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20160228

51. AFDA


ÍNDICE PRINCIPAL

Pregón: Tradición y progreso en triunfo.
Reflexión mensual: Vida ascendente y vida descendente. M. F. Sciacca
Traigamos a los clásicos. Juan Pablo Forner, ilustrado y agresivo. CUR
Buzón teológico: Jesús resucitado y el modelo judío de vencer a la muerte. E. Malvido
Parábolas del peregrino: Parábola del peregrino que se busca. CUR
Oímos: Dos pianistas excepcionales. Diego Coca 
Filosofía de lo sagrado: Geografía astronómica. El Firmamento, templo sagrado. CUR
Afderías: La hora de pasar revista.CUR
Alta política con estilo: El bien común. Ramiro D. de Aza
Rincón de Apuleyo: Jazmines. Naranjos. Sevilla.
Soneto desde el sentimiento: Noble ciudad de Segovia. Ángel Hdez.
Educación física: Gimnasia artística desde el XIX. F. Sáez
Cartel que anuncia el EP 2106


   
TRADICIÓN Y PROGRESO EN TRIUNFO

Hoy, la tradición es una palabra muerta, cuando menos, maldita.

Estamos cansados de oír y leer -nosotros en educación, por ser lo más nuestro- que hay que cambiar las cosas. Lo del “acelerado proceso de cambio” aplicado a la Escuela nos parece un aserto de defunción, grabado con letras de fragua en el progresismo moderno. Para nosotros es la palada de tierra que, repetida, sepulta definitivamente a la tradición. Libres como pájaros, sin tradición, nada nos ata al pasado. No hay suelo en el que se apoyen nuestros pies, borramos de nuestro callejero el pasado, ya no nos sostiene.

Precisemos. Progreso sin tradición: al menos, confusión. Se nos entrega una falacia. Porque nada progresa si no es una previa realidad vigente. La historia no es precisamente lo pasado sino lo que queda y permanece. El punto de partida de todo progreso es el gran tesoro de cultura que ha represado la historia.

En España, hemos recibido una herencia grandiosa. Hemos de sostenerla. Sostenida, consciente y viva para nosotros, presente, será el momento de hacerla progresar. Cimientos de roca, edificio en pie.

A los caballos de nuestra mejor historia hoy y mañana no hay que pararlos, hemos de embridarlos y dirigirlos. Que no pierdan el galope de su misión histórica al servicio del universo. Quienes no quieran unirse a ellos, perderán la carrera. Les ocultará y absorberá el olvido con el polvo de los siglos que vienen levantando.

Quienes queremos como techo de nuestro cielo, también para nuestras noches de crisis, el alto camino de Santiago y para tierra firme que cabalgar, las calzadas que nos trajeron los romanos, el estoicismo de Séneca, la sabiduría de San Isidoro entre los visigodos, el Medievo del Cantar de Mío Cid y los Milagros de la Gloriosa, las coplas del maestre Don Rodrigo, la plata de nuestro Renacimiento, el que trabajaron nuestros Fray Luises, el oro de dos siglos universales, la locura de don Quijote, la sensatez de Luis Vives y de Jovellanos, la universidad que fue él solito Menéndez Pelayo, el amor a España del vasco Unamuno, el verbo espiritual y social del clarividente José Antonio Primo de Rivera… Quienes contamos con tal tradición, podremos progresar y saltaremos al futuro sobre seguro, desde el trampolín de su noble suelo firme.

Nuestra tradición es tan hermosa que nos sentimos en ella jóvenes alféreces entre escuadrones de arcángeles. Nos impulsan y nos gana su altura y su grandeza. Venimos de muy lejos y tenemos camino por delante que seguir y abrir. No somos nosotros los que afirmamos que no hay camino y que tendremos que hacer camino al andar -fórmula de un poeta desafortunado en aquella ocasión-. Sobre tierra firme marchamos bajo la jacobea Vía Láctea adelante, desde hace siglos. Venimos del ayer y del anteayer, humano y miserable a ratos, vigoroso y glorioso siempre. Por eso tenemos horizonte, que es decir, futuro: Cristo, España, el Cosmos, ergo, tradición y progreso.

 
 


Vida ascendente


              -   vida descendente


 
En nuestra primera juventud, cuando estudiábamos magisterio, nos asomamos a lúcidos pensadores de entonces. Uno de ellos, Michele Federico Sciacca, de la escuela de Giovanni Gentile, profesor en la Universidad de Génova. En su libro “La filosofía, hoy” nos hacía presente a Ortega. Destacaba de su pensamiento el concepto de la vida ascendente y la descendente.
 
De volver hoy a clase, propondríamos a nuestros alumnos que nos tradujeran al mundo de hoy la formulación del pensamiento de Ortega presentada así por Sciacca. 
 
 
           La vida ascendente coincide con las épocas de rejuvenecimiento, con el amor por  las actitudes deportivas y batalladoras, con la sintonía con los bárbaros y los primitivos. En ella predomina la pasión por la lucha, por lo aristocrático y lo caballeresco, por el riesgo y la temeridad.
 
