1 DE MAYO DE 2014
NÚMERO TREINTA Y CINCO
ÍNDICE
Pregón: La
España nuestra.
Reflexión de la
mañana: Alegoría de las hermosas catedrales. CUR
Nuestra Escuela de
Vanguardia: Encuentro en
Praga. Teódulo G.R.
Hemos visto, hemos
leído: Cien años de Platero. Apuleyo
Vimos: Esencias
turcas: Capadocia, iglesias y monasterios, folclore turco. Diego Coca
Leyendas de María: Estampas líricas:
Falta vino en Caná. Sermón del monte. Apuleyo
Soneto desde el
sentimiento: No es tan solo el color. Á. Hdez
Meta de nuestra Escuela: La Sabiduría, 1. Ramiro D. de Aza
Rincón de Apuleyo: Silos contemporáneo
Afderías: Abuelerías.
CUR y AH.
Poesías cristianas aberrantes. Y yo en la creación. Dámaso Alonso. E. Malvido
Educación Física: La
gimnasia neosueca V. F. Sáez
EP 2014
LA ESPAÑA
NUESTRA
La alegoría de España remata la fachada
de la
Biblioteca Nacional, Madrid.
Obra de Agustín Querol.
|
En la escuela los alumnos
españoles han de tomar posesión de España. Es su patria, es suya. Son españoles
y además han de querer serlo. Facilitar esta toma de posesión y esta voluntad
de los alumnos es incumbencia de todo el profesorado de la Escuela, por más que
especialmente lo sea del profesor de Historia.
De España nadie en exclusiva es
dueño y señor. Aunque en ella unos mandan y otros son gobernados, España somos
todos, los de arriba y los de abajo, los prehistóricos cazadores de la Cueva de
Altamira y nuestros “demócratas” contemporáneos, unos rebaño y otros élite
intelectual, en la sombra muchos y en la prensa ligera no siempre los peores. A España no hay que ir a buscarla sólo a los
siglos de Oro. España es la de ayer, la de hoy y, si se perpetúa, también la de
mañana. España hoy somos nosotros, con nuestra carga de siglos de gloria y de
descalabros que son nuestra tierra firme y nuestro cielo de estrellas.
Si España va mal, somos nosotros los
que vamos mal. Es nuestra responsabilidad. Si va bien, nuestra gloria y
orgullo.
Pasa aquí, mutatis mutandis, lo
que en la Santa Iglesia de Dios. Tiene la Iglesia jerarquía, pastores y el pueblo
llano que es el rebaño de Cristo, pero, a la hora de medir su verdadera
realidad, tras la danza de la muerte del Juicio Final, un único rasero que es
la santidad es el que cuenta.
La real y metafísica España, no
la aparente ni su espectáculo, late y está viva y haciéndose en todos sus
hijos, buenos y malos, y lo está en la medida en que por cada uno corre, viva y
caliente, la sangre de los valores españoles. Este es su rasero: los valores españoles. Por él hemos de ser
medidos todos, desde el jerarca que
contra viento y marea pone su vida al servicio de las grandes necesidades y empresas de la
Patria hasta la abuelita de pueblo que, porque se la ha caído el pan al suelo,
enseña a su nieta a besarlo, porque el pan es de Dios.
Por primera
vez, en el año 81 a.C.
monedas con
la leyenda Hispan.
Todos nos debemos a la Patria,
todos somos imprescindibles para ella, todos hemos de quererla con amor crítico
y exigente, nadie es más que nadie en esta tarea común, cada uno ha de
responder con sus propios talentos al servicio de su España, nadie ha de
reducirse a su documento de identidad.
|
-Reflexión de la mañana-
ALEGORÍA
DE LAS HERMOSAS CATEDRALES
¡
Las
catedrales de Europa!
Son altas montañas de piedra y de cielo, de
espíritu y de estilo sobre la sierra del Medievo, algunas sobre su mejor
Renacimiento y otras sobre el más espléndido barroco.
Todo en ellas es oración y vuelo. Aunque los
hombres perdieran la voz para rezar y roncos de ignorancia o mala conciencia ya
no le hablaran a Dios con sus plegarias, las catedrales seguirían siendo en
piedra súplica, alabanza y acción de gracias al Creador del Universo.
Catedral de Milán. Italia. |
Y, además, una enorme sala de fiesta, que anticipa
en la tierra la gran sala del Paraíso preparada para toda la eternidad a los
hijos de Dios.
