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20101103

AFDA 2


PORTAVOZ DE MAGISTERIO Y ESTILO


----- 15 DE NOVIEMBRE, 2010 -----



NÚMERO DOS


Nuestro común y buen amigo Jesús Pérez Morente lee a Santa Teresa y en uno de sus correosnos cita una frase de la que hace bandera de saludo este nuestro número dos de AFDA:

"Buen medio es para tener a Dios, tratar con sus amigos.
Siempre se saca gran ganancia".
(Santa Teresa)

PREGÓN

Doble meta
En este rincón del mundo de magisterio y estilo mantendremos izada, tan alto como nos alcance el brazo y mientras la torre del homenaje no se nos hunda, la sublime y heroica bandera de los valores religiosos y la hermosa de seda y oro de los valores de la cultura.




VALORES RELIGIOSOS
Lo que aquí nos vayamos diciendo unos a otros y a quien quiera leernos de fuera de nuestras almenas ha de ser tan claro, denso y alto que a Dios y a sus ángeles les sepa, renglón a renglón, artículo a artículo, a salmodia que reza y grita con miles de monasterios en siglos de plegarias canónicas: Deus, in adjutorium meum intende!
Si ese es nuestro peculiar Ora, nuestro monacal Labora es la Cultura.


VALORES CULTURALES

El decirnos y decir verdades para aproximarnos a la Verdad ya es una forma de cultura. Pero, además, queremos que de esta nuestra modesta casa de AFDA tome posesión la CULTURA, por más que no pasemos de sencillos maestros de escuela elemental o universitaria, labriegos de surco bien arado y hortelanos del ESTILO.

Ex umbris et imaginibus ad Veritatem (Newman)
Y desde nuestra fábrica de estilo de la Cultura, al templo de la Verdad.
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REFLEXIÓN MENSUAL

EL CABALLO DE TROYA

Troya es una hermosa ciudad que sitian por espacio de diez años los griegos sin lograr rendirla. No lo consigue el supremo héroe Agamenón. Muere en el asedio Aquiles, el de los pies ligeros. Entonces, el astuto Ulises construye un enorme caballo de madera. En su vientre se encierran los mejores guerreros que tiene Grecia. Los griegos se retiran del combate. Abandonan la gigante máquina. Se esconden en una isla. Los troyanos introducen al caballo dentro de la ciudad. Por la noche, mientras duermen los troyanos, se acercan a oscuras los griegos escondidos, salen del interior del caballo los selectos guerreros, abren las murallas… Cae esa misma noche Troya en manos de los griegos.

Da escalofríos leer a Virgilio en la Eneida cuando cuenta la necia alegría de los troyanos que introducen el caballo en su ciudad, sin percatarse de que sus entrañas están ocupadas por los mejores guerreros. “Y en torno de él iban jóvenes y doncellas entonando himnos sagrados, felices y orgullosos de arrastrarla”. (Eneida, libro II, 235)
Antes de que arda Troya habrá que examinar a qué caballo del enemigo le estamos cantando ingenuamente hoy antes de que se eche la noche.

CUR

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AFDERÍAS PARA DICIEMBRE
I

La Purísima ha sido siempre puente hacia el cielo; ahora, con la Constitución, también hacia el descanso.

Antes de colocar el caganer en el belén, conviene comprobar de dónde viene el viento.
Me encantaría uncir la mula y el buey, y echarle una carrera a los renos de San Nicolás.

Los centinelas de Buckingham, por no mover no mueven ni el bigote; pero para impertérritos, los de mi castillo de Herodes.Recuerda: los patos del río, más arriba que las lavanderas; cuestión ecológica.

Por Navidad, los indigentes, envueltos en cartones, pasan la noche mirando al belén, y sienten menos frío.

En los belenes modernos, en lugar de la estrella hay un GPS, y los ángeles anuncian la Navidad por SMS.

Por la hora, la misa del gallo debería llamarse del búho o del mochuelo.
Este año hay menos figuras en los belenes; puede que algunas estén camino de Santiago.

En Navidad, los comerciantes se frotan las manos, y no por el frío.Algunos campanilleros, con el cinto caído, rapean villancicos.
El turrón de Alicante debería llevar, junto al código de barras, el teléfono del dentista.

28 de diciembre, matanza de los inocentes. ¡Menuda broma! No le veo la gracia.En Nochevieja se libran de su esclavitud las burbujas del champán y las serpentinas se esfuerzan por atrapar al año que se escapa.

El Belén de Telecinco se apellida Esteban, y el molinero del río presume de Noria.Los cuartos del reloj, en la puerta del sol, siempre juegan al despiste. ¡Qué mala uva!

Este año, por la crisis, los Reyes llevarán al Niño plata, incienso y mirra.Parece que Santa Claus está menos llenito, será también por la crisis; pero el gordo de la lotería, tan orondo como siempre.

En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna’. ¿Es de noche o es de día? Si lo adivinas, apúntate una.

AH

II
ARRANCA EL ADVIENTO

* Cuando nace el Niño, las pajas del pesebre se convierten en rayitos de sol.
Y se ponen en camino los tres RR. MM. Paul Claudel en su Chant de L´Épiphanie piensa que no fue fácil dar con ellos: “Il faut, pour en trouver jusqu´à trois, remuer toute la terre”.

Luego, cuando vaya entrando la noche, la oscuridad no dejará que nos contemos, pero comprobaremos que somos muchos más que hace muy poco.

A los de Santa Susana se nos iniciaba en el Adviento con el himno del colegio que nos enseñaron y cantamos: “Alviento nuestro himno de líricas llamas / cantemos la escuela, florido vergel…” De mayores supimos que la letra era de Orizana, que entonces componía libros para Bruño en la vecina Editorial, en Marqués de Mondéjar, 32.

Algo de santa ha de tener la Constitución española pues que, si puede, hace puente con la Purísima. Aunque sea laica y parezca no creer en Dios, busca de hecho y puentea con la Gloriosa.