En la vida descendente el tribuno prevalece sobre el condottiero, las comodidades burguesas sobre el espíritu guerrero, el mezquino utilitarismo del tráfago y del comercio sobre la vida aventurera del soldado y del caballero andante. Esta es la civilización de la segunda mitad del siglo XIX, civilización de bancos y de mercados, que declara la guerra a la guerra, prefiere el contrato al honor, el hombre de negocios al soldado y al deportivo.
 
  En la vida ascendente no se dan, por lo menos normalmente, las envidias, los pequeños rencores, los mezquinos resentimientos. El hombre ascendente juega con las fuerzas peligrosas de la vida, el primer estatuto de su norma es el riesgo y la muerte no es más que un incidente en su carrera deportiva.

  Las épocas guerreras son las que preparan las llamadas civilizaciones superiores de cultura.
 
Michele Federico Sciacca, La filosofía, hoy ,
Luis Miracle, Barcelona, 1947, pp. 117-118.

  
JUAN PABLO FORNER, ILUSTRADO Y AGRESIVO

Temperamento huracanado

Algo o mucho en este extremeño nos resulta simpático y nos induce a disimularle sus modos atrabiliarios y su carácter agresivo. Él mismo, en 1783, se dibuja como “atravesado”: “Un joven adusto, flaco, alto, cejijunto, de una condición insufrible y de un carácter en sumo grado mordaz… Su genio naturalmente seco y ajeno a toda adulación servil, le llevaba a atropellar por todo inconveniente, por el gusto de ajar la vanidad y bajar el toldo a cualquiera que se complaciese en ajar a todos”.
Una de las múltiples veces en las que estuvo Forner metido en polémicas y serias agresividades, lo estuvo de manera oficial.

Al Conde de Floridablanca 
le parece que Masson se merece una contestación oficial

La Encyclopédie Méthodique que en 1782 se publicó en París, era una obra muy ambiciosa de Francia para Francia y Europa. En el tomo de Geografía había una pregunta molesta y malintencionada, injusta: “¿Qué se debe a España? ¿Y desde hace dos siglos, desde hace cuatro, desde hace seis, qué ha hecho España por Europa? Que doit-on à l’Espagne? El depuis deux siècles, depuis quatre, depuis six, qu’a-t-elle fait pour l’Europe?»”. El artículo iba firmado por monsieur Nicolas Masson de Morvilliers.
Pronto se alzaron respuestas más o menos certeras de este lado de los Pirineos. Los patriotas presionan. La Real Academia Española anuncia como tema de su concurso anual la redacción de una apología de la nación española. El Conde de Floridablanca, que piensa que la  cuestión merece una respuesta oficial de pluma bien cortada, se la encarga al ilustrado y muy patriota Forner. Aunque ilustrado en un siglo de ilustrados, es un humanista inteligente que sabe, de atronadora voz y claro entusiasmo nacional. Su prosa es una de las magníficas del siglo XVIII. Lo hará apasionadamente bien. Tan bien lo hace, que Forner, que tiene enfrentados con su persona a medio mundo por su agresivo polemizar con todos, se atrae en esta ocasión a su causa a enconados enemigos. La publicación corre a cuenta del Estado: Oración apologética  por España y su mérito literario, 1786.



Honras fúnebres por el castellano

Forner tiene otra obra de alto mérito, otra de sus pasiones. Para Menéndez Pelayo “la más excelente y madura”: las Exequias de la Lengua castellana.
La obra tiene como motivo argumental las honras fúnebres que van a celebrarse en el Parnaso por la Lengua castellana, viciada y muerta por una multitud malvada de escritores recientes; en el último momento, sin embargo, la Lengua aparece todavía en pie, cansada pero viva, y los malos escritores son convertidos en ranas.
En ella declara Forner la guerra a todos los corruptores antiguos y modernos. Arremete fieramente contra ellos y, como dirá él, tratará de bajarles el toldo. Protesta con voz más vigorosa que ninguno de sus contemporáneos por la corrupción de la lengua  castellana. Forner, cargado de erudición, pensador original y penetrante, que es exigente consigo mismo, no lo será menos para pedir cuentas a quienes se precien de algo y enarbolen magisterio. A ratos es brillante, está inspirado, sus sorprendentes imágenes resultan, por de pronto, curiosas. Nos va a dejar, de paso, en los diez años que trabaja sus Exequias, una historia literaria.
 Arremete «contra la faramalla literaria del tiempo», poetastros ineptos, pedantes, escritorzuelos a sueldo, papelistas charlatanes y filosofastros y particularmente contra los autores que se arrodillan ante los enciclopedistas franceses. Se siente a sus anchas entre los clásicos castellanos herederos del gran clasicismo latino. 
CUR
Maestro. Profesor de Lengua y Literatura
Emérito UCJC
                                                 

En las Exequias, que el autor llamó sátira menipea por ir entremezclada de prosa y versos, siendo en realidad una ficción alegórica del género de la República Literaria o de la Derrota de los pedantes, inferior a ellas en amenidad y gracejo, pero muy superior en alteza y trascendencia de miras, como obra no de un mero humanista, sino de un pensador original y penetrante, Forner recorre con erudición inmensa y crítica, franca y resuelta, todo el campo de nuestra literatura [...] derramando de paso copiosa doctrina sobre todos los géneros literarios.
                                                                         (Menéndez Pelayo, 1974, I, págs. 1311-1312)


En los Heterodoxos españoles escribe Menéndez Pelayo de Forner: “Es un gladiador literario de otros tiempos, extraviado en una sociedad de petimetres y de abates; un lógico de las antiguas aulas, recio de voz, de pulmones y de brazo, intemperante y procaz, propenso a abusar de su fuerza, como quien tiene conciencia de ella, y capaz de defender de sol a sol tesis y conclusiones  públicas contra todo el que se ponga delante”.