Entramos en ellas y nos sobrecogen sus altas
naves, sus sólidos pilares, sus vidrieras con escenas bíblicas y de santos de
colores, sus campanas que sin duda voltean los mismos ángeles, el incienso que,
ascendiendo, todo lo llena de misterio y felicidad, el púlpito con su soberbio
tornavoz, desde el que quizá predicó el maestro Juan de Ávila, San Ambrosio,
orador romano de Milán, el mismo “boca de oro” que fue San Juan Crisóstomo,
Bossuet….
Catedral de León. España. |
La armonía
y solemnidad de su liturgia, la dignidad de sus oficiantes, los ricos bordados
de los ornamentos rituales, los vasos sagrados de oro, plata y piedras
preciosas, los cirios encendidos, el canto polifónico del maestro Vitoria, de
Perosi o de Palestrina… el grave recitado del gregoriano que se hace río de
salmos… nos hacen crecer, ser mejores y nos enorgullecen.
Catedral de Orvieto. Italia. |
Somos de la misma raza que los cristianos que
levantaron estas maravillas. Son nuestras. Europa reza en ellas. Dios Padre,
desde su Alto Firmamento, se asoma a este pequeño planeta suyo, sonríe y
escucha estas oraciones en piedra que siguen con los brazos en alto, en
plegaria de siglos.
En los siglos que yo ya no veré seguirán rezando.
Mis huesos mudos en el sepulcro tienen quien rece y alabe al Creador lo que
ellos aprisionados por la tierra y secos ya no podrán hacer.
¡Las catedrales, nuestras
catedrales europeas, son nuestro mejor gesto ante Dios y nuestra oración de
piedra, alabanza y súplica, de siglos y por siglos! ¡Y cómo!
CUR
Maestro. Profesor de Teoría del conocimiento.
ÍNDICE
I. Una niña en el Templo de Jerusalén.
II. Isabel, la prima que nada sabía.
III. Madre y Virgen como un cristal.
V. La bordadora nazaretana.
VI. Piedras
como panes en el desierto de Judea.
VII. Junto a
las aguas que lavan los pecados.
VIII. Falta vino en las bodas de Caná.
IX. María escucha el Sermón de la Montaña.
X. Los cabellos de la Magdalena.
XI. En casa de Marta, María y Lázaro.
XII. Iba Dios en un asnillo y María le
seguía.
XIII. La invitada de la Última Cena.
XIV. Sudor de sangre en Getsemaní.
XV. En el Gólgota del Supremo Amor.
XVI. María, en el despertar de Dios.
XVII. La Virgen, en su asunción a los cielos
Capítulo VIII
FALTA EL VINO EN LAS BODAS DE CANÁ
Está la Virgen de boda
en Caná de Galilea.
Jesús, haciendo senderos,
por Cafarnaún se acerca.
-Nos
falta vino, Señora.
¡Qué desgracia! ¡Qué vergüenza
para los dulces esposos!,
dicen los que sirven mesas.
Y tienen razón los pobres:
¡Era tan bonito, era
tan sublime celebrar
el gozo de una pareja…!
María escucha. Su pecho
se alza como la marea
del lago de Tiberíades
en las mañanicas frescas.
-Ahí
está Jesús. Ahí viene…
se oye de pronto, y la espera
es cada vez más ansiosa.
-¡Si Él quisiera, si Él quisiera…!
II
Con los ojos en su Hijo,
-“No hay vino”, susurra y calla.
Se ha enternecido el Profeta.
-Se
acabó el vino, Señor,
los comensales comentan
mientras los esposos piden
a su Amigo una respuesta.
Jesús manda traer agua.
Luego se retira y reza.
Al poco canta en las copas
el mejor vino de mesa.
¿Qué ha pasado que los odres
son nuevos y no hay manera
de que dejen de manar
a los ritmos de la fiesta?
-No
mezcléis lo que yo hago
con las tradiciones viejas.
La vida empieza conmigo,
dice el Maestro y se aleja.
III
Atardece en el adobe
como en un campo de fresas.
Jesús va en busca de Pedro:
-Tú
eres mi primera piedra.
Andrés, Felipe y Santiago
familia y trabajo dejan.
Juan, el amado más joven,
le reclina la cabeza.
Hasta doce pescadores
han sido su rica pesca.
Con ellos funda y se funde
en una única Iglesia.
de momento, mas no hay queja
ni en su pecho dolorido
ni en sus labios de cereza.
Su Hijo ya es de los otros
más que de José y de ella.
En la inmensidad relucen
las niñas de las estrellas.