La bandera de los nuevos comuneros de Castilla tiene el color de la liturgia del Adviento que no el color del pendón de Castilla que guarda Segovia, en su iglesia de San Martín, ni el de la villa de Sepúlveda, ni el guión de Isabel la Católica en la toma de Granada…: todos los pendones históricos castellanos son de color rojo carmesí.
El profeta Isaías tiene razones para molestarse con nosotros en el Adviento. Nos adelanta los animales del Portal de nuestros nacimientos, y nosotros le cambiamos el asno por una mula. Lo dice de entrada en sus profecías: “Conoce el buey a su amo y el asno el pesebre de su dueño.Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento” (Is 1,3).
CUR


III.

NAVIDAD


En Navidad el Cielo se queda sin estrellas, todas se van a los nacimientos.

* El sonido de la zambomba tiene más de tocino que de jamón. 

Los niños se creen gigantes delante de un belén.

* Cuando cantamos villancicos, los ángeles pulsan nuestras cuerdas vocales.

* La misa del gallo la escuchan, desde sus gallineros de viudas, las gallinas en sufragio de sus esposos muertos en campaña.

De AFDA, nº 2, enero de 1963


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FLORECILLA DE LA MONJA QUE CALZABA ZAPATOS GRANDES

Las divinas travesuras con las que Dios probaba a sus monjes en aquellos tiempos de santa observancia más que para contadas eran para ser salmodiadas en recitado llano de pura alabanza al buen humor de Dios Nuestro Señor que así se las tenía con sus siervos, gastándoles bromas de cuando en cuando.
Así pensaba de la Divina Providencia y así se expresaba el santo abad fray Andrés del Apóstol Diego cuando las escuchaba de boca de sus hermanos o las comentaba con ellos para alabar después a su Creador.
Una muy singular fue la de la tarde aquella en la que llamó a las puertas del monasterio una monja de la Caridad del Amor Mendigante de Dios o algo así, que realmente sorprendió al hermano portero, al ecónomo y a otros dos de trabajos temporales, que eran cuatro en total, con el relato de las andanzas por las que había pasado en su tarea de mendiga de Dios a beneficio de las siervas de su monasterio de Santa Clara en Logrosán, Extremadura, en que profesaba. Llevaba esta modesta mujer en un motocarro un par de cerdos que le habían dado de limosna en un pueblo vecino, Parla, pues venía mendigando, de Guadalajara a Extremadura. Las monjas no hacían matanza de esos animales de Dios y pretendía vendérselos a nuestro monasterio y así llevar sólo dinero que no pesaría y alabaría a Dios Nuestro Señor, saneando a la vez las goteras de las celdas del piadoso convento de Logrosán.
La monja mendicante hablaba con tal unción de las cosas de Dios, que arrebataba con su plática. Se hizo la noche y como no podía albergarse en el monasterio por ser de varones, éstos benditos monjes, el portero, el ecónomo y los otros dos, le indicaron la casa de un devoto matrimonio de confianza para que pasara la noche.
Quiso Dios Nuestro Señor, que cuida amorosamente de sus criaturas y particularmente de sus benditos monjes, que la mujer del matrimonio se fijara en los zapatos de la monja. Los encontró demasiado grandes. No le dijo nada a su marido, pero al día siguiente se lo susurró en voz muy baja al monje hostiario, que lo dijo a los otros tres.
Estos, después de alabar a Dios, alzar los brazos al cielo y llamarle tres veces bendito, interrogaron a la monja sobre la procedencia de los cerdos y sobre algunos detalles del monasterio de Logrosán, con lo que vinieron a sospechar que algo ocultaba aquella mendicante de Dios. Empezó con esto a nuestros siervos de Dios a ronronearles unos raros remordimientos por haberse relamido precipitadamente con la compra de un par de cerdos para el monasterio a precio de media docena de conejos de campo.
Acudieron al abad que, prudente, alertó enseguida a la guardia civil, cuyo cuartelillo no quedaba lejos del convento y, sin levantar sospechas de la supuesta monja, se aprestaron, mientras llegaba, a hacer que le compraban los dos cerdos al precio convenido de media docena de conejos de campo.
A la Benemérita le fue muy fácil descubrir lo que ni de lejos sospecharon la tarde anterior los benditos monjes: la supuesta monja de la Caridad del Amor Mendigante de Dios era un desdichado ladronzuelo de voz atiplada que había pretendido engañar a unos monjes, que vivían para servir a Dios y a su monasterio, con la golosina de pagar por dos cerdos hermosos el precio de dos medias docenas de conejos de monte.
Esta florecilla, que aún se cuenta en el monasterio de nuestras penas y felicidades, es tan cierta como ciertos son los Santos Evangelios. Ocurrió en tiempos del abad fray Andrés del Apóstol Diego. Los benditos monjes a los que Dios Nuestro Señor gastó tal broma fueron: fray Melecio el hostiario, fray Melitón el ecónomo de compras, y fray Casiano y fray Valentín, respectivamente despensero y cocinero. De ellos todavía vive el último en la santa casa-monasterio de Griñón, el cual, ahora de hostiario, puede dar fe de que así fue como se cuenta casi a la letra en esta página.











CUR

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Esta vez la última lectura nuestra ha sido de los clásicos:

Al margen de los clásicos, AZORÍN, Edit. Losada. Buenos Aires, 1942.

Con frecuencia encontramos en los clásicos la expresión que hace tiempo buscábamos y que no aciertan a decirnos los más despiertos y alertados de nuestros contemporáneos.

Volvemos la vista atrás. Miramos y se nos hacen presentes los sesenta, setenta u ochenta años que están a nuestras espaldas. Lo que no acertábamos a decir lo dejó dicho ya hace años el maestro Azorín:


Hemos vivido largos años de trabajos y anhelos; otras generaciones van pasando sobre nosotros, nuevos hombres asoman con más energía, más inspiración que nosotros. Nuestro entusiasmo, nuestra fuerza, han desaparecido. En este crepúsculo vespertino de nuestra personalidad, al entrar en la región de las sombras, nos detenemos un instante –última parada- y consideramos nuestra obra, modesta o brillante. Hemos cumplido con nuestro deber; hemos trabajado; la sinceridad y el amor a la belleza y a la justicia ha guiado nuestra pluma. Podrá pasar por encima de nosotros otra generación, no podrá arrebatarnos nuestra personalidad, lo trabajado, lo ansiado y lo sufrido”.
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HOMBRE SOLO EN LA NOCHE DE HALLOWEEN

Dirán estuvo aquí,
se sentó en esta silla
alta con travesaños firmes
para plantar los pies cruzados
a modo de reposo contingente
y con el culo al alza
como una puta insigne
de las letras periódicas
sin parar de pensar.
¿Y a mí, qué?

