EL
PICARRELINCHO
P.P.- A ver, el picorrelincho, el
pájaro ese que horada los árboles. ¿Es que no le ha visto usted
nunca?
Dr.- ¿El pico-carpintero?
P.P.- Ése, vamos, digo yo que
será el mismo.
(Las
guerras de nuestros antepasados)
Cosas que le contaban a Miguel Delibes y que luego el escritor anotó para publicar su libro Castilla habla. Llaman picarrelincho al pito real o, dicho más científicamente, el picus viridis. Picarrelincho porque tiene un relincho inconfundible: i-i-i-i-i-iiiii, i-i-i-i-i-i-i-iiiiiiiii.
El pito real tiene una afición desmedida por las abejas. Las busca y se las come, pero es selectivo: solo se come la cabeza. Las abejas son uno de esos animales que cobra especial importancia en la obra de Delibes. Así, el mundo apicultor se muestra en varios momentos de la obra delibiana. En su narrativa aparecen los términos que nombran el modo de vivir de las abejas, los lugares en donde habitan: hornillera, hornillo o dujo, aviadero… Cuenta Delibes que lo que hacen las abejas es enjambrar, y que los colmeneros emplearán el humeón para ahuyentarlas y hacerse con la miel. Quizá se recuerde el famoso diálogo entre Rafa y el señor Cayo en El disputado voto del señor Cayo:
-¿Me alcanza el humeón?
-¿El fuelle ese?
-El fuelle, sí señor.
Además
de la rata de agua (y excluyendo los animales que se cazan) y de
algunos pájaros, la abeja es uno de los animales más nombrados por
Delibes en su narrativa.
Volviendo
sobre nuestro pito real, que quede claro que es un tipo de pájaro
carpintero. Uno de tantos, pero uno de los más grandes. De tono
verdoso, tiene en la cabeza una mancha roja. Es ave sedentaria.
Busca casa, la compra y se tira años en el mismo lugar pagando su
hipoteca. Solo los jóvenes buscan nuevos territorios.
Para
comer, el pito real maneja perfectamente su lengua y su pico. Aunque
el agujero del tronco del árbol sea pequeño, suele apañarse para
capturar los insectos que se encuentran dentro de él. Emplea
siempre la misma técnica: picar sobre los troncos de los árboles
buscando que suene a hueco. Entonces, el pito real inspeccionará la
zona por si ve algún agujerito y… quizá dentro haya insectos o
algo que comer. Muchas veces se encontrará con insectos comedores
de madera y sus larvas. Y claro, con esa lengua que mide 8
centímetros, llega a cualquier sitio. Y por si eso no bastase,
resulta que su lengua segrega una saliva pegajosa que le facilita la
“captación” de insectos.
La
dieta del pito real no se nos hace agradable a nosotros: mariposas,
abejas, avispas, moscas, escarabajos… La que añade en invierno ya
es otra cosa: piñones, saúcos, manzanas, cerezas, higos…
Igual
que el perro levanta la pata y mea para marcar su territorio, así
el pito real o picarrelincho martillea los árboles para marcar el
suyo.
En
la época de celo, en mayo, el macho y la hembra, los dos, perforan
el nido en un tronco de árbol. Dentro no añadirán nada, salvo las
virutas que hayan caído en la construcción. Allí es donde la
hembra pondrá media docena de huevos para después alternase con el
macho en la incubación.
Pájaro
con una población consolidada en España, se le podrá ver,
evidentemente, allá donde haya árboles. Y si no los llegamos a ver
en el campo, siempre podemos recurrir a la serie de dibujos animados
de El pájaro loco.
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