Por el aire de Caná,
de Caná de Galilea,
se oye el arpa de los mozos.
¡Si el arpa de David fuera!
Capítulo IX
MARÍA ESCUCHA EL SERMÓN DE LA MONTAÑA
-La
luz del cuerpo es el ojo.
Dios viste a las margaritas.
Bienaventurados sois
los hombres de manos limpias
y los que mansos y humildes
ofrecéis la otra mejilla
a los que no os soportan
sacudidos por la ira.
Seréis pronto perseguidos
por seguir la causa mía,
mas no temáis si sufrís
por hambre y sed de justicia.
¿Dónde está la sal del mundo?
Yo soy la sal salutífera.
Atesorad para el cielo,
lejos de orín y polilla.
Está predicando Cristo
en la montaña bendita.
Su Madre lo escucha absorta
en el corcel de la brisa.
II
Por el sermón nunca oído
de las bienaventuranzas
se extiende un halo de luz,
solidaridad y gracia.
Zelotes y publicanos,
rameras, amas de casa,
pescadores y pastores
de la esperanza sagrada…
sienten que el nuevo Profeta
cierra la noche del alma.
-No
basta decir Jesús,
dice Jesús, y se calla.
Esta vez habló muy claro.
Esta vez no usó parábolas
Un centurión se le acerca:
-Te
espero el día de Pascua
Del monte baja el Señor.
Es la senda estrecha y larga.
(Corderos entre los lobos
a las primeras del alba).
Aves y lirios del campo
beben la luz nunca usada,
sin preocuparse en vestirse,
sin afanarse por nada.
La muchedumbre le cerca
como una dócil manada.
-Prudente
es el que edifica
sobre la roca su casa.
En los centros lasallanos, durante varios
siglos,
al comienzo de la jornada escolar,
los maestros pedían al Cielo los dones del
Espíritu Santo,
y en primer lugar el espíritu de
sabiduría,
meta de su hacer y del de sus alumnos.
Oh, Dios mío, Vos sois mi fortaleza y
mi paciencia
… … …. …
Concededme, para mi propio gobierno y
el de mis alumnos,
el espíritu de sabiduría y de entendimiento,
el espíritu de consejo y de fortaleza,
el espíritu de ciencia y de piedad,
el espíritu de tu santo temor…
(DE LA ORACIÓN DEL MAESTRO ANTES DE ENTRAR EN CLASE)
PUNTUALIZACIONES SOBRE LA SABIDURÍA
1. La sabiduría no es una acumulación de
conocimientos
La sabiduría no es una mera
acumulación de conocimientos. A más conocimientos, mayor sabiduría, no.
Hacemos crecer nuestra persona, dilatamos
su horizonte vital, cuando lo que nos llega como conocimiento nuevo lo
relacionamos e integramos con lo que ya sabíamos. Integrado el nuevo
conocimiento con los conocimientos anteriores, la nueva situación nos impulsa
hacia adelante y dilata nuestro horizonte vital. Ya no sólo sabemos cosas, sino
que sabemos las relaciones mutuas entre ellas. La sabiduría hace posible este
ensamblaje. El resultado es un saber organizado y jerarquizado, desde luego,
vivo.
Como prueba en contra, podrían
aducirse fácilmente numerosos casos en los cuales un sujeto acumula conocimientos,
pero no los relaciona ni jerarquiza entre sí, por lo que nunca se considerarán
sus conocimientos como verdadero saber o filosofía, ni tendrán capacidad de
abrir, ensanchar o iluminar su espíritu.
ORACIÓN
DEL MAESTRO ANTES DE ENTRAR EN CLASE
Charles Rollin. Museo del Louvre. |
¿Cuándo se
inició el rezo de esta oración en la Sociedad de Maestros de las Escuelas
Cristianas de La Salle?
Probablemente
pronto, porque la tomaron de Charles
Rollin, historiador y pedagogo contemporáneo de su fundador, San Juan
Bautista de la Salle.
No es a la
letra el texto de Rollin, pero sí el cuerpo de ella, con añadidos.
Hubo de ser “el
divino” Charles Rollin, rector de la Universidad de París, próximo a Juan Baustista
de La Salle pues en su Traité
des études reconoce la labor que lleva el
santo en la parroquia de San Sulpicio. Celebra el que haya instituido los
“Seminarios para maestros”, tanto los rurales como los de la ciudad. Habla
de la Salle en este y otros escritos y alaba su método simultáneo. Lo destaca
como un adelantado de las aplicaciones pedagógicas en la educación. Observa sus
métodos y organización escolar. Coincide con él en partir de la lengua materna
y no del latín.