Dirán escribió mucho
y lo hacía de prisa
y con toda su alma
como si un daimon raro
le empujara la pluma;
era un gran monosabio,
era un gran manosboli;
se le veía siempre
con la cabeza a pájaros
y apenas saludaba
a los que entraban en el bar
(de jubilados, claro),
aunque él nunca se viera
jubilado de nada ni por nadie,
inmerso en su tarea cotidiana.
¿Y a mí, qué?

Resultaba ya tarde
conversar con sus sueños
de poeta enclaustrado
al fondo de sí mismo
y al fondo de los otros.
No le entendieron nunca;
tampoco falta hizo
en un mundo superfluo
que el rábano cogía por las hojas,
pues la vida corriente
le sentaba fatal,
le aburría un montón.
¿Y a mí, qué?
¿Y a mí, qué, si soy yo
el que estoy retratando
y ni tú lo imaginas?

Él estaba muy hecho
a las meditaciones
trascendentes del tiempo,
y ni Dios le sacaba
de sus casillas cáusticas,
de sus celdas de abeja ensimismada,
de sus paneles de papel,
jugando a que los signos
de las palabras fueran
más allá de los ojos
del lector o el hablante.
¿Y a mí, qué?

Dejó descrito el mapa
de las Humanidades,
nos hizo como somos,
nos esbozó a conciencia,
línea a línea, sabiendo
más de nosotros que nosotros mismos,
y al fin descansó exhausto,
desvivido de carne,
pero transfigurado en el espíritu que era,
plasmado en cada página.
¿Y a mi, qué?
A mí qué, repetís y repito,
ignorando que en él os sustentabais.

¿Es esto un testamento? Pues tampoco.
Él no testó, él sigue abierto,
él está en su alta silla
del bar hecho una estatua
para la eternidad,
pues solo le importaba
reciclarse hacia dentro,
dilucidarse en claro
y trazar un camino.
Seguidle, por favor.
Yo acabé mi poema
cuando él me dejó solo.


Apuleyo Soto

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SONETOS DESDE EL SENTIMIENTO






Desde la Avenida de los MaestrosCINCUENTA AÑOS DESPUÉS

La Avenida de los Maestros es un camino breve que une dos edificios del Campus universitario La Salle, en Aravaca. Es un lugar de paso y de encuentro donde florecen las sonrisas y donde las palabras vuelan alegres como pájaros . Aquí, en un ir y venir continuo, se entrelazan los sueños del magisterio: unos ya maduros; otros, nacientes como el sol que dora nuestros eucaliptos cada mañana. La suerte –o la Providencia- ha querido que, cincuenta años exactos después de iniciar el Magisterio en la Escuela de Griñón, como algunos de vosotros, (año 1960), esté yo ahora en este lugar entrañable y fecundo. Profesor de esta Escuela –ahora parte de la Facultad de Educación (Grado en Magisterio Infantil y Primaria)- quisiera narraros en éste y sucesivos artículos algo de lo que es este campus: un Centro de Estudios Universitarios, planta frondosa nacida de la pequeña semilla de aquellos años griñoneses, integrado ahora en la Universidad Autónoma de Madrid, que sueña con convertirse dentro de poco en la Universidad la Salle.

En este lugar, uno experimenta el contraste entre aquellos años lejanos y este tiempo nuevo, aquellos años de Griñón, serenos y arraigados, y éstos, agitados y un tanto convulsos... no por el lugar, que aún es remanso de paz, sino por la condición de quienes lo habitan; entre aquellos escolásticos, uniformados y uniformes –con excepciones que apuntaban ya personalidades originales- y estos alumnos y alumnas que, plurales y variados en apariencia, tienen el alma un tanto uniformada , el espíritu aún por hacer y las metas quizás no tan nítidas como nosotros entonces. Este es un mundo donde la algarabía de risas y gritos y el predominio de una estética del feísmo chocan con aquella austera belleza de las negras sotanas y de los blancos baberos. Contrasta también, cómo no, la actual abundancia de medios con la sencillez de aquellas aulas y laboratorios, no tan mal dotados en el fondo. Choca nuestro idealismo un tanto quijotesco de aquellos años con la búsqueda de lo concreto y de lo útil –de las sensaciones a los resultados- de esta gente joven que tan diferente se nos antoja. Aunque cierto porte exterior no se corresponde del todo con la riqueza personal que también tienen y muestran. No pocos de los alumnos, mayoría chicas, hablan de vocación al elegir esta carrera y son conscientes de haber optado por una profesión que, no bien considerada por la sociedad, es, a la vez, fuente de problemas y hontanar de profundas satisfacciones.

La que fue “Escuela de Magisterio San Juan Bautista de La Salle” se trasladó de Griñón a Madrid en los años setenta y creció hasta convertirse en un árbol robusto, con las frondosas ramas de las seis especialidades de Magisterio, que han perdurado hasta el curso pasado, en el que, por exigencias venidas del “Proceso Bolonia”, nos hemos visto obligados a podar aquel pasado fecundo y a asumir las dos únicas titulaciones de Grado de Magisterio que propicia la nueva reforma: Grado de Magisterio en Educación Infantil y Grado de Magisterio en Educación Primaria. Se ha apagado esa policromía de especialidades que daba a la Escuela carácter y solera nada comunes. Basta recordar lo que significó este centro en la renovación pedagógica de la Ley General de Educación (Educación Personalizada) y en la posterior Reforma educativa de los años noventa. Aún perdura el espíritu que se vivió, en el más puro estilo de familia La Salle, en la entrega de todos a una causa común. Generaciones de maestros y maestras, esparcidos por la geografía española, lo atestiguan.

