ÍNDICE PRINCIPAL
Pregón: Estado del
bienestar, ¿vacío cultural?
Nuestra
Escuela de Vanguardia: Nulla die sine columna. Teódulo
Traigamos a los clásicos.
Cadalso, romántico militar. CUR
Parábolas del peregrino: Peregrino del Misterio. CUR
Filosofía de lo sagrado: Geografía de lo sagrado. El templo gótico. CUR
Alta política con estilo: Política quirúrgica y dignidad. Ramiro
D. de Aza
Soneto desde el sentimiento: Sangrante Paraíso. Ángel Hdez..
Buzón teológico: ¿Qué infierno aguarda a los que no se
salvan? E. Malvido
Rincón de Apuleyo: El libro blanco de la enseñanza. Año nuevo
vida distinta.
Educación física: Las Gymnastradas (II). F. Sáez
ESTADO DEL BIENESTAR, ¿VACÍO CULTURAL?

Hoy, mantenidos estos tres valores locos como suelo político,
sobre ellos se asienta el actual estado
del bienestar. El estado del bienestar es hoy el ideal supremo de España y
de Europa, camino y meta que alcanzar, sin que importe el precio que haya que
pagar por él. Tampoco importan las cadenas con las que se pretende que nos
sintamos libres. La diosa Democracia abre las puertas de este, al parecer,
grandioso templo sagrado de las felicidades definitivas: el estado del bienestar.

El cuerpo de la sociedad en la que vivimos anda sin cabeza. Estamos sin intelectuales. Los que
pudieran serlo los vemos a remolque de fuerzas que son ajenas a la
inteligencia, se adaptan a lo que no nace de ellos; los despiertos y críticos se reducen a emitir juicios y
sopesar las cosas con balanzas comerciales. Hasta los científicos se han rendido a la tecnocracia. A la inteligencia se
le pide que se ponga en el estado del bienestar al servicio de la producción y
de la utilidad, la Universidad prepara para la Empresa. Se le han recortado a
la sociedad las alas que nos hacían volar a cielo abierto, a lo inútil pero
alto y a lo gratuito y síntesis. La teoría del conocimiento y la misma la filosofía
parecen mudas, silenciadas en un rincón del desván.
Tampoco tenemos
banqueros o magnates
que, además de hacer sus negocios, piensen en construir un nuevo Toledo, dejarnos
una linda Ávila o crear una novísima e impresionante Florencia; no hay ni privados ni duques ni marqueses que
a cambio de un soneto al inicio de una obra maestra faciliten la aparición de
nuevos Cervantes, Lopes o bachilleres de nuevas Celestinas.
Impera en el estado del bienestar el consumo y el éxito
inmediato y material, se desdeñan numerosos valores, hasta ayer vigentes, por
arcaicos; se le ha dicho adiós a la
historia, aquella precisamente que sigue
siendo no “lo que pasó” sino “lo que
queda”, no lo que fue de un tiempo pasado, sino lo que es para todos los
tiempos y los sobrevive. La carcoma de
un Progresismo sin raíces corrompe la historia, la disuelve, acalla la voz de
los clásicos del pensamiento, del arte y de la cultura. Estamos ante un vacío,
en busca de un Progreso que no es la superación de nada previo y, por ello, no
será nunca progreso. El hombre hoy, deslumbrado por lo que produce y
trastornado por la aceleración del producir-consumir, se evade del pasado y del
pensamiento que no sea mera superficie; ha dejado la cultura a fondo, transcendente,
esforzada, heroica y genial que le hizo vivir con civilizado honor y altura
humana en épocas clásicas.

