EN BOYACÁ , LA BELLA
A Monguí,
uno de los pueblos
más
hermosos de Boyacá, Colombia.
En
Boyacá, la bella,
un
poema lírico de hermosura
y
rutilante estrella
eres,
Monguí, y ventura
de
aquellos que aman la cultura.
Asciendes
la ladera
y,
en jardín de verde colorido,
de
nombre primavera;
y
el día amanecido,
reverbera
en la piedra que ha vivido
tu
nueva juventud.
Luces
bello empedrado en tus calles.
Tus
casas aman la luz.
No
faltan los detalles
ni
adornos ni flores en tus valles.
Tu
gran plaza y la fuente
que,
en el centro, mide el tiempo y contempla
el
blanco sonriente
–que
los ánimos templa–,
de
las casas; y la belleza ejempla.
Y
recibes el nombre
del
pequeño Escorial americano;
y,
allí, mujer y hombre
–extraño
o colombiano–,
disfruta
de tu historia, ¡Monguí amado!
Eres
vetusto y joven:
has
cumplido el sexto centenario.
Tienes
quienes troven
–maestro
o becario–,
en
la universidad o en el aulario,
tu
cultura y hazañas,
tu
cocina, empresas, tu paisaje;
los
ríos que te bañan,
tu
empuje, tu coraje,
tu
gusto para que todo encaje.
Fueron
los franciscanos,
del viejo Monguí, aquellos fundadores.
Siempre
tan humanos
y,
en amor, doctores.
Y,
a veces, solo por la fe, censores.
Cercana,
la laguna
que
los monguiseños llamaban Negra,
en
el páramo de altura.
Su
agua es verdinegra
y
la vista todo el conjunto integra.
Y frailejones crecen
de
aspectos y formas de monjes que oran.
Bello
paisaje ofrecen
de
seres que adoran
a
algún ser divino que allí añoran.
Pero
amo tus balcones,
tus
fachadas, empedrados de trocha,
paisajes
anfitriones...
Cuando
el día trasnocha,
belleza es lo que allí mi alma derrocha.
Y
tu iglesia que brilla
en
remates de plata de las torres.
Y
¡tú, blanca capilla,
que
al cristiano socorres,
y
llaman de San Antonio, no ahorres
una
plegaria al cielo!
Puente
de Calicato. Morro, el río
de
aguas frías; su suelo
de
granito y umbrío.
Era
entonces arroyo de caudal frío.
Me
gusta el estilo
del
bello románico granadino
del convento tranquilo;
contra
el mal, el camino
de
quien eligió el correcto destino.
ANTONIO MONTERO SÁNCHEZ
Maestro,
profesor de Filosofía y Psicología
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Envíanos tus comentarios