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117 Magisterio. Primer ensayo del bachiller

    
CORONACIÓN DEL MÉTODO REDACTA
         
PRIMER ENSAYO DEL BACHILLER (IX)

Como ejemplo: LA NOCHE


3. redacción final



Hasta este punto el primer ensayo del bachiller ha sido un estudio-meditación sobre La Noche en tres partes.

En la primera el alumno, quizá sugerido por sus profesores, dio con un documento de primera calidad sobre el tema de La Noche: las liras de Fray Luis d León sobre La noche serena. Realizó un estudio a fondo del poema y de su autor. Y, por ver otros enfoques poéticos de la noche, seleccionó y manejó un buen número de poemas de clásicos de la literatura.

En la segunda parte examinó las palabras y el vocabulario que nombran el tema y las expresiones culturales “crestas” que ha acertado la Humanidad a crear a través del tiempo.

Se puede llegar a pensar que la tercera parte del trabajo, la redacción personal del alumno, es de mayor interés que el resto del este ensayo primero. Pero solamente ocurrirá esto si se levanta sobre los materiales seriamente seleccionados, primero, y examinados con detenimiento y reflexión en las etapas precedentes.

El alumno en la meditación-estudio monográfico no cruza como un dardo hacia la meta gloriosa de su ejercicio final, fijos los ojos en esa tarea de cierre. Su trabajo, desde el inicio a la terminación ha de ser moroso, contemplativo, carecer de prisas. Ha de vivir cada momento, hacer suyas las intuiciones felices de los grandes artistas que acertaron a expresar el tema considerado. Y esto hasta jugar –llagado a un suficiente dominio- con los elementos que lo integran y aun aquellos que lo rodean y acompañan. Solo entonces estará preparado para la fase final, la que corone su trabajo, la redacción personal.

En ella no se le pide el esfuerzo de una síntesis informativa (lo que reduciría el trabajo a una sola dimensión, intelectual) sino la expresión escrita de su experiencia personal enriquecida por las experiencias de la Humanidad en sus momentos cumbres del arte u otro tipo de expresión.

Y para que tal expresión surja con menor dificultad de las profundidades del alumno, después de la seria y honda ponderación que le exigirá el trabajo, la redacción final habrá de lograrse que sea muy personal. El alumno ha de decirnos lo que sobre el tema (la noche en el caso modélico contemplado) le haya sacudido profundamente su interior (su yo profundo), sus facultades (su inteligencia , su emotividad, su voluntad) y en último lugar, también sus sentidos.

Más que una redacción completa sobre el tema considerado, le exigiremos una expresión escrita cifra que lleve en sí, reflejado e implícito en cifra, el tema total. Ni más ni menos que los artistas y genios que nos dejaron obras maestras, definitivas, en el transcurso de la Historia. Asomado a la ventanas de sus cuadros, subiendo, paso a paso, por la escalera de los poemas inmortales, apoyado en las piedras de sus esculturas… el alumno acertará a cifrarnos el objeto de su trabajo, la Noche en el caso presente, y podrá (bien tomada la distancia con los artistas geniales que ha trabajado) darnos el tema entero mediante una cifra personal suya.

Así, como modélico, un alumno nos dio la versión de la Noche en una silva que se acerca a las liras de la noche serena de Fray Luis. Son estrofas briosas, juveniles, modernistas, difíciles de superar en su aspecto formal (que aquí nos interesa menos) pero cifra final del alumno inteligente que se ha zambullido de veras en la Noche a la que le hemos asomado.


     NOCHE DE ESTRELLAS


El silencio es sagrado,

donde duermen las cosas. Los arqueros

alados han lanzado

en flechas los luceros

floridos , al llegar a los linderos

del cielo, detenidos

del miedo de turbar tanto reposo.

Y llueven florecidos

lirismos y armonioso,

se oye el coro de números grandioso.

¡Oh gigantes esferas!

¡Oh estados donde holgadas todas giran

en aladas carreras!

¿Qué alientos os inspiran?

Las lanzas de esos carros ¿dónde miran?

Oh ruido luminoso

de infinitas cascadas espumosas!

¿Qué abismo tenebroso,

mil siglos en sus fosas

bebió vuestros raudales?

¡Oh anchurosa orillas del vacío!

¿Cuándo desbordaréis las tronadoras

aguas de ese gran río?

Ya oigo las mugidoras

ondas de aquestas llamas voladoras.


Toda la Noche palpita en estos versos, que hay que dar como hermoso logro de la meditación-estudio, en tres tiempos de la Noche. El primer ensayo del bachiller está logrado. El día que tenga que enfrentare a una tesina o a una tesis, ya tiene iniciado su camino. La experiencia –mejor si repetida- le va a allanar el camino.

Pudiera esperarse algo más largo y completo, en que resonara cuanto ha ido trabajando. Pero podemos contentarnos con el vuelo que ha tomado. La muestra vale. El bachiller no ha trabajado en vano. Se quería su alto vuelo y nos lo muestra. Vale. Objetivo logrado. 

CARLOS URDIALES RECIO

Maestro. Especialista en expresión escrita.

Emérito UCJC

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