Pero…
Afortunadamente, la
España real, que es la que Dios ve
y por ello la que cuenta, es la que está arrodillada con la viejuca que ha
subido a la Santina de Covadonga y le está pidiendo al Cielo un nuevo don Pelayo
para nuestra España; la que marcha alegre camino de Santiago con el bordón del
polaco seguidor de Juan Pablo II, lleno de fe, que está cruzando en estos
momentos Roncesvalles; la que musita en los labios de un niño que en la escuela
infantil o en el regazo de su joven madre llama a la Gloriosa Virgen María, Madre
de Dios, porque está aprendiendo el avemaría; la que no se rinde y se adensa en
castillos interiores como este nuestro del blog AFDA, portavoz de “magisterio y
estilo”…
El
paso de los días
NULLA DIE SINE COLUMNA
1. Una de las acciones que nos ofrece el paso de los días, de
cada día, es la lectura de alguna columna periodística. La columna llamada “de opinión”, la que se nos ofrece
cada mañana como el pan reciente o como una
alborada de letras con las que celebrar el amanecer.

Solemos leer aquellas columnas que son elementos familiares en nuestro propio
paisaje. Y la firma del columnista es, a la vez, garantía de calidad y certeza
de confirmación de nuestras verdades. Otras veces, el firmante del artículo nos
parece tan predecible que obviamos su lectura, no por desprecio, sino por cierto
hartazgo. Suele suceder cuando quien firma el artículo es miembro de un partido
político o de alguna institución
eclesiástica. No sé si será desconfianza, pero ronda por nuestra mente algo así como ‘sé de sobra lo que va a
decir’.

Otras veces lees la columna a sabiendas de que lo que vas a leer es contrario a tus propias
ideas. Y lo haces porque sabes que la mejor manera de ser uno mismo y de
afianzarse en sus principios es contrastarlos con los del otro. A veces sales
fortalecido, otras con ciertas dudas y, casi siempre, en el fondo de lo que
lees o en algún párrafo insospechado, te encuentras algo que a pesar del
rechazo, te obliga a pensar, te interpela.
2. Siento admiración por los columnistas diarios de los
periódicos. Esa admiración de saber que algunos han de presentar cada día, en
el horno de la prensa, la masa ya formada con su pizca de levadura, para que a la mañana siguiente aparezca el pan caliente y
dorado de la columna. No es fácil hacerlo cada día y hacerlo bien. No lo es
expresar a diario algo que sobresalga de lo que
piensa y dice la generalidad, algo que te ofrezca un ángulo nuevo de la
realidad, una perspectiva diferente. Imagino al columnista de cada día como
alguien que vive pegado a la realidad pero, al mismo tiempo, dotado de una
agilidad de gamo y una vista de águila
para saber moverse con agilidad y
anticiparse a los demás.
Pero esta predilección y afecto no está exenta de cierta
decepción. Me gusta leer a quienes nos ayudan cada día a desayunarnos con la
visión a veces certera, aunque siempre subjetiva de la realidad. Y admiro su
esfuerzo por tener a punto ese “pan de
cada día”. Pero me decepciona un tanto
el que estos columnistas
quieran saber de todo y se
esfuercen por hacernos ver en unos párrafos la “verdad” de unos hechos,
circunstancias o problemas de una enorme complejidad. Claro que en realidad no
intentan dar ninguna solución; tan sólo son un fogonazo que nos iluminan por un
instante parte de ella. Por eso gozo aún más cuando el artículo –o la columna,
tanto da- es obra de algún experto. Cuando quien escribe no lo hace urgido por
la prisa que demanda la actualidad, sino que lo medita en su interior, rumia el
problema y lo da a conocer desde su idea luminosa o a través de su verbo certero.
Otras veces disgusta un poco que la columna sea tan sólo un ejercicio de
lucimiento verbal con exceso de estilo literario y una muy subida carga de subjetivismo.
3. En estos últimos tiempos he sido más sensible a las
columnas que han hablado de educación. No es que abunden tales columnas, ya que
a veces se transmutan en entrevistas o reportajes de escaso valor. Leo casi todo lo que puedo. Y casi siempre -no
hablo de revistas especializadas- los
periodistas o los entrevistados caen en los mismos tópicos, exageran ciertos
hechos (que no verdades) y omiten otros. Y esto es más llamativo cuando quienes
así se expresan son esos columnistas a los cuales uno da crédito en otros temas
o sigue con entusiasmo la palabra desgranada cada mañana. Y está uno
movido casi a pensar