Aquella Escuela es hoy parte de una Facultad de Educación, en donde también está integrada la especialidad de Grado “Educación Social”. El árbol primero se multiplica en otros árboles que convierten ya este campus en un pequeño gran recinto donde crecen carreras de Educación, de Ciencias de la Salud, Escuela de Estudios Empresariales, terrenos fecundos de masters, postgrados y un variado surtido de “títulos propios”. Hoy, aquella escuela, que sigue bajo la inspiración –quizás no tan nítida como entonces- de San Juan Bautista de la Salle, es semillero de maestros y educadores, atalaya desde donde otear el futuro y lugar de esperanza de un porvenir mejor. Los más de cuatrocientos alumnos de Educción Infantil (Diplomatura y Grado), los ciento sesenta de Educación Primaria y los cincuenta de Educación Social se cruzan, a veces sin conocerse, en un ir y venir por la Avenida de los Maestros, convertida en símbolo de todos los que salieron de esta Escuela de Magisterio y vuelven , de un modo u otro, a estos lugares radicales. Como siempre lo hicimos, sentimos hoy el deseo de impulsar el nuevo magisterio -recuperar el “magis” de su raíz-, soñar con nuevos jóvenes, ellos y ellas, que gasten su vida en la causa noble de la educación y que vayan por las hoy inciertas tierras de España –sobre todo las de la Comunidad de Madrid- “alumbrando amaneceres”, ensayando sus vidas en lo que ahora sólo es “el filo del amanecer”.
Desde esta Avenida de los Maestros, cuya calzada espera sentir la alegría de vuestros pasos, recibid, amigos de AFDA, mi saludo y mi invitación.



Teódulo Gª REGIDOR
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EL GENIO PEDAGÓGICO DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE



Fórmula de consagración anterior a 1725
Una de las ideas geniales de Juan Bautista de La Salle: darse cuenta de que el cristiano se puede consagrar a Dios de una forma muy distinta a como lo hacen los miembros de las órdenes y congregaciones religiosas; y que no son sólo los votos los que «consagran» al cristiano a Dios.

La consagración del educador cristiano a través de su ministerioCreo que este «descubrimiento» de La Salle tiene en el momento actual de la Iglesia un valor excepcional, pues hay que darse cuenta que el ministerio de educar cristianamente a los niños y jóvenes es un ministerio «laical» y que los primeros discípulos de La Salle se consagraron a Dios como «laicos» y desempeñaban en la evangelización del mundo una actividad, un ministerio, laical. En suma: un laico en la Iglesia se podía consagrar a Dios realizando un ministerio apostólico. O de otro modo: un ministerio apostólico laical podía ser el medio de consagrarse a Dios. Esta idea de La Salle, tan profunda, está aún hoy casi sin desarrollar en la teología de los ministerios laicales.
Tomado de José María Valladolid



RETAZOS LASALIANOS, 34
LA CONSAGRACIÓN DEL EDUCADOR CRISTIANO



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VERSOS QUE SON ORACIÓN

Si toda poesía eleva el espíritu y nos introduce en una región íntima del ser, la unión, en la liturgia de la Iglesia, de oración y poesía, otorga a los rezos comunes un lenguaje nada común. Junto a la vigorosa literatura de los salmos y de ciertos himnos neotestamentarios, quienes realizamos la oración litúrgica al menos dos veces diarias, nos encontramos con oraciones que son fruto de la inspiración de nuestros poetas consagrados, muchos de ellos del siglo XX.
Orar con palabras hondamente poéticas ofrece la garantía de adentrarse en los veneros del espíritu a través de unas palabras encendidas y de unos sentimientos en flor.
Como primera muestra –no sé si conocida o desconocida para alguno de vosotros- ofrezco esta vez la siguiente:


Porque anochece ya,
porque es tarde, Dios mío,
porque temo perder
las huellas y el camino,
no me dejes tan solo
y quédate conmigo.

Porque he sido rebelde
y he buscado el peligro
y escudriñé curioso
las cumbres y el abismo,
perdóname, Señor,
y quédate conmigo.

Porque ardo en sed de ti
y en hambre de tu trigo,
ven, siéntate a mi mesa,
bendice el pan y el vino.
¡Qué aprisa cae la tarde!
¡Quédate al fin conmigo!

Teódulo García Regidor



Tras el atentado de las torres gemelas. Pinxit Diego Coca





SUMARIOPregónDoble metaReflexión mensualEl caballo de TroyaAfderíasAfderías para noviembreFlorecillas monacales
Florecilla de la monja que calzaba zapatos grandes
Hemos visto-Hemos leído
Al margen de los clásicosRincón de Apuleyo y de nuestros poetasHombre solo en la noche de Halloween
Recuerdo y canto agradecido

Nuestra escuela de vanguardia
Cincuenta años después
Genio pedagógico de San Juan Bautista de la SalleLa consagración del educador cristianoNuestro castillo interior
Versos que son oración

Addenda
Una frase bíblica para el mesGen 5,22y24
Documentos de oroCanto a España. OrizanaNostalgias con alas
Aquellos maravillosos añosTanda de Ntra. Sra. de Lourdes


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UNA FRASE BÍBLICA PARA EL MES

Después (…) anduvo Henoc en compañía de Dios trescientos años.
Caminó Henoc con Dios y despareció, porque se lo llevó Dios
.
(Gen 5,22 y 24)


Henoc trataba con Dios, traduce Luis Alonso Schökel.

Muchos años ya, cuantos tenemos, como nuestro patriarca, nosotros venimos tratando con Dios y caminando en su compañía. Él, en la nuestra.

Gracias a eso nuestra existencia no terminará en la nada.

Nuestro paso por la vida de suyo siempre es y fue fugaz. Las huellas que imprimieron e imprimen nuestros pies quedan detrás de nosotros y las desdibujará el tiempo.

Pero como hemos caminado en compañía de Dios, hablando y tratando con Él, el camino que hemos hecho, como en el caso del patriarca Henoc, fue y es un ensayo de eternidad. Cada paso, una diminuta semilla de divina eternidad.

Desapareceremos también como Henoc un buen día y podrán decir de cada uno de nosotros que fue “porque Dios se lo llevó”.