   

JESÚS RESUCITADO

Y EL MODELO JUDÍO DE VENCER A LA MUERTE


No vamos a hablar ahora del paraíso terrenal que aparece en los capítulos 2 y 3 del libro del Génesis. Todos sabemos que en esos capítulos “se nos cuenta” la situación privilegiada, paradisíaca, que Dios creador concedió a los primeros padres y el pecado de desobediencia que los progenitores de la humanidad cometieron contra Dios, con las terribles consecuencias que acarrearon para ellos y para toda la especie humana: la pérdida del don sobrenatural de la gracia original y de los dones preternaturales  en que Dios había creado a Adán y a Eva, y la caída en la situación actual de seres humanos sometidos a una realidad de vida dolorosa (trabajo sudoroso, parto angustioso…), supeditados a la ignorancia, a la concupiscencia y finalmente a la muerte destructora.

A nuestros años,  es muy probable que bastantes de las creencias indicadas en el párrafo anterior, particularmente las anteriores a la caída en el pecado,  hayan sido borradas de nuestras mentes lógicas y realistas. No estoy tan seguro de que haya sucedido lo mismo en nuestro subconsciente. De todas formas, lo que sí tenemos como cierto es que el paraíso terrenal es el gran símbolo del plan diseñado y querido por el Creador para la historia futura  de la humanidad: una humanidad en armonía con Dios, con la naturaleza y en especial con los seres humanos entre sí.

Así lo entendieron los judíos,  con la creencia añadida de que Yahvé iba a convertir en realidad su plan general  de felicidad empezando con ellos y extendiéndolo después, a través de ellos, a todos los pueblos de la tierra.

De este modo los descendientes de Abrahán comenzaron a ver  la intervención de Yahvé en los sucesos históricos, inaugurando con ello una nueva manera de relacionarse con Dios: en y por medio de los hechos históricos, pero una historia entendida como un proceso progresivo y global.

Debido a las  infidelidades  del pueblo, no eran muchas las intervenciones históricas de Yahvé a favor de Israel. En los credos israelitas destaca,  sobre las pocas epifanías históricas de Yahvé,  la del éxodo de Egipto (cf. Dt 26,4-10; 6,20-24; Jos 24,2s; Is 51,9-11; Sal 105…).

A partir del rey David, en cuyo reinado Israel alcanzó la máxima  expansión y gozó del mayor período de paz, empezó a hablarse del envío del Mesías como de un personaje histórico que habría de liberar a los israelitas de la dominación de los pueblos poderosos de alrededor y que Yahvé, por medio de su Enviado, alzaría  al pequeño pueblo elegido por encima de las naciones del mundo.

En los siglos posteriores al siglo X a.C. del reinado de David, el pueblo de la alianza de Yahvé entró en una situación dramática hasta el siglo II a.C.  Dos hechos históricos ahondaron profundamente la crisis de la concepción mesiánica tradicional: la caída del reino del norte, Israel, a manos de los asirios y el exilio de su población en el año 721 a.C. , y el derrumbamiento del reino del sur, Judá, y la deportación de la nobleza judía a Babilonia en el año 587 a.C. Entre los años 721 y 587 se sitúa y agiganta el papel desempeñado por los profetas escritores: Amós, Oseas, Isaías, Jeremías, Ezequiel… Estos y otros profetas explican el sometimiento de los judíos a las naciones dominadoras por las infidelidades del pueblo elegido y de sus reyes a la alianza de Yahvé.

En todos estos siglos las promesas del mesianismo davídico son entendidas por los mismos profetas con un contenido siempre terrenal. La vida eterna no entra  en sus cálculos. El destino del hombre tras la muerte es el sheol, lugar subterráneo en donde conviven indistintamente justos e injustos  en un tipo de vida muy inferior a la vida de los seres humanos vivos. Los muertos del sheol no son hombres, sino sombras de hombres: “¿Haces acaso maravillas por los muertos, o se alzan las sombras para darte gracias?” (Sal 88,11).

Fue en el siglo II a.C. cuando surgió por primera vez la fe israelita en una victoria, si bien temporal, sobre la muerte primera. El motivo fue que no pocos judíos, con Judas Macabeo a la cabeza, frente al decidido propósito de Antíoco Epifanes de helenizar,  también religiosamente,  a la pequeña Judá, se rebelaron y se mantuvieron fieles a la religión judaica hasta sufrir el martirio.

