HABANERAS
DE CÁDIZ
GÉNERO
MUSICAL
La habanera es
un género musical originado en Cuba en
la primera mitad del siglo
XIX .
La primera habanera documentada es "El amor en el baile",
de autor desconocido y publicada en el periódico literario habanero
La
Prensa
en 1842 .
Es
de aire lento –unas 60 negras por minuto-, con compás binario: una
danza a tiempo lento, cantada con ritmo muy
preciso formado, en una parte, por una
corchea con puntillo y semicorchea; o
con semicorchea, corchea, semicorchea y en la otra con dos corcheas.
Oímos
el ritmo en la habanera “Carmen,
de G. Bizet”
La
estructura de las piezas siempre sigue la misma pauta. Puede ser
puramente instrumental, aunque lo habitual es que sea cantada. Es un
género adaptado y usado por diferentes formaciones musicales, como
corales, bandas
de música,
tunas y rondallas .
Origen
Ya
a partir del siglo XVIII en España se
conocen géneros musicales llegados de La
Habana,
como la chacona,
la contradanza o
la zarabanda.
Así,
muchas contradanzas se van ralentizando y van perdiendo elementos que
le eran propios adquiriendo otros que suenan ya a lo que hoy
conocemos como habanera. Fue en 1842,
como ya se ha dicho, cuando, en el periódico cubano "La
Prensa", se publicó la que se considera la primera habanera: El
amor en el baile.
Ahora
bien, la habanera que hoy conocemos es fruto, sobre todo, de autores
no cubanos, que fueron los que desarrollaron este bello estilo
musical, en especial Sebastián
Iradier,
autor de la famosa "La
Paloma"
(Cuando
salí de la Habana, válgame Dios...),
considerada por algunos también como la primera habanera, ya que
"El
amor en el baile"
es
de autor anónimo y
aún la consideran como de transición.
La
danza habanera es fundamentalmente un canto romántico: de amores y
desamores, pero la contemporánea guerra
de Independencia
cubana (a finales del siglo XIX), le dio un carácter
patriótico, reivindicativo por ambos lados: los marinos que desde la
taberna cantaban llenos de añoranza por la tierra cubana y de muchos
amores dejados allí.
El
escritor Luis
Racionero cuenta
poéticamente,
con
palabras de un indiano, el
nacimiento de la Habanera:
“Hace
ya mucho tiempo, una hermosa criolla, cuyo rostro parecía tener la
blancura marfilina de la azucena, sus ojos todo el resplandor del sol
tropical, su mirada toda la dulzura armoniosa que produce el balanceo
soñoliento de los verdes plumeros que coronan las altas palmeras, su
talle la flexibilidad de los maizales ondulantes e inquietos al menor
soplo de la brisa caliginosa enviada por el mar plateado y
fosforescente, sus curvas todo el encanto de la línea graciosa y
soberana; una hermosa criolla de hablar cadencioso y arrullador, de
languideces seductoras, de corazón tierno y pasiones violentas,
depositó el espléndido tesoro de su belleza en la hamaca indolente,
y ante el tenue vaivén que le originaba el aire de su abanico, cerró
los ojos, como si quisiera realizar un eclipse de sol, y lanzando una
cascada de suspiros, quedó dormida profundamente. Aquellos suspiros
fueron la primera habanera” .
Compositores
En España,
se hizo muy popular la habanera y desde allí se extendió. "La
paloma"
es conocida en todo el mundo. Los compositores de la época, buscando
nuevas ideas, encontraron en este ritmo su fuente de inspiración. El
citado compositor Sebastián
Iradier fue
su mayor impulsor, pero de todos será conocida la
genial habanera del
francés Georges
Bizet en
la ópera cómica "Carmen".
Muchos
otros autores también lo han hecho suyo: E.Chabrier
con "Habanera
para piano"; C.
Debussy con La
puerta del vino o La
soiré dans Granada; Maurice
Ravel con
la Habanera
para dos pianos ;
Massenet, Fauré, Saint Saëns…
Los
españoles Isaac
Albéniz, Manuel
de Falla, Enrique
Granados, Ernesto
Halffter
han incluido habaneras en sus zarzuelas.