CUR


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DOCUMENTOS DE ORO

ORIZANA


· Si se decía "el poeta", en los círculos familiares a Orizana, es que se hablaba de él. Fue una de las cumbres del modernismo español de su tiempo por su teatro y por su lírica y un notable continuador clásico de Fray Luis de León.
· Las disciplinas humanistas no tenían secreto para él, las había trabajado con una memoria prodigiosa, las había sometido a filosofía y las penetraba y conocía con la intuición de los místicos: literatura, filosofía, historia, pedagogía... Fue doctor en Historia.
· Su Canto a España es una pieza lírica que deberían aprender nuestros aspirantes a políticos. A los niños españoles les vendría bien saberla de memoria. Un español medianamente culto debería poder explicar uno a uno todos sus versos.
· Es lírica y así, canta de verdad a España. Y es una pieza de erudición histórica, un condensado repaso de las glorias patrias.









CANTO A ESPAÑA

¡Soy España! Paso libre deje el mundo a mis pendones;
soy el polen de dos mundos; soy la madre de legiones
de corderos en el templo, de leones en la lid.
No habrá lanzas que se opongan retadoras a mi paso,
no habrá nubes que encaminen mis fulgores a su ocaso:
aún manejo como pluma la Colada de mi Cid.

¡Soy España! Paso libre pide al mundo mi bandera;
nadie loco se interponga temerario en mi carrera,
el granito torna en polvo con sus cascos mi corcel.
¡Soy España! Recio yunque forjador del limpio acero;
soy la madre del labriego, del soldado y del trovero,
la fe brilla en mis airones; soy martillo del infiel.

A mi seno se han nutrido veinte pueblo, noble coro;
con mi sangre toda fuego, con mis mieses, gotas de oro,
hice el pan, el Sacramento, de dos mundos en unión.
Mis abejas se han posado sobre todas las colmenas;
en el libro de la Historia, con el flujo de mis venas
escribí mi nombre augusto, bordé en oro mi blasón.

Soy el tronco vigoroso donde brotan veinte ramas,
de magníficas promesas, de esplendentes panoramas;
fue mi sangre fuente de oro, del error pila lustral.
Soy la cuna de juglares, soy nodriza de infanzones,
son mi prole los Ruiz-Díaz y los Sueros de Quiñones,
que han pasado por el mundo con bizarro aire triunfal.

Soy las barras de oro y fuego, soy el manto de Castilla,
soy claveles encendidos en la clásica mantilla,
soy doncel enamorado tras la reja del cancel.
Soy el eco galopante de las épicas legiones,
soy la cálida rapsodia de románticas canciones;
tanta gloria fue mi gloria, que caí bajo el laurel.

Soy las ruinas evocantes de conventos medievales,
ajimeces y triforios de vetustas catedrales,
y las torres almenadas del castillo feudal.
Soy la cueva del encanto, con leyenda lastimera;
soy el águila rampante que reluce en mi cimera,
soy la ermita que se enconde tras añoso robledal.

Soy la ronda de los mozos cuando duermen las labores,
soy el oro de mis viñas, soy el fuego de mis flores,
soy la espada cimbreante que en el Tajo se templó.
Soy zortzico, soy sardana, soy la jota mensajera,
soy praviana, soy guajira, y alborada y petenera;
soy guitarra y pandereta, soy aurrescu y soy rondó.

¡Paso libre! Soy España, la de Núñez de Balboa;
es la espada lanza y mástil y sextante de mi proa;
soy alfombra de oro y flores, soy dosel de oro y de luz.
Soy llaneza en “Tanto monta”, de Isabel glorioso mote;
soy la idea en el hidalgo caballero Don Quijote;
soy la fe en el caballero de la espada y de la cruz.

Yo he pintado las Meninas y la Virgen de Murillo,
yo di vida a la materia con la gubia de Salcillo,
soy balcón de Lindaraja de un ensueño creador.
Es mi historia libro de oro que escribieron los guerreros,
los ascetas y alquimistas, y juglares y romeros;
yo escribí la Vida es sueño y el Libro de Buen Amor.

He vagado por dos mundos en sublimes quijotismos;
he incendiado las ciudades en mis rojos heroísmos;
es mi nombre Malasaña y Agustina de Aragón;
soy la raza de las gestas de prolífico trofeo,
arrullada por endechas amorosas de Berceo;
soy la gracia chispeante del castizo don Ramón.

Soy Teresa en los arrobos de sus místicas Moradas;
Campoamor en sus doloras y profundas humoradas;
soy Zorrilla, lira argéntea, trovador a lo oriental.
Soy las fraguas de Vulcano, soy los silos de Castilla,
los edenes de Valencia, y olivares de Sevilla;
soy telar en Cataluña y en Toledo, Cigarral.

Soy la tierra de las mieses, soy la tierra de las flores;
me requiebra con sus gracias el Amor de los Amores,
y me envuelve en gasas de oro de apolíneo resplandor.
Soy la fronda rumorosa de los guindos y encinares;
soy la esposa enamorada del Cantar de los cantares,
soy la fuente nunca exhausta de la luz y del amor.

Paré un tiempo mi cuadriga por caminos de la gloria;
con la mueca me zahirieron, los extraños, irrisoria;
me creyeron infecunda, como el tronco sin virtud.
¿Qué me importa verme pobre, desangrada, dolorida,
que la nieve de los años temple el fuego de mi vida,
si he lanzado en nuevo parto la más bella juventud?

En la aljaba de mi yugo llevo en fuego cinco flechas
que en afán de luz de glorias al imperio van derechas.
¡Edad nueva! ¡Mi destino! ¡Impaciencias de misión!
Siempre muro de occidente, yo vencí al rojo marxismo.
Nueva luz en las hogueras de las cumbres de heroísmo.
¡Soy España! ¡Paso libre pide al mundo mi pendón!

Se remozan los relatos de mis viejos cronicones;
lauros épicos florecen al pasar de mis legiones;
un sol nuevo me seduce, luz de imperio, y tras él voy.
Me citó la Providencia, y acudí en las densas horas;
el quehacer difícil busco de epopeyas redentoras.
Sabrá el mundo que hay España, que es la misma que ayer, hoy.


