EL PETIRROJO
Tengo que reconocer que he
descubierto al petirrojo hace unos diez años en los jardines de mi
colegio. Pajarito chiquitín, muy gracioso, de pecho rojo anaranjado,
es una de las ciento y pico aves que nombra Delibes en sus libros.
¿Aves o pájaros? En esto hay que tener cuidado con los biólogos,
que diferencian (y con razón) entre aves, que son todas y pájaros,
que son las aves más pequeñas.
El petirrojo asoma en los libros de
Delibes en El último
coto:
(...)
las argucias de este pájaro que pone sus huevos en los nidos de
otros más pequeños (verderones, petirrojos;
generalmente insectívoros)
En
Tres pájaros de cuenta:
En
Sedano, (…) donde suelen anidar los pequeños insectívoros
(mosquiteros, petirrojos,
herrerillos, etc.) en cuyos nidos, minuciosamente construidos, gusta
el cuco de depositar sus huevos.
Y
en Un mundo que agoniza:
La
casi total desaparición del petirrojo
(...)
De
nombre científico Erithacus
rubecula, también se le
llama pisco, paporrubio o raitán en otras zonas de España. Es un
pájaro que habla, a su manera pajaril, con estos tonos en las
primeras horas del día: “tri,
tri, tritrituituitri, truilili, truli…”.
Cuando el sol coja fuerza o la niebla levante, el canto del petirrojo
cambiará hacia un reclamo seco, metálico, constante:
“chik,chik,chik”,
“chikchik”.
Nos podemos encontrar petirrojos
por toda Europa. Los nuestros, los españoles, son sedentarios,
aunque las poblaciones de las montañas descienden al llano durante
el invierno. Los petirrojos de países europeos más fríos son
migradores y se vienen a pasar los inviernos a nuestras tierras como
hacen los ingleses en la Costa del Sol. Se ha dado el caso de un
petirrojo de Manchester que vivía en el jardín de Mr. Smith que, al
llegar a Fuengirola, se había instalado por casualidad en el jardín
de un chalé cuyo dueño era el mismo Mr. Smith de Manchester.
Cría, como acabo de comentar, en
jardines, zonas arboladas, bosques, parques, praderas con sotos
cercanos… Los machos llegan con antelación al territorio de puesta
y se colocan en las ramas más visibles, lanzando su canto
constantemente, llamado así a cualquier hembra que quiera acercarse.
Cuando llega la hembra, si desea emparejarse con ese macho, adopta la
postura de los pollos para pedir comida y el macho le trae alimento.
El petirrojo es, fundamentalmente,
insectívoro. Mosquitos, coleópteros, larvas, moscas, tábanos…
También come arañas, pequeños caracoles y, durante el invierno,
bayas, frutos y los granos que puedan quedar perdidos en el campo. La
población de petirrojos en España no corre peligro: pasa del millón
y no llega a 3 millones. Muy a ojo, claro.
Me parece a mí que al petirrojo le
pasa como a la urraca o al mirlo. Se ha metido en las ciudades como
Perico por su casa. Se ha tomado unas confianzas con los humanos poco
habituales y la jugada le ha salido bien. Eligiendo bien el barrio,
el petirrojo tiene la comida asegurada, cobijo y mucho
entretenimiento.
En estos tiempos de invasión de
cotorras argentinas en nuestras ciudades, da gusto ver a pajaritos
como este, tan españoles y simpáticos.
JORGE
URDIALES YUSTE
Doctor
en periodismo. Profesor
especialista
en Miguel Delibes
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