En la actualidad
Poblaciones
costeras la han hecho suya y sigue siendo fuente de inspiración de
muchos compositores. Bilbao, San
Vicente de la Barquera , Portugalete , Huelva,
Torrevieja,
Villajoyosa o Denia,
son tierras donde este género sigue vivo, ya que en Cuba no es más
que un bello recuerdo.
En
España, sigue siendo un género obligado para cualquier formación
coral y todas las poblaciones anteriores tienen cantadas de
habaneras, que permiten hacer revivir este género, aunque entre
ellas destaca sobre todo el Certamen
Internacional de Habaneras y Polifonía de Torrevieja,
que
tanta fama ha llevado a las habaneras y que desde 1955 lleva
a Torrevieja orfeones
de todo el mundo para interpretar esta música.
Un
tema es imprescindible en esta popular cita de habaneras: la
composición tradicional La
bella Lola,
con los pañuelos de los asistentes al aire…
HABANERAS
DE CÁDIZ
Si hemos afirmado que La
Paloma o La
bella Lola son dos
habaneras clásicas que no faltan en los repertorios corales,
podemos decir también que
“Las habaneras de Cádiz” es la habanera oficial gaditana de
esta capital tan cubana. Junto
con el tanguillo “Los
duros antiguos”
–del que ya escribimos hace tiempo- forman el dúo musical más
simbólico de esta tierra. La habanera es “un popular pregón
universal de la ciudad de Cádiz”. Su letrista afirmó que su
habanera “era una declaración de amor a Cádiz”.
Empecemos diciendo que el
autor es el sevillano Antonio Burgos y que la música la compuso el
granadino Carlos Cano en 1984.
Para quienes la han oído
pocas veces o para quien no la conoce, aquí tenemos la versión
cantada del propio compositor con el famoso coro de Julio Pardo.
Audición:
https://youtu.be/R8OkGVHPUeM
El faro de La Caleta. |
¿Antonio
Burgos, cómo fue su creación?
«Carlos
Cano quería que hiciéramos un trabajo juntos hacía mucho tiempo»,
cuenta Burgos. Claro, que los viajes tienen finales inciertos. Ambos
habían viajado a La Habana por su lado y ambos habían venido con
los ojos llenos «no de Cuba, sino de Cádiz». Nunca vieron tanto
Campo del Sur «como en el Malecón» y allí se encontraban con una
Andalucía no real, pero sí soñada. «La Cabaña recordaba a la
Torre Tavira» y las caderas de las mulatas del Tropicana «tenían
un algo de pecadoras grupas de las periquitas del Pay Pay». Así que
escribieron la habanera, primero la letra y después la música, pero
«había que meterse en Cádiz». Burgos se había metido
musicalmente una noche que vio por televisión el certamen de
habaneras de Torrevieja. «Aquello sonaba a coro, mas sin gracia».
Volvió
a José María Pemán en un librito con el texto de La
viudita naviera,
que tenía varias habaneras. «Sólo había que cogerle el compás,
como quien escucha un cuplé en una tienda y se lo quiere aprender.
De allí salió el ritmo interior de la habanera, una idea métrica».
Le
faltaba la gracia, así que se acordó de Lola Flores vestida de La
Legionaria de Quiñones, del brazo de Jesús Fernández Palacios y de
lo que le contó Carlos Cano. A la vuelta de cantar en la Cuba de
Batista, había dicho aquello de «Hijo, esto es como Cádiz, pero
con más negros y con más palmeras que las que hay en el Parque
Genovés». La Habana ya era Cádiz con más negritos, Cádiz la
Habana con más salero.
Los dos autores decidieron
pasar un fin de semana en el Coto de Doñana, en Matalascañas, a
«rematar y componer».
Carlos
iba componiendo verso a verso la música «ante la misma mar de
Cádiz». Una hora después, la habanera estaba compuesta. Entonces
la cantaron los dos. «Nunca un coro ha tenido menos voces, pero más
enamoradas que aquellas dos». Ninguno
de los dos se imaginaba el alcance de lo que acababan de conseguir.