Nazario González Ramos, Orizana


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LA DEVOCIÓN POPULAR A LA VIRGEN
EN LA POESÍA RELIGIOSA MEDIEVAL ESPAÑOLA



1. Presentación del tema

Las manifestaciones artísticas y culturales son una revelación de las ideas imperantes en el acontecer de cada momento histórico.
Por eso en la Edad Media, cuando la fe estaba profundamente arraigada en la mente y en el corazón del pueblo cristiano, las fuentes de mayor inspiración artísticas en todas las artes tenían que ser necesariamente de inspiración religiosa.
Si pretendemos conocer a fondo la contribución inspirativa de Ntra. Sra. en el arte y muy particularmente en la poesía medieval hispana, será básico el conocimiento, aunque sea solo esquemático, del momento histórico que preside su devoción.
Cristo murió en la cruz para redimir a los mortales. Junto al Señor crucificado se inmolaba también y por la misma causa, su Madre. Él era el redentor y ella la corredentora.
Realizada su magna obra, el Hijo sube glorioso a los cielos y su Madre amantísima, madre ya del género humano en la persona de S. Juan, se queda con nosotros un tiempo más para prolongar y fortalecer con su presencia y testimonio, la permanente presencia entre nosotros del Hijo resucitado y del hermano.
En los primeros tiempos del cristianismo, como en el evangelio, la Madre se mantiene en un discretísimo lugar con respecto al Hijo y su obra. Es Él, el centro indiscutible de todos los dogmas fundamentales de la nueva religión. Esta primera etapa será continuada por los Apóstoles y más tarde por los Santos Padres de la Iglesia.
Bien afianzado ya el credo, empieza a vislumbrarse el papel importantísimo que ha de corresponder a la Madre de Dios en ella encarnado.
La devoción a la Virgen asciende así gloriosa y pujante en el firmamento cristiano y los dogmas marianos van tomando cuerpo y definición hasta parecer, en determinados momentos, que su Hijo quiere para ella, la misma preeminencia y papel que tuvo en su vida terrenal. Intercesora y corredentora, Madre común que nos hermana en ella con su Hijo Dios, Jesús de Nazareth.
Al terminar la Edad Antigua, S. Ildefonso, del siglo VII, es la gran figura hispana a quien la Virgen agradecida regala una casulla en premio a su devoción y a la fervorosa defensa que hizo de su virginidad y excelencias. (De Virginitate perpetua Santae Mariae adversus tres infidelis).
Al comenzar el medievo, la devoción a la Virgen es ya una devoción muy extendida en el mundo cristiano y más en España, la nación predilecta de María, que según una antiquísima tradición habría pisado suelo español en carne mortal, en Zaragoza.
Con la invasión árabe, lejos de decaer la devoción popular a la Virgen, se acrecienta muchísimo. La Madre de Dios va cautivando de manera dulce pero arrebatadora la admiración de los fieles cristianos por las excelencias de sus prerrogativas.
A decir de S. Bernardo, en la hermosura de la carne excede a todas las mujeres y en la excelencia de su santidad, sobrepuja a los ángeles y arcángeles. Su bondad maternal se manifiesta en los continuos favores que derrama con portentosos milagros que captan el afecto de todos los corazones.
Con toda la dulcedumbre del idioma galaicoportugués, Alfonso X el Sabio canta en sus Cantigas los “Loores et Miraclos de Nuestra Señora”. Todos los poetas de aquella época le seguirán, aportando al mismo tema sus mejores estrofas.
El pueblo sencillo de la época medieval, quiere a su Virgen y la quiere por ser la Madre de Dios, por la grandeza de su maternidad divina, por la sublime sencillez humana de sus relaciones con el Hijo de Dios humanado y por la magnanimidad misericordiosa de su corazón de madre.
La devoción a la Virgen Madre de Dios, la Gloriosa Santa María, pasa a ser la fuente inagotable y fecundísima de filial inspiración artística y poética.
La arquitectura por el mismo tiempo le estaba dedicando numerosísimos templos y santuarios. Solo en el tiempo de Alfonso el Batallador se dice que le fueron dedicados más de mil. En tiempos de Jaime I, más de 500. Muchos de los que hoy se conservan, son tenidos por verdaderas joyas de sus respectivos estilos. De la época visigótica, Santa María de Bamba. Del estilo asturiano, Santa María del Naranco. La ermita de Santa María de Melque, en la región toledana, del mozárabe. La sinagoga del Tránsito, y Santa María La Blanca, en Toledo, modelo de templo judío y mezquita árabe dedicados al culto mariano.
Vienen luego los Monasterios románicos, como Santa María de Ripoll, Santa María de Huerta, Santa María la Real de Aguilar de Campoo e innumerables más. Los góticos como Santa María la Real de Nájera. Los mudéjares, como Ntra. Sra. de Guadalupe.
Son igualmente marianas casi todas nuestras catedrales románicas y góticas: Burgos, León, Gerona, Sevilla, Tarragona….
Por su parte la escultura compite con la arquitectura tanto con la románica como con la gótica, la mudéjar o la renacentista y aprovecha los mejores espacios constructivos para representar en ellos la figura de Ntra. Señora.
Se pasa del hieratismo solemne y majestuoso del románico al delicioso humanismo, dulce y sonriente del gótico y más tarde al clásico canon de las más bellas formas del Renacimiento.
La Virgen María en sus principales misterios y advocaciones llena retablos, ocupa el parteluz de las portadas principales (Santiago, Tarragona, Virgen Blanca de León); llena de relieves marianos tímpanos y claustros e invade los capiteles. Los templos se van llenando de imágenes de la Madre de Dios y Madre nuestra, la gloriosa Santa María.
Igual ocurre con el bajo-relieve y la pintura en las tablas de los retablos, en los coros de las catedrales y monasterios y en los cuadros que invaden paredes y sacristías.
Renuncio a perderme en ejemplos, de todos conocidos y admirados y hecha esta breve introducción, me centraré en el estudio de la poesía española medieval, objeto de este trabajo, cuyos próximos capítulos expondré en la revista AFDA, como un homenaje personal a nuestra Señora y Madre.
José Manuel Gutiérrez Bravo
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NOSTALGIAS CON ALAS
AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS …

Son muchos los recuerdos que guardo en mi memoria -y que a modo de pequeños ‘flashes’ acuden a mi mente- de los felices y fecundos años vividos en Granada y en Griñón. Doy cuenta aquí de algunos de ellos, con la esperanza de que hagan aflorar los vuestros, y de que la rememoración de éstos suponga para todos una experiencia gratificante.