La pregunta al Dios justo se planteaba esta vez desde un nuevo punto de vista: desde el trágico final de los mártires de Yahvé. Para el caso del mártir yahvista no valían las respuestas tópicas del pasado: que si la muerte violenta era un castigo a la vida de pecado del exterminado, que si se trataba de una dura prueba pero pasajera a la que Yahvé sometía al hombre justo (como a Job)… Fue de la sangre de los mártires de donde nació en el judaísmo la fe en la intervención propiamente escatológica de Yahvé. Como esta solución,  que reflejaba la infalible y generosa justicia retributiva de Yahvé, agradaba a todos los judíos justos, se fue extendiendo a todos cuantos eran tenidos por fieles a las exigencias de la Torá (=Ley del Pentateuco).

Tal como se lee en el libro de Daniel, que relata los hechos históricos del tiempo de Antíoco Epifanes, el reino mesiánico entregado por Yahvé al pueblo de los justos será, a diferencia de los sucesivos imperios terrenales representados en los sueños  por materiales diferentes de una estatua (cf Dan 2) y por otras tantas bestias (cf Dan 7), un imperio eterno, indestructible.

De los moradores del reino imperecedero de Yahvé, tanto de los que tengan la suerte de vivir por primera vez en el reino definitivo de Yahvé como de aquellos mártires y justos que serán resucitados de la muerte para incorporarse al reino nuevo de Yahvé, se dice únicamente que vivirán felices durante muchísimos años, al final de los cuales dejarán de existir serenamente.

Después de esta reseña del contenido terrenal de la promesa mesiánica del Dios de la alianza y de la tardía aparición de la fe judaica en la resurrección temporal de los muertos santos o justos, vamos a retomar, como hicimos en el artículo anterior, la fe de los cristianos en la resurrección definitiva de los muertos fieles a imagen y semejanza de la resurrección ya realizada en el judío Jesús de Nazaret.

Antes de contrastar el modelo cristiano y el modelo judío, recordamos que los cristianos estamos unánimemente de acuerdo en los siguientes hechos de la resurrección de Jesús de entre los muertos, no en los cómos relacionados con dicha resurrección (cómo fue resucitado Jesús; cómo es un hombre resucitado; cómo se apareció el Resucitado a sus testigos…): 1. El acontecimiento de la resurrección de Jesús tiene que ver ante todo con Dios Padre y Dios Espíritu Santo y el Hijo humanado muerto; 2. Jesús de Nazaret es  el primero y hasta ahora el único en ser resucitado de la muerte por Dios Padre; 3. Jesús ha sido resucitado antes de que su cuerpo muerto conociera la corrupción de la carne; y 4. Jesús resucitado vive y vive glorificado en cuerpo y alma.
Jesús resucitado y el modelo judío de destino último o escatológico:

1 Según nuestra fe cristiana, Dios ha resucitado ya a Jesús de Nazaret, al paso que los judíos creyentes sólo hablan de meras expectativas futuras de resurrección. Entre el hecho de un hombre muerto que ha sido resucitado ya y el dicho de una esperanza indeterminada de resurrección media una diferencia casi infinita.

2 Los primeros cristianos fueron sorprendidos al comprobar que el primero y único Resucitado no era precisamente alguien fiel a la Torá, sino el que había sido  condenado a muerte por las autoridades religiosas como un hereje.

3 Los testimonios cristianos aseguran que Jesús de Nazaret se ha convertido, por la acción resucitadora de Dios, en el Hombre nuevo, imperecedero, el primero de una nueva estirpe de seres humanos, superiores a los hijos del primer Adán en cuanto a la forma de ser hombres. Los justos que serán resucitados de los que habla, por ejemplo, Daniel 12,2, son seres humanos que no trascienden nuestra actual condición humana, simplemente la mejoran.

4 El NT presenta la resurrección de Jesús no sólo como la primera resurrección en términos cronológicos, lo hace además en términos cualitativamente excepcionales: sólo él puede resucitar, como así ha sucedido, sin conocer la corrupción de la carne, porque sólo él es la Vida… El modelo judío nada sabe de ningún resucitado especial, ni en el pasado ni en el futuro…
EDUARDO MALVIDO
Maestro, catequista y teólogo

Reflexión
 
PARÁBOLA DEL PEREGRINO QUE SE BUSCA


En cuanto, niño, supe de él, me puse a buscarlo. Abracé un buen día a mis padres y hermanos, les dejé con lágrimas, no sin dolor mío, y me fui de casa.
Iba en su busca.
Me eché al camino, al campo, al monte, al mundo.

Me asomé al mar en Cádiz, también a las playas del Mediterráneo almeriense por si venía por el mismo camino del mar que los lejanos fenicios, que el San Pablo de Tarso o que el Hijo de Trueno que visitó la Virgen aún mortal en su Pilar en Zaragoza.
Fui a Roma a buscarle entre romanos y renacentistas de ayer y del momento.


Como Diógenes me hice con una linterna. Fue así como me lo encontré un buen día, por sorpresa.

Era alto como yo, vestía como yo, el rostro como el mío, el pelo también blanco, los ojos de un verde infantil…

Encorvado, llevaba un buen fardel de recuerdos a la espalda.

Le miré a los ojos. Él era yo. Igual de pobre, de apasionado y de melancólico.
 