Escribió Antonio Burgos:
“Carlos
tenía, como dice la Habanera, un amor en Cuba y el otro, en
Andalucía… El amor de Cuba se llamaba La Habana, y el amor de
Andalucía se llamaba Cádiz… Yo esto lo sé bien, porque Carlos y
yo nos hemos estado peleando muchos años por la misma novia, que es,
esa novia que se llama Cádiz… Igual que los gaditanos dicen, que
en Cádiz se pelean el Levante y el Poniente, para ver quien se queda
con Cádiz, pues... Carlos era el Levante de Granada, y yo era el
poniente de Sevilla… Dos vientos de amor, peleándonos por Cádiz...
Ese amor lo echamos en la habanera, porque ambos descubrimos al mismo
tiempo, primeros años 1980, en La Habana descubrimos la mucha Cádiz,
que toda la América hispana del Caribe lleva dentro… Entonces, yo
no sabía nunca si Carlos estaba hablando de La Habana, o Carlos
estaba hablando de Cádiz… si Carlos estaba hablando de la guayaba,
o Carlos estaba hablando de la piriñaca… si Carlos estaba hablando
del son, o Carlos estaba hablando del compás… si Carlos estaba
hablando de las murgas santiagueras, o si Carlos estaba hablando del
Coro de La Viña… Yo creo que Carlos tomó La Habana como un
espejo, para ver en él reflejada, a su novia, que yo sé muy bien
cómo se llamaba… porque es mi novia… y se llama Cádiz…”
Es el Campo del Sur gaditano, no el Malecón de la Habana. |
LETRA
(Antonio Burgos)
Desde que estuve, niña, en La
Habana
no se me puede olvidar
tanto Cádiz ante mi ventana,
Tacita lejana,
aquella mañana pude
contemplar...
Las olas de la
Caleta, que es
plata quieta,
rompían contra las rocas de
aquel paseo
que al bamboleo de aquellas
bocas
allí le llaman El
Malecón...
Había coches de caballos, que
era por mayo,
sonaban por la
Alameda, por Puerta
Tierra,
y me traían, ay, tierra mía,
desde mi Cádiz el mismo
son...
El son de los
Puertos, dulzor de
guayaba,
calabazas, huertos...
Aún pregunto quién me lo
cantaba...
Estribillo
Que tengo un amor en La Habana
y el otro en Andalucía,
no te he visto yo a ti, tierra
mía,
más cerca que la mañana
que apareció en mi ventana
de La Habana colonial
tó Cádiz, la Catedral, La
Viña y El Mentidero...
Y verán que no exagero
si al cantar la habanera
repito:
La Habana es Cádiz con más
negritos,
Cádiz, La Habana con más
salero.
II
Verán que tengo mi alma en La
Habana
no se me puede olvidar,
canto un tango y es una
habanera,
la misma manera
tan dulce y galana y el mismo
compás.
Por la parte del Caribe así
se escribe
cuando una canción de amores,
canción tan rica,
se la dedican los trovadores
a una muchacha o a una
ciudad...
Y yo, Cádiz, te dedico y te
lo explico
por qué te canto este tango
que sabe a mango,
de esta manera esta habanera
de piriñaca y de Carnaval...
Son de chirigota, sabor de
melaza,
Guantánamo y Rota...
¡Que lo canta ya un coro en
la plaza!
AUDICIONES:
Cantada por su creador Carlos Cano
https://youtu.be/P-e67W1omeg
Cantada por Mª Dolores Pradera…………………………..
https://youtu.be/0yPvM4R5xkcs
La playa de La Caleta, “que es plata quieta”… |
Consultas
J.Kepa, “El
origen de las Habaneras” 2011
Fernando Conde,
“El Cádiz de Burgos” (ABC agosto 2007)
Revista
“Escaparate” entrevista a A. Burgos junio 2007
“Habaneras de
Cádiz” en La voz de Cádiz, octubre 2009
José C.
Cárdenas, “Antonio Burgos . Carlos Cano”
Indagaciones en
Internet
AUXENCIO
MUÑOZ ACEBES
Maestro, catedrático de Lengua y Literatura
Organista
JUNIO 2018
|
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