DIÁLOGO
DE
DINOSAURIOS II
CALABACÍN Y CALABACINA
Ca-calabacín
Y ca-calabacina
Se fueron del huerto
Hasta la cocina.
Con tantos exámenes
Que nunca sabían,
Lloraban, sudaban,
Soñaban, sufrían.
Fue Don-Don Pepino
Quien les dijo un día:
-Muy bien hecho, hermanos;
Yo lo mismo haría
Si no me pelaran
Con verde alegría
Los profes del cole
De Santa María.
Los cates en Mates
Y en Geografía
Me apenan, me abruman
Y me escuchimizan.
LA CALLE AMIGA
A la calle, a la calle.
Ya está bien de estudiar.
Es la calle el gran cole
De la humanidad.
En ella aprenderemos
A correr, a jugar,
A reir, a vivir,
A observar y soñar.
LA CORRE-CARRETILLA
Corre, corre, corre,
Corre, carretilla…
Iba en el invierno
Llorando la niña.
Hundida en el barro,
Repleta de piñas,
La pobre, la vieja y panzuda
De la carretilla
Ni se resbalaba
Ni se removía,
Con la rueda impresa
En la senda fría.
-Corre, corre, corre,
Corre, carretilla…
Tuvo que empujarla
Volando la brisa
Hasta la cabaña
De una pastorcilla.
Y en la chimenea
Las piñas ardían
Haciéndose lenguas
Antes que cenizas.
LA CLASE DE LENGUA
El mono, la mona,
El cuco, la cuca,
El grillo, la grilla,
El grullo, la grulla.
El pino, la piña,
El olmo, la olma,
El tejo, la teja,
El roble, la robla.
El ciervo, la cierva,
El pavo, la pava,
El lobo, la loba,
El pato, la pata.
Descubrir los fallos,
Dijo la maestra
Mía, tuya, suya,
Nuestra, vuestra, ella.
APULEYO SOTO PAJARES
Maestro, poeta, periodista, juglar
7 de mayo, día de la madre
MADRE
Madre, que sobre las horas esperaste mi llegada;
madre, que desde el dolor presenciaste la mañana de mi vida;
madre, que con mi venida te llenaste de promesas;
madre, que vuelas y pesas sobre mi recuerdo herido;
madre, que como un latido vives en mi corazón.
Para ti lo más hermoso de mi ilusión que se crece;
para ti mi huerto nuevo donde la verdad florece;
para ti el renuevo limpio que se mece;
para ti el compás sereno de mi amor.
* * *
Madre, para ti una rosa, una rosa de amor,
una flor que recibe la vida del tallo fecundo,
una flor que comienza en tinieblas a abrirse,
tras un día de espléndido sol;
una flor que los vientos retuercen sin lograr deshojarla;
una flor de fecundos estambres,
una flor que enrojece la savia que viene de Dios;
una flor, esperanza de vida y semilla de fruto en sazón.
Madre, para ti una rosa en capullo, para ti una flor.
ÁNGEL HERNÁNDEZ EXPÓSITO
Maestro. Doctor en Ciencias de la Educación. Emérito UCJC
LIRAS A LOS PUEBLOS PAISAS
COLOMBIANOS
Visité pueblos bellos,
paraísos y milagros de armonía:
son los paisas, aquellos
que, en valles, yo veía
cuando, lenta, la tarde se dormía.
Eran tantos colores
y sonrisas en puertas y ventanas,
tantos genios pintores
en los verdes y granas,
amarillos y azules, en chambranas
y rojos en aleros,
violetas y marrón en los balcones…
Casas barcos veleros,
y ritmo de canciones,
en las calles que duermen las pasiones.
Jericó, Guatapé
(el del Peñón dominador y altivo)
y Leyva, Santa Fe
y Salento, cautivo
en un valle de ensueño y hálito vivo.
Barachirá, Jardín,
Tiribí que duerme en las colinas,
una plaza sin fin
con fuentes cristalinas,
circulares y filigranas finas.
Y tantos otros, bellos,
que despiertan y duermen en laderas.
Y estos y aquellos
son siempre primaveras,
que, sin verlos, diría son quimeras,
de Antioquia, muy reales.
Son el color que huyó de los pinceles,
a tradición leales,
respetuosas, fieles,
que no mostraron las guerras más crueles.
Y pasear sus calles
ahora, en el recuerdo que me asiste,
¡memoria no te calles
y mis sueños reviste
con la beldad que allí solo aprendiste!
ANTONIO MONTERO SÁNCHEZ
Maestro, profesor de Filosofía
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