 
CUR


         

               DOS PIANISTAS EXCEPCIONALES
 
         Los sevillanos hemos gozado de dos eventos musicales de primer orden, la exquisitez hecha música de la pianista Judit Jáuregui y la frescura y el talento impresionantes de una niña de sólo 13 años, Carmen Pérez Salmoral, considerada niña prodigio. La amistad que a ellas me une para nada ciega mi percepción de sus cualidades excepcionales,  que el lector podrá apreciar visitando las muestras que se encuentran en youtube.
 
    
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
JUDITH JÁUREGI  (San Sebastián, 1985)
 
Concierto celebrado el día 19 de febrero de 2016  
en el Teatro de la Maestranza
 de Sevilla.
 
 Judith se nos ha presentado en Sevilla con un recital trenzado de perlas y piezas breves, pero fulgurantes, invitándonos a un viaje, concienzudamente planeado, por el romanticismo y postromanticismo pianístico: Chopin, Liszt, Debussy, Scriabin y su admirado F. Mompou, que con sus “scènes d´enfants” glosa la algarabía de los juegos de un grupo de niños en la calle.
          Su trayectoria es imparable desde que dio su primer recital a los once años de edad. La crítica ha destacado su  “madurez, frescura y toque excepcional” así como su búsqueda “del color y la sonoridad más apropiados” a cada compositor. Todo ello ha hecho que la revista Melómano la haya convertido en “ la gran dama del piano español” del momento.  De su impresionante curriculum sólo destaco la reciente gira en China dando conciertos en el National Center the Pehouserfornimg Arts de Beijimg, en Guangzhouse y en Shanghai City Theater.
           Evito extenderme y por ello les invito a visitar su web: www.judithjauregui.com  donde encontrarán cumplida información.
 
 
CARMEN PÉREZ SALMORAL (Valencina, Sevilla, 2002)
 
Concierto celebrado el día 25 de febrero de 2016
en la Sede de Juventudes Musicales de Sevilla
     
 Las obras tocadas por Carmen entusiasmaron al público por su  brillante interpretación, a pesar de la complejidad técnica que exigía el programa presentado.  Mozart, Chopin y Albéniz,  con su toque ya maestro, calaron  en nosotros dejándonos un adelanto de primavera.
         Artista sorprendente que une a la fragilidad aparente de sus manos la fuerza, la musicalidad y la pureza sonora de los grandes pianistas.  
        Carmen mostró su interés por la música desde los tres años y a los seis comenzaron sus estudios formales de piano,  siendo llevada de la mano por  el maestro Tommaso Cogato  desde hace ocho años.
         Son ya innumerables los premios y galardones obtenidos, incluyendo en su palmarés varios primeros premios en concursos internacionales de niños y jóvenes valores.  Últimamente ha sido seleccionada en el “Programa Formativo para Jóvenes Pianistas con Altas Capacidades”  de la Asociación Davidsbuendler  que lleva la Cátedra de piano de la Universität Mozarteum de Salzburgo.
          Me place compartir con ustedes estos momentos tan selectos y  diferentes, que nos hacen mirar al cielo con  la gratitud a artistas como Judith y Carmen.
                                                                                             DIEGO COCA
Maestro. Pintor. Bellas Artes. Catedrático de dibujo
                                                                      Sevilla, 27 de febrero de 2016


Astronomía de lo sagrado


6.     El Firmamento, templo sagrado
·           En la oda de Fray Luis de León, para la que Gerardo Diego pedía un puesto de honor –De la vida del Cielo-, llama el poeta de la luz al Firmamento región nutricia, vivificante: “Alma región luciente…”. (Alma=nutricia).

Mircea Eliade
·           De siempre el Firmamento ha deslumbrado a sabios y a necios, a pensadores y a analfabetos, desde los hombres de las cavernas a nuestros contemporáneos de los rascacielos, a toda cultura a poco que lo fuera.
·           Mircea Eliade, profesor e historiador de las religiones, empieza su Tratado de historia de las religiones con el estudio de la bóveda celeste. Para el filósofo rumano la simple contemplación de la bóveda celeste provocó en la conciencia del hombre primitivo – homo symbolicus- la experiencia de lo sagrado. Le sobrecogía su enorme altura, que le  resultaba inaccesible, y los espacios siderales le suscitaban la idea de la inmutabilidad,  de lo perenne y de lo transcendente. La bóveda celeste hablaba al hombre en un lenguaje simbólico, era para él una auténtica revelación.

·           “Según Mircea Eliade, hay que interrogar la conciencia del homo religiosus que descubre una hierofanía uránica y deviene así beneficiario  de la revelación de una transcendencia. De esta revelación se deriva la creencia en el Ser Supremo” (El símbolo sagrado, Julien Ries, Ed, Kairós, 2013, Barcelona, Los cultos celestes, p 171).




·           Nos vamos fuera de poblado. Es de noche. Paramos el coche. El campo duerme. Silencio. Levantamos la vista al cielo estrellado. El silencio de sus espacios detiene nuestro discurso. Millones de estrellas, espacios infinitos que no acaban y sólo dejan de ser espacio porque no hay en ellos objetos (Balmes)… petrifican las aguas de nuestro pensamiento. Se nos frena existencialmente. El arca de lo sagrado ha puesto el pie en las aguas de nuestro Jordán, de pronto, detenidas.