El prestigio
como pedagogo de Charles Rollin fue grande en Francia. Y no fue mayor la de
este prócer porque sus militancias jansenistas le privaron, entre otros
títulos, de ser miembro de la Academia Francesa, al tiempo que Chateaubriand,
Montesquieu y Voltaire elogiaban sus escritos. En el siglo XIX, el H. Agatón,
superior general de los Hermanos de las EE. CC. bebe en sus escritos para
componer su tratadito de oro de “Las doce
virtudes del buen maestro” y para redactar las circulares pedagógicas que
envía a los miembros del Instituto que preside.
RAMIRO DUQUE DE AZA
Maestro.
Profesor de Teoría del conocimiento
Bachillerato
Internacional
Ver la circunstancia de estos versos en "Páginas"
SILOS CONTEMPORÁNEO
Arte
en piedra de belleza,
miniatura
de albas y oros,
pájaros
altos, canoros,
arroyos
de ligereza.
Salta
la Calle Mayor
por
el centro de la Villa
como
saltara una ardilla
de
árbol en árbol con sol.
Por
el arco de San Juan
la
selva del monasterio
adquiere
un carácter serio
de
ciprés y de misal.
Domingo
de Ramos es
con
Dios en el tabernáculo,
que
ya llegará el cenáculo
y
el huerto-olivo después.
Los
monjes salmodian suaves
versículos
de David,
es
el cáliz de la vid
sangre
santa, pura y grave.
¡Ave,
ave, ave, ave,
Virgen
María, Señora,
tú,
la hermosa Ruiseñora,
esa
hora Clave y Llave!
Volveré
a Silos, Sial/
Fuger
libro y Pigmalión,
donde
sentir la emoción
de
un encuentro sinigual.
Silos,
Camino y Ventura,
hunde
hasta la empuñadura
tu
espada en mi corazón,
y
oye mi pobre oración.
Abuelerías
·
Los abuelos te cuentan un cuento para
dormirte y se duermen ellos antes que tú.
Mi hermano, que me lleva siempre la
contra: Es para darnos ejemplo.
·
Abuelo, ¿tus abuelos eran más viejos
que vosotros?
·
Abuelo, ¿qué echas de menos de tus abuelos?
-
Los quince céntimos que me daban los domingos.
· Ya veis, la crisis rema a favor de los abuelos, les alarga la vida, no
pueden morirse. Ahora han de cuidar de los nietos y mañana, como esto siga así,
de los biznietos.
· Los abuelos es lo que queda de la clase media que creó Franco. No mentéis
la “memoria histórica”, que acabéis también con ellos.
· Los abuelos, en la escuela, cuando eran niños hacían caligrafía y les
daba tiempo para aprender a leer y a redactar. Ahora, sin entretenerse en quehaceres
caligráficos, no les da de sí el currículo a los nietos para aprender a leer,
no digamos para redactar.
· Mucha caridad cristiana, pero una buena ley de extranjería debería
prohibir la entrada en España del alemán Alzheimer, que nos merma a los
abuelos.
· Los espartanos fueron buenos nietos, los atenienses, no. Bastará recordar
lo que contaba Cicerón del anciano que entró en el teatro de Atenas en fiestas.
Los atenienses sentados se hicieron los distraídos. Los espartanos en bloque se
pusieron en pie y le hicieron sitio entre ellos.
· La abuela tiene plata en el pelo y oro en el corazón.
· Mis nietos piensan que soy muy viejo. Después de estar una tarde con
ellos, yo también lo pienso.
· Los niños cambian cromos entre ellos, pero nunca oirás que un nieto diga a otro nieto que
le cambia su abuelo por su abuelo. Entre hermanos podría entenderse.
CUR
·
Abuelerías
La paga del abuelo es como chicle. Se estira, se estira… y cada día son más los que se pegan.
Abuelerías
La paga del abuelo es como chicle. Se estira, se estira… y cada día son más los que se pegan.
·
La pirámide de población se invierte, y en los parques las petancas se
tragan los columpios.
·
Un abuelo sin garrota es medio abuelo; paradójicamente, un abuelo 'cojo'.
·
El abuelo pasea al bebé, y el cochecito le sirve de andador.
·
Ser ABUelo no tiene nada de ABUrrido, y más en los tiempos que corren.
·
Se acabaron las viejas batallitas. Con tanto trajín, el abuelo no está para
historias.
·
La salida del colegio le hace la competencia a los geriátricos.
·
'Abuelito, dime tú…' Mis padres están tan ocupados que o me lo dices tú o
no me lo dice nadie.
·
Tengo dos papás, una mamá y me quedan seis abuelos. Si tienes alguno
repe, te lo cambio.
Á.H.
Poesías cristianas aberrantes
Y
YO EN LA CREACIÓN
Qué soledad: Dios, solo. Solamente
Dios y la Nada. En el no-espacio ardía
el no-tiempo. Letal monotonía:
el Dios y su vacío, frente a frente.
¡Nada, espanto, aun de Dios!
¡Ah, no!: en su mente,
rosa en botón, la Creación latía.
Todo futuro ser, dentro, bullía.
(Ya Dámaso era allí
chispita ardiente.)
Fue el espacio. Fluyó, sobre el espacio,
el tiempo, un terco
río. Y el palacio
con flotantes
antorchas se alumbró.
Siglos…
¡Mi
día!: y amo, canto, pienso,
yo, de Dios, ante Dios. Destino inmenso.
Él y yo: de hito en hito, Dios y yo.
(Del
libro Hombre y Dios)
Cuando
nombramos al poeta Dámaso Alonso
(Madrid, 1898-1990), enseguida nos viene al recuerdo el autor de “Hijos de la
ira”, el libro desarraigado y desgarrador escrito desde las terribles vivencias de la guerra civil. Y
se olvida fácilmente que, como auténtico
poeta que era, nuestro Autor se sentía fascinado por la belleza del cosmos y de
todas las criaturas que lo habitan.
Incluso
en medio de la realidad monótona y muchas veces hiriente, el también ilustre filólogo queda absorto ante
los colores que captan sus ojos, ante las frescas sensaciones que el tacto le
provoca, ante los sonidos próximos y
lejanos que llegan a su oído atento… Pero cuando más se le agrandan de
admiración las pupilas es cuando evoca el instante primero de la acción creadora…
¿de Dios? No, el poeta embriagado de aquella explosión de belleza furiosamente
geométrica, salvajemente ordenada y ordenadora, nunca afirmó la existencia
personal del Creador. Él lo denominaba “primera causa”: “Quiero dejar bien
claro que mi idea de Dios responde a la necesidad de encontrar una primera
causa que explique el mundo. El Dios que aparece en mi poesía no pertenece a
ninguna religión. Es el nombre que doy a esa primera causa”.
El que
llegó a ser Presidente de la Real Academia de la Lengua Española durante los
años 1968-1981 no podía admitir que Dios sea Aquel que consciente y libremente
creó el universo después de observar en
los días posteriores al “big Bang” las catástrofes naturales, las horrorosas
guerras producidas por criaturas en posesión de libertades incompatibles, el
humillante envejecimiento de los seres humanos y la inmensa soledad con que el
confuso Dámaso tiene que afrontar
noche a noche la muerte silenciosa y
silenciadora…
En el
soneto arriba transcrito podemos advertir la maravillosa descripción que el
poeta Dámaso Alonso traza del
surgimiento del mundo y la lastimosa y solitaria figura que nos muestra del
Dios-Causa de la creación.
En el
nacer del universo, primero fue el
brotar del espacio; enseguida apareció el tiempo, “un terco río”; en el fluir
conjunto del espacio y del tiempo se
encendieron las grandes y las pequeñas luminarias del firmamento, las cuales
alumbraron nuestro planeta haciendo de él un “palacio con flotantes antorchas”;
desde aquel inconsciente comienzo
sideral transcurrieron siglos y siglos
hasta el nacimiento de la primera criatura consciente , con la que el poeta se
identifica: “Siglos… ¡Mi día!”. Dámaso Alonso se siente capaz de amar,
cantar, pensar: estas facultades ¿no son capacidades humanas creadoras? El
poeta madrileño declara: “yo, de Dios, ante Dios. Destino inmenso”.
Veamos
ahora cómo pinta Dámaso Alonso al
Dios-Causa creador. Para un cristiano, la figura de Dios que aparece en el
primer cuarteto es decepcionante, irreconocible. Ese Dios-Causa es visto por el
poeta como Algo “lleno” de soledad y de vacío, por dentro y por fuera:
“Solamente Dios y la Nada”, “el Dios y su vacío, frente a frente”. E insiste al
principio del segundo cuarteto: “Nada, espanto, aun de Dios”.
¡Qué
lejos está nuestro ilustre filólogo del Dios de Jesús, que no sólo es un Dios
Unipersonal, sino Tripersonal! El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo han creado
y continúan creando el universo desde la sobreabundancia de Su ser y desde el
desbordamiento de su Amor. Por el contrario, el Dios del poeta Dámaso Alonso es la Causa Impersonal de la creación, que no sabe
que crea personas ni ama a las personas que
crea. Si el ser personas es el don más preciado que hemos recibido y lo
que más nos asemeja al Dios Creador, negar Personalidad a Dios (los cristianos
confesamos Tripersonalidad en el único Dios) convierte a este bellísimo poema de Dámaso Alonso en un poema gravemente
aberrante desde el punto de vista de la fe cristiana.
Eduardo Malvido
Maestro, catequista
y teólogo
GIMNASIA NEOSUECA V
Josef Gottfrid THULIN. |
Con esta entrega concluimos la ya larga
exposición de los personajes que contribuyeron a desarrollar ese Movimiento
gimnástico que, pasado un tiempo, se conocería como Gimnasia Neosueca. Supuso
un gran impulso para esta disciplina, que la proyectó a altas cotas no sólo en
aquella zona geográfica, sino en todo el mundo desarrollado del primer tercio
del siglo XX. Las modificaciones que se realizaron en la gimnasia
Neosueca, elevaron el valor de la gimnasia como expresión educativa; se
estructuró sobre puras y exigentes finalidades formativas.
Y probablemente Gottfrid THULIN (1875-1965),
sueco, fue la figura que más contribuyó al desarrollo de este
Movimiento. Con un peculiar carácter abierto, se interesó por las diversas
tendencias que fluían en este ámbito y las desarrolló al máximo dentro de sus
posibilidades. Representó la manifestación ecléctica de la Gimnasia Neosueca.
Militar, con la graduación de comandante,
demostró una alta capacidad organizativa para las actividades gimnásticas y
deportivas en general. Impulsó los Juegos Bálticos en 1914 y su correspondiente
congreso de gimnasia. Organizó diversas competiciones en el Ejército y la
Marina. Fundó el Instituto de Gimnasia del Sur de Suecia y fue Inspector de
Gimnasia de la Provincia
de Scania.
Logró incrementar la práctica voluntaria
desde varios miles a 100.000 practicantes. En 1935 fue elegido Presidente de la
Federación Internacional de Gimnasia de Ling: la actual Federación de Educación
Física.
Puede considerarse que fue un innovador;
su obra estuvo basada en un profundo conocimiento del pasado gimnástico sueco y
en una cultura general superior. Tuvo espíritu científico de observación e
investigación, contrario al dogmatismo; también, gran conocimiento de otras formas de gimnasia;
así mismo era poseedor de un espíritu artístico.
Sus contribuciones fueron muy importantes
para el desarrollo de la Educación Física y de manera específica, de la
gimnasia escolar. Destacó en la selección, actualización y generalización de sus
aspectos técnicos, científicos y pedagógicos.
Fue el creador de la gimnasia infantil.
Planteaba los ejercicios en forma de juego, basados en la imaginación, en la
creación y en la imitación. Creo el “cuento-ejercicio”:
los contenidos de ejercicio físico de la clase se realizaban siguiendo el
argumento de un cuento y cada día se cambiaba el cuento para adecuar las
necesidades de movimiento de los niños y conseguir los efectos esperados.
Utilizaba el mando metafórico; también,
formas globales de ejercicio. El profesor intervenía directamente en el cuento
como un alumno más. Insistía en darle más importancia al ejercicio que al
cuento.
Por el conjunto de su obra y de su
actividad en la gimnasia que abarca todos sus ámbitos y entre las que se
incluye también una publicación de
palabras y términos gimnásticos, además de una gran actividad divulgadora, se
le ha considerado como ecléctico en el ámbito de la Gimnasia Neosueca.
Francisco Sáez
NOS ESCRIBEN:
ResponderEliminarEsta vez sí que he leído pronto el nuevo número de AFDA. Y para confesar la verdad, te diré que me ha parecido el número más conseguido de todos los que yo he llegado a leer hasta el día de hoy. ¿Ha habido tanta participación en algún número anterior? ¿Ha aparecido en algún otro número tanta amplitud de temas? ¿Se ha logrado tanta profundidad en el tratamiento de los diversos temas en números anteriores de AFDA? Y eso sin entrar a valorar lo que se publica en "Páginas"... Así que, Carlos, una felicitación redonda para ti y para los otros padres del nº 35.
Un abrazo fraternal.
Eduardo