MENS
SANA…IN
CÓRPORE SANO
(4)
LA
DISBIOSIS
La disbiosis, llamada también
disbacteriosis, la definen los científicos como “una
alteración persistente del equilibrio normal de la microbiótica
intestinal”.
Esta enfermedad es
causada por la acumulación de bacterias tóxicas en los intestinos,
y da origen a muchas enfermedades importantes como la enfermedad de
Crohn, la celíaca, colon irritable, el cáncer de colon… que para
vencerlas es clave la lucha contra ella. Los científicos han
descubierto que la disbiosis puede desencadenar graves disfunciones
en los sistemas inmunológico, metabólico, nutricional y genético.
Es como una especie de parásito que crea caos y muerte en cada
célula del cuerpo.
Sin las "colonias microbianas benignas o beneficiosas" no
podríamos los humanos vivir, el problema viene cuando las colonias
no son benignas o beneficiosas.
El cambio de estilo de vida, la contaminación, los medicamentos
–como antibióticos-, el estrés y los alimentos procesados pueden
dar como resultado la disbiosis. El 80% del sistema inmunológico se
da en los intestinos, por eso son el centro de la digestión y el
foco de nuestra salud, tanto física como mental.
Los intestinos, afirman ya
los médicos, son nuestro segundo
cerebro. Han
descubierto que contienen 200 millones de neuronas que vigilan la
digestión e intercambian información a nuestro cerebro; y por eso
deducen que este “cerebro entérico” –el de los intestinos-
produce el 95% de la serotonina, un neurotransmisor que ayuda a
controlar “la hormona de la felicidad”. Muchas depresiones
tienen su origen en esa falta de serotonina que, debido a la
disbiosis, no han podido producir los intestinos.
La disbiosis se desarrolla
gradualmente y no es fácil diagnosticar, pero hay
indicios que pueden
señalarla:
- Si nos privamos de algún
alimento porque tememos que empeore nuestros problemas digestivos.
- Si nos sentimos cansados sin
saber la causa.
- Si tenemos el rostro apagado
o amarillento.
- Si tenemos como ansia de
comer dulces.
- Si nos es difícil perder
peso…
Esta enfermedad tan compleja
y sus consecuencias tienen solución para protegerse de ella. El
remedio más simple también es efectivo.
Felipe M. Miller
habla de cuatro estrategias clave para prevenir y combatir la
disbiosis.” Si sus
primeros síntomas son hinchazón, dolores de estómago, diarreas…
el tratamiento que se suele aconsejar es un mero “parche”
–laxantes, antiácidos, antiespasmódicos…- porque se centra en
los síntomas y no en las causas.”
Y si esto resulta ineficaz, nos dicen que habrá que cambiar de
alimentación…
Este doctor nos revela
cuatro cosas
que se pueden hacer para prevenir y combatir la disbiosis. Aunque sus
efectos no se sentirán inmediatamente, las defensas recuperarán
poco a poco su fuerza y serán la fortaleza contra las enfermedades.
1ª Consumir alimentos
fermentados sin
pasteurización, ricos en bacterias beneficiosas, yogur, cruchut (la
pasteurización mata los probióticos naturales).
2ª Eliminar
el azúcar de la dieta
en la medida de lo posible, pues es un caldo de cultivo para las
levaduras que provoca muchos gases e hinchazón.
3ª Tomar alimentos
procedentes de la agricultura
ecológica, pues se
eliminan los contaminantes químicos que pasan a los intestinos.
4ª Fundamental: Tomar
probióticos,
prebióticos y enzimas digestivas
pues son ingredientes activos naturales que desempeñan un papel
específico e imprescindible para la salud intestinal.
Ya en los años 40 el
investigador Dr. Edward Howel hablaba de la importancia de las
enzimas:
“Las
enzimas
son sustancias que hacen posible la vida. Son esenciales en cada
reacción química que ocurre en el cuerpo. Sin enzimas, no habría
ninguna actividad. Se puede decir que son la masa laboral que
construye el cuerpo, del mismo modo que los obreros de la
construcción son los que construyen su casa. Puede contar con todos
los materiales de construcción posibles para construir una casa,
pero también necesita los trabajadores que representan el elemento
esencial de la vida. De la misma manera, puede tener todos los
nutrientes, vitaminas, proteínas, minerales... esenciales para el
cuerpo, pero también va a necesitar enzimas, el elemento de la vida,
para mantener su cuerpo vivo y saludable”.
Los
probióticos
son fermentos naturales, bacterias vivas que están presentes en los
intestinos. Los estudios sobre probióticos se han multiplicado en
los últimos años y han confirmado que existen más de cien efectos
positivos para prevenir, aliviar o curar enfermedades digestivas,
inflamatorias, inmunológicas, infecciosas o los efectos secundarios
digestivos relacionados con el uso de medicamentos.
Si
los probióticos son
bacterias vivas “buenas”, los prebióticos también
tienen un papel importante para ayudarles en su misión, puesto que
son nutrientes destinados a alimentar a esas bacterias en el
intestino. El aporte de prebióticos en la dieta se consigue
sobre todo consumiendo frutas maduras de temporada, vegetales
(principalmente legumbres y crucíferas) y cereales bajos en gluten
(arroz, mijo, alforfón y espelta).
Claro
que todo este proceso no es fácil llevarlo a cabo y por eso la
naturterapia elabora productos naturales que lo facilitan. Se toma
una cápsula que aporta esas enzimas, probióticos y prebióticos que
se necesitan cada día y listo… Claro que el médico no nos las van
a recetar y si queremos comprarlas en una herboristería tendremos
que gastarnos unos euros. Pero si queremos tener una buena salud hay
que mantener una flora intestinal sana y no permitir que la disbiosis
se apodere del intestino. Symbyozyme complemento alimenticio.
Consultas:
LABEC PHARMA: La disbiosis intestinal: una gran desconocida
ALVAREZ CUETO, ALBA: Introducción a la bacteriología clínica
Revistas:
Salud, Nutrición y Bienestar
SaludAlterNatura
A tu Salud
DSalud
SaludAlternativa
AUXENCIO MUÑOZ ACEBES,
enero
2019
Diplomado en
Alimentación y Nutrición
No soy ningún especialista en estas materias; sólo me informo
a través de revistas, de la prensa y de los consejos de algún
naturópata. Por ello lo que se dice en este artículo y en los que
sigan es discutido y discutible. ¡A nuestra salud!
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