·           Recordamos que el poeta Orizana nos hablaba en clase a propósito de las estrellas de quietud mística: ¡Qué silencio sabroso! / ¡Qué mística quietud! ¡Qué honda armonía!  Y que calificaba de sagrado precisamente ese silencio: El silencio es sagrado / donde duermen las cosas.

·           Millones de estrellas, en cascada, es lo que ven nuestros ojos, precipitados saltos de aguas de luz y ni el mínimo ruido de un necesario estruendo. Es que no chocan. La armonía es astral. Llevaban razón los pitagóricos que hablaron del “coro de números grandioso” y de ”la armonía de las esferas” Otra vez el poeta: ¡Oh ruido luminoso / de infinitas cascadas espumosas!

·           ¡El impresionante templo de la Creación!  Y Dios, de fondo.

CARLOS URDIALES RECIO
Maestro. Ciencias religiosas. Univ. Lateranensis





La hora de pasar revista


  •         Pregón: “Será pregonero quien tenga mejor voz”. Eso querían los RR. CC. y nos recordaba por carta el 26 de marzo de 1962 nuestro primer lector ilustre,  H. Andrés Hibernón
  • Soneto del sentimiento, soneto del pensamiento.


·         Soneto enmarcado, doblemente logrado. 




o   “Cantan. Cantan. ¿Dónde cantan los pájaros que cantan?”, pregunta JRJ. En el rincón de Apuleyo, contesta el blog AFDA.


o   Rincón de Apuleyo. Siempre hay en las ramas de este rincón pájaros que cantan sin cesar en todo atardecer. Y los apuléyicos que no están cantando en este rincón, es porque atruenan en mil bosques.

o   Es más fácil estar de acuerdo con la alta política que con la bajita, por más que por alta tenga mediterránea, tela marinera.


·         Educación física, el paso de la oca del blog: preciso, exacto, desfilan de sistemas históricos.


·         Aprende a redactar, sistema Redacta: sistema virgen para muchos. Para los elegidos, carné de estilo. Muestras, en el blog, de alumnos que pasaron por Redacta.


·         ¿Apellidos del blog AFDA? Castillo e Interior. Por donde mires el blog, almenado de castillos, como Castilla, solo que interiores: Nuestro castillo interior.


o   Nuestra escuela de vanguardia, siempre en guerra y en la trinchera más adelantada. Su talante belicoso se justifica y parapeta tras el pasaje de acero  del Evangelio: “No he venido a traer la paz sino la guerra…” (Mt 10,34)

o   Buzón teológico. Hermosos sobre los montes los pies que traen las mejores buenas noticias de lejanas y ricas tierras. Y promesas de cielo.


o   A Delibes se le regateó el premio Nobel. La alfombra roja que se le negó en Estocolmo la tiene desenrolladaaaaa… aquí a sus pies. Luce. 


  • ·        Con El paso de los días, Teódulo, delantero centro del blog. Mínimo, gol por partido. Pichichi.

  •            Las Aguas encendidas de Orizana, nuestro magistral listón de estilo.

·         El Papa no lee la página que pone clarito Al papa Francisco. De llegarle, ya hubieran mejorado muchas cosas que siguen igual en la Santa Madre Iglesia de Dios. Alguien sugirió a AFDA que hay misas a las que les falta el papel timbrado y el sellar a la entrada.

o   Traigamos a los clásicos… y, la verdad, nunca se nos fueron.


o   Parábolas del peregrino: rayos equis de CUR y de Ramiro.


o   Afderías, el molinillo de café que tritura los dislates y las greguerías ramonianas  que se les disparan a elementos de la Borrasca.


·         En el memento de difuntos, que no os falte mencionar al patrono de la primera imprenta de Afda, junto a la miel de las colmenas de Casiano: físico H. Julio Peralta. La Inquisición, en el piso de arriba. Refunfuñaba y tomaba notas, pero nos toleró. 


  •    Cronología de Santa Teresa. Desfile año a año, a paso bien marcado, de 1515 a 1582. Orquesta y acompañamiento de triunfadores de nuestro primer Siglo de Oro.


  •         Reflexión de la mañana. Acordémonos de que estamos en la santa presencia de Dios y de que somos lasallanos con elle. 


 o   Filosofía de lo sagrado “porque el hombre nace filósofo”, como se nos dijo y repitió dos años seguidos, cursos 1961-1963. Y se nos recuerda en los EP anuales.


     o   Colaboraciones. Sección para ingenieros almerienses.


o   El francés Évode Beaucamp y el italiano Francesco Spadafora se alternan en La frase bíblica del mes.

·         ¿Recordáis las leyendas? Pan y agua, sopas. Fray Modesto nunca llegó a prior. Créeme que debemos de haber hecho gran camino. Telémaco, qué palabras se te escaparon del cerco de los dientes. Sudando néctar, lambicando olores. Y cétera.