El arte y la creatividad al servicio del Corpus Christi, con abundante serrín teñido y buenas dosis de ingenio y entusiasmo; las representaciones religiosas –como la del auto sacramental El Colmenero Divino, donde me correspondió representar a la alegórica abeja, y a Diego Coca a un malvado personaje con larga capa negra, y en la que el oso goloso se empecinaba en robar la miel de la colmena, elaborada con harto trabajo; los tetragramas del canto gregoriano, motetes cuajados de melismas, y en particular los oficios de la Pasión; la participación en el coro mixto, a ocho voces, bajo la dirección tan humilde como magistral de nuestro buen Hermano Félix, con el Aleluya de Haendel como apoteosis final, y las entretenidas, más para unos que para otros, sesiones de solfeo; las excursiones a la fuente de Batres, y los baños en la ‘charca’, donde aprendíamos a flotar y competíamos por ver quién conseguía mayor distancia en el chapuzón; la ‘plantada’ ante el examen de Física del hermano Julio y las horas extra de dedicación hortofrutícola que aquélla nos reportó; las pizarras atiborradas con párrafos del De Bello Gallico; los aprendizajes de granja y huerta junto al ‘gran’ Hermano Melitón, y el mosto con miel con que el Hermano Casiano trataba de compensar nuestros esfuerzos en los días de vendimia; el manejo del escardillo y la hoz, sorprendentes para un chico de ciudad, como yo; los dedos ateridos tras la recogida de aceituna, y los riñones fatigados tras la recolecta de yeros en surcos interminables; la visita del Hermano Niceto José, Superior General de la Congregación y la foto de familia, que conservo y en la que me resulta gratificante reconocer a profesores y compañeros; la celebración solemne de La Inmaculada y el derroche de imaginación que tal fasto representaba; la proximidad de la Residencia, el modelado y la motivación que suponía la presencia de aquellos Hermanos venerables, y la dedicación del joven hermano Paciente, cuya actitud alegre y un tanto desenfadada algunos hubieran tildado de falta de recogimiento, pero cuya dedicación a los ancianos y a la enfermería quedaba fuera de toda duda, y de la que puedo dar fe, dado que fueron sus cuidados los que me rescataron de una grave neumonía; la libreta en la que el Hermano Ireneo, que guardaba reposo en la Residencia, aquejado de una grave dolencia suprarrenal, anotaba en clave centenares de chistes y nos alegraba con ellos en los tiempos de recreo. Las sabias recomendaciones del venerable Hermano Andrés Hibernón. Las clases de preparación física con aquel espartano profesor seglar, de innegable condición atlética, y para el que el mejor ejercicio, aseguraba, consistía en rebozarse en la nieve tras una sesión de sauna. Los partidos de balonmano. Las reválidas en Madrid, primero la del Bachillerato, con el Hermano Rafael repasando a la puerta del Instituto los problemas de grifos, móviles y relojes, y la del Magisterio, en la Escuela Normal, después; las más que eficaces prácticas en la escuela aneja; el inalterado e inalterable silencio mañanero que presidía la lectura por el claustro, tras el aseo y antes de la primera oración; los paseos por Granada, desde el Mirador de Rolando, por la calle del Agua, el Albaicín o el Sacromonte y el tranquilo descanso a orillas del Darro; la abundancia de nísperos y caquis en tiempos de cosecha, y la indigestión de sandía que tan malos recuerdos debió de dejar en aquel Hermano ilustre llegado de Francia; los tests de personalidad, y la gráfica que diseñaba nuestro retrato interior: resonancia, actividad, emotividad… ¿recordáis? colérico: emotivo, activo, primario…; las clases de redacción, y sus mejores flores: (a los jugadores) “el sudor les corría por debajo del áspero pelo, cuando el traidor del reloj marcó el último y criminal segundo”. La pregunta del profesor a nuestro querido Eutimio, a raíz de un debate sobre las bondades del vino: -¿Es usted abstemio? –No, Hermano, soy Eutimio.



Son muchos los recuerdos. Basten estos como botón de muestra. Su presentación puede resultar un tanto anárquica. Deliberadamente, los he reflejado en el orden mismo en que mi memoria los ha querido despertar. Hace unos días recibíamos un correo de nuestro amigo Auxencio, solicitando lo que él denomina ‘pan de limosna’. Su intención de elaborar una memoria de aquellos años me parece encomiable. Ojalá sirvan estas líneas para colaborar en su propósito.
Os invito, si al equipo rector de AFDA le parece oportuno, a que hagáis lo propio con vuestros recuerdos. Se recogerían en una sección que muy bien podría titularse así: Aquellos maravillosos años.

