argumentó el astronauta fue que con el casco no podía sonarse la nariz puesto que los síntomas del catarro son mucho más molestos en ausencia de gravedad. El público fue testigo de esta discusión pues se estaba emitiendo en directo para las televisiones. De hecho, ganaron un premio Emmy por dicha retransmisión. Alguien llegó a publicar que el Apolo 7 había sido la “primera guerra espacial”.

Wally Schirra tenía mucha experiencia; había volado también en los programas Mercury y Gemini. No obstante, ninguno de los tres astronautas volvió a volar.

Francisco Sáez Pastor

Universidad de Vigo

Schirra

Cunningham

Eisele