      CUR
        

     
                                                 EL BIEN COMÚN
Si en España hablamos del bien común, hablamos del bien común de los españoles. En Francia hablaríamos del bien común de los franceses. En cada nación o lugar del bien común de sus nacionales o lugareños.
El bien es común por ser bien. El bien común de los españoles ha de ser, antes que nada, un bien de los españoles para los españoles.
Naturalmente no ha de perder su prerrogativa de bien por atender a la igualdad y cargar el acento en que sea común. Entiéndase que un bien es común por ser bien y un bien que de alguna manera no sea común ni siquiera es un bien. La explicación es fácil: el bien del hombre es de suyo bien social, precisamente por ser bien del hombre.

Dimensión propia de la esencia del hombre. No se olvide que el hombre es un animal social, el zoon politicon de Aristóteles. Esto, por naturaleza. Es decir, que el bien en cuanto tal es una dimensión propia de la esencia del hombre. La más excelsa. La aspiración suprema del hombre. El hombre que se porta como tal, humanamente, aspira a llenar su vida de bien. Por el contrario, cuando el hombre no aspira al bien, su aspiración no es humana en cuanto hombre. 
Sólo cuando queremos el bien, queremos verdaderamente. El bien común no puede ser, no es de hecho, la resultante que sume el sobrante de los bienes personales. El bien es centro en este terreno. En efecto, cuando no es el bien el que orienta al hombre e imanta su actividad volitiva, el hombre no se mueve sino por instintos, rencores, vanidad o degeneración. Y sólo cuando queremos el bien, queremos verdaderamente. Sólo cuando es el bien el que nos mueve, es la voluntad del hombre la que actúa. Quizá por eso el hombre pretende ir siempre más allá de lo que alcanza.
Gravitación al bien sin recortes. El bien tiene algo de arcano, de rico y  de altura por lo que el hombre no logrará nunca hacerlo del todo suyo. El hombre se determina por su libre albedrío a querer un bien determinado, pero desde su entraña está gravitado a querer el bien sin recortes.

El bien común, anterior a toda ley. ¿Y el bien común? Si nos reducimos a nosotros mismos, cada uno a sí mismo, no sólo no aparece el bien común, que perfeccionará a las personas y a la sociedad, sino que desaparece el hombre como persona. El bien común no es el bien que conviene a la sociedad de personas, singulares ovejas de un rebaño masa, entre personas, sino el bien que conviene a las personas en sociedad. El bien común no lo crea como exigencia la sociedad. Es anterior a toda ley y a toda exigencia formulable. Es el bien exigido a las personas en virtud de su condición de personas. Entiéndase que el hombre que no respeta y realiza el bien común, no sólo ofende a la sociedad en la que vive, sino que se sitúa fuera de ella, aunque esté incrustado en ella, que lo estará pero como un agente extraño, cuando menos parásito, si no resulta un agente nocivo.   
Bien: escala entera de los valores. El bien común de los españoles no se agota en el equilibrio de oportunidades ante los bienes materiales de su geografía y de su historia, de su suelo y de su cielo, de sus mares y sus tierras. De estos bienes somos administradores, codueños. La propiedad no es un delito, pero tampoco es exclusivamente privatizable. Este es otro tema que tratar. Lo que urge decir aquí, por no salirnos del tema general del bien común, es que los bienes de la sociedad y de las personas que viven en ella abrazan la escala entera de los valores: los valores materiales, vitales, intelectuales, estéticos, jurídicos, morales, religiosos… (Recuérdese la escala axiológica de Max Scheler). 
La no jubilación del servicio al bien común. El agricultor que se queda en casa y no siembra remolachas ni recoge los frutos de su huerta no es menos culpable ante la sociedad, ante la Historia y ante Dios que el científico que no crea, el poeta que no afina las palabras de sus versos, el sacerdote que no prepara con mimo bíblico su sermón… Por esta misma razón, si las leyes le jubilan, el hombre no se jubila nunca de su servicio a la sociedad a la que, aun en el estado de una inevitable merma de facultades, por la vejez y los muchos años, ha de rendir el débito de su honradez, de su dignidad de persona y de su hombría de bien. 
RAMIRO DUQUE DE AZA
Maestro. Profesor de Teoría del conocimiento
Bachillerato Internacional
 

En 1963 Apuleyo estrena magisterio en Andalucía.
Empieza a saber a qué sabe el azul del mar
que sube hasta Sevilla. 


JAZMINES
 

Jazmines, niño, jazmines

bajo la lluvia tan fina…

¡Ay, Sevilla!

¡Ay, amor!
                   
 
¡Ay, jazmines de fresco blancor! 
Caprichos tiene la lluvia,
Caprichos, niño, de plata y de espuma.
¡Ay, cristal!
¡Ay, amor!
¡Ay, jazmines de fresco blancor!
 
                   
 
Dicen las nubes que el viento
quiere extasiarse en Sevilla.
Requiebrará a los jazmines
esta noche el agua fina.
¡Ay, cristal!
¡Ay, amor!
¡Ay, jazmines suaves
de  nevado olor!
 
 
 
                                  NARANJOS
 
Naranjos en Sevilla.
Naranjos, madre.
Le han prendido a mi alma
los azahares.
Le han prendido en la vega
dorada por la tarde.
Ay, no quieren soltarla,
no quieren, madre.
 
 
SEVILLA
 
Sevilla se monta en Triana,
rumbo verde de la mar;
lleva aroma de claveles,
de rosas y de azahar.
              “Torerita, tibia, dulce,
   aguja de marear,
   ¿qué estrella quieres prenderte
   del collar?”
 
 
Sevilla se monta en Triana,
rumbo verde de la mar;
Mil peces de aleta  niña
custodiándomela van,
ángeles que desconocen
el sabor  azul del mar.
¿Adónde, marinerita,
los sueños te llevarán?
Un limonero en la proa,
en la popa un naranjal…,
marinerita, yo tengo
la vela que sabe el mar,
remo más remo,
columpiando el azahar.
 
AFDA. Año 2, nº 4. Enero de 1963.
 
 
 
 
 
 

EL DESARROLLO DE LA GIMNASIA ARTÍSTICA

                                                              DESDE EL SIGLO XIX


Como ya hemos expuesto, la gimnasia artística está integrada por dos modalidades: la masculina y la femenina; cada una de ellas con sus normas independientes, aunque con muchos factores comunes. A continuación nos acercaremos a cada una de estas modalidades para describir su evolución y desarrollo como modalidades deportivas.

La gimnasia masculina


La Gimnasia Internacional tiene presencia ya en los primeros JJ. Olímpicos de la era moderna, en Atenas-1896, aunque con unas reglas y organización diferente a la actual.




Desde Atenas ya se competía en los actuales aparatos gimnásticos, excepto en suelo.

 

No obstante, en los JJ.OO. de París-1900 no se compitió en anillas, salto de caballo ni barras paralelas, pero se incluyeron otras pruebas en la competición olímpica, tales como salto de altura, salto de pértiga, los 100 metros –pruebas más propias del atletismo–, salto de potro con trampolín elástico, trepa de cuerda y ejercicios de equilibrio. En los JJ.OO. de San Luis (1904), se incluyó la prueba de anillas al vuelo. El conjunto de pruebas gimnásticas presentadas en competición fue denominado politlón.


En los JJ.OO. de Londres-1908 y de Estocolmo-1912 se compitió en una única prueba, denominada sextatlón. Y en estos JJ.OO., así como en los de Amberes-1920, no se compitió en ninguno de los actuales seis aparatos.

 

Fue en los JJ. OO. de Los Ángeles-1932, donde se incorpora la prueba de suelo; y en los JJ.OO. de Berlín-1936 ya se presentó el programa actual de pruebas masculino,  perfilándose la competición con los seis aparatos que se mantienen en la actualidad. Además de los JJ.OO., la gimnasia de competición tuvo su primer Campeonato del Mundo en 1903, en Amberes; y el primer Campeonato de Europa se celebró en 1955, en Francfort. El segundo campeonato de Europa, París-1957, lo ganaría nuestro malogrado Joaquín Blume.
 
La gimnasia femenina
En los JJ.OO. de Ámsterdam-1928 compitieron por primera vez las mujeres en esta disciplina, desafiándose al espíritu misógino de Pierre de Coubertin, a la sazón, creador del Movimiento Olímpico. Pero es en los JJ.OO. de Helsinki-1952 donde la mujer participa en pruebas específicamente gimnásticas, adaptadas a sus posibilidades biológicas. Se suprimen para ellas las pruebas de barra fija, anillas al vuelo, barras paralelas, etc.
En estos mismos JJ.OO., Helsinki-1952, se perfilan las pruebas gimnásticas y su orden con los aparatos de ambas modalidades tal y como están en la actualidad y se desechan las demás pruebas que hasta entonces habían estado integradas en la gimnasia. En estos mismos Juegos se cambia la denominación de Gimnasia internacional por la de  Gimnasia deportiva. En los años 70, con el advenimiento de nuevas modalidades de carácter deportivo, como la Gimnasia Rítmica, se cambia el término por el de Gimnasia artística, nombre vigente en la actualidad.
Francisco Sáez Pastor
Universidad de Vigo
 
 


3 comentarios:

  1. APULEYO ESCRIBE A AFDA: Querido Gran Capitán CUR: Muy bueno todo lo tuyo y lo de tus escuderos, entre los que me incluyo. AFDA DIGITAL se supera a sí misma en cada nueva entrega. El número 51 es enteramente primaveral, o sea, floreciente, pero no sólo en flores sino en frutos. ¿Qué sería de nosotros, párvulos alumnos, sin ti, MAESTRO? Sigue, sigue; no nos faltes nunca. Divulgo al vulgo -perdón y respeto por la redundancia- las "florecillas franciscanas literarias" que nos ofreces con insistencia, atenencia y asistencia permanentes. Gracias. Laus Deo. Continúas en la Aurora. ¡Pues qué bien! Maitines y Vísperas.

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  2. TEO ESCRIBE A AFDA: He terminado de leer la última AFDA y te doy las gracias Carlos por el placer que me proporciona leer cuanto escribes sobre :La Piedad, maravilloso contenido.Gracias por el folio dedicado a Castilla...

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  3. JMBLANCO CORREDOIRA ESCRIBE A AFDA. El nuevo número de AFDA es magnífico y la conferencia ha quedado también muy bien.

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