Ángel Hernández
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Tanda de Nuestra Señora de Lourdes1958/1959Ordenando y revisando mis papeles me he encontrado con un recuerdo especial que marcó nuestras vidas en plena adolescencia: la toma de hábito de FSC, el día 7 de diciembre de 1959 en Griñón . Me estoy refiriendo a la tanda de postulantes puesta bajo la advocación de “Nuestra Señora de Lourdes”, ya que se formó en la celebración del centenario de las apariciones de la Virgen en 1858.
Esto me ha servido para recordar de nuevo aquella etapa tan delicada de nuestra vida pues la pubertad-adolescencia de una persona puede marcarla para el resto de la misma.
En la estampa-recordatorio de tal acontecimiento, aparece el nombre y apellidos del postulante y el nuevo nombre que a partir de ese momento se le asignaba al nuevo novicio, ya confirmado como Hermano de las Escuelas Cristianas. Cuatro de la tanda no llegaron a vestirse: Feliciano Casas, Amancio Lobo, Tobías Delgado y Luis Llerena.
Recuerdo esa fecha, como no, como algo muy especial, con matices misceláneos. Mi nombre de pila no era todavía de mi agrado por lo que pedí que me lo cambiaran, pero parece ser que mi madre, la señora Eugenia, se entrevistó con el entonces Hno. Visitador, Hno. Ramón Calixto, y le debió de decir que no me lo cambiara. Por lo que seguí con ese nombre del cual con el tiempo llegué a exhibir con orgullo, por ser un “nombre propio” y porque las personas que me han conocido no lo olvidarían ya. Claro que para dulcificarlo entonces, le añadieron el de” Jesús” y no el de” Presencio” o algo más divertido.
Escribí por detrás del recordatorio los nombres de los compañeros de “toma de hábito”. Todos están identificados con su apellido correspondiente. Los años vividos posteriormente han sido dispares, según los momentos de separación, porque los caminos tomados han ido por direcciones distintas. Después del Noviciado unos fueron a Salamanca –Rafael Artacho, Santiago del Campo, Fco Martín del Buey y Salvador Egea- y el resto permanecimos estudiando Magisterio en Griñón. Otros nos dejaron o les obligaron a dejarnos en la etapa de formación- Gerardo Nieto, Vicente Juberías, Francisco Barrajón, Jesús Rivas, Octavio, Luis Arija, Isidoro García y José Antonio Peña- y los diecinueve restantes “salimos a Comunidad” para impartir como docentes el curso 1964-65. Aquí se produjo la dispersión por los “campos del Señor” en virtud de la santa obediencia, y desde entonces, a muchos de nuestro compañeros del alma no hemos vuelto a verlos. Por eso, cuando después de tantos años se produce un encuentro con un “compañero-amigo” que tiene en común con nosotros tantas vivencias brincamos de felicidad por dentro y por fuera nuestro abrazo es sincero y nuestra lengua canta las excelencias de la amistad. De esto que acabo de decir sois testigos los que en junio pasado nos unimos junto a Carlos Urdiales.
Una vez metido en harina he decidido ocupar parte de mi tiempo en hacer reglas de tres y obtener los parámetros que me ofrecen las frías cifras de esta promoción.
Aquí están, creo que sin errores.
En la 1ª columna los porcentajes están sacados todos sobre el total de postulantes, 31; grupo que se formó en Granada en el curso 1958/59
En la 2ª columna se verifican sobre la cifra que va quedando según avanzan los años. Esta es, posiblemente, la más llamativa. En términos religiosos-lasalianos diremos que sólo ha habido un 15,7 % de perseverancia en la Institución; o un 9,6 % si tenemos en cuenta a los 31 postulantes.
En nuestro caso es curioso saber que los tres Hermanos que permanecen fueron antiguos alumnos de los Hermanos y de tres pueblos de la provincia de Toledo: Consuegra (H. Antonio Barba), Corral de Almaguer (H. Rufino Real) y Talavera de la Reina (H. Enrique Biedma). Con estos tres Hermanos y amigos nuestros he hablado no hace mucho y les felicité de corazón. Habría que preguntarles a ellos muchas cosas para saber cómo ha sido y es su vida lasaliana; cuál ha sido la fuerza y la “gracia” que les ha sostenido dentro. Pero también les diría que del 84,2 % posiblemente ninguno hemos olvidado a LA SALLE; que el rescoldo lasaliano sigue encendido muy dentro de nosotros y que las diferencias que haya no nos impedirán pedir la protección del gran patrón del niño y del maestro, Juan Bautista de la Salle.

ESTADÍSTICAS:

Años 1ª columna [ 2ª columna
1959 De 31 postulantes……………100% [ -----------------------------------------
1959 27 toman hábito………....87,0% [ 27 toman hábito……………….…100 %
1961 22 hacen votos…………… 70,9% [ 22 de 27 hacen votos...........81,4%
1964 19 salen a Comunidad...61,2% [ 19 de 22 salen a Cdad.........86,3%
1965/2010 .16 dejan fsc ………… …...51,6% [ . 16 de 19 dejan fsc…….….… 84,2%
2010 .3 siguen de fsc………..… 9,6% [ . 3 de 19 siguen fsc……….… 15,7 %


Nombre de Hermano Apellido Cambio
GERARDO FERMÍN (Nieto) junio 61
RAFAEL TARSICIO (Artacho)
BENITO EULOGIO (Marín) junio 66
SANTIAGO FLORENTINO (del Campo) marzo 62
VICENTE CARLOS (Juberías) junio 63
FRANCISCO ROMUALDO (Torrejón) enero 60
FRANCISCO MARIANO (del Buey)
PEDRO EMILIANO (Carpintero)
SALVADOR JESÚS (Egea)
DANIEL LEONCIO (León)
JESÚS BENIGNO (Rivas) enero 60
EUTIMIO JOSÉ (Vitón)
JESÚS ADOLFO (Millán)
OCTAVIO JOSÉ junio 63
JAVIER JULIO (Galán) junio 66
ENRIQUE JUAN fsc (Biedma)
RUFINO JOSÉ fsc (Real)
VICENTE EMILIANO (Villaseñor) junio 65
*FELICIANO CASAS ( no tomó el hábito) 1959
LUIS URBANO (Arija) marzo 61
DAVID CARLOS (Ferreira)
AUXENCIO JESÚS (Muñoz) jun
ISIDORO FERMÍN + (García) junio 60
ANTONIO AMALIO fsc (Barba)
JOSE MODESTO (Peña) junio 63
TELESFORO JUAN (Moreno)
FÉLIX LOPE (Martín)
*AMANCIO LOBO (no tomó el hábito) 1959
*TOBÍAS DELGADO ((no tomó el hábito) 1959
*LUIS LLERENA (no tomó el hábito) 1959
31 LUIS TARSICIO (Vilda)
Auxencio Muñoz














1 comentario:

  1. Para el próximo número podéis daros una idea de la nueva presentación de AFDA si os asomáis a

    colorinesypalabras.blogspot.com

    Por el estilo sabréis que es de nuestro particular Diego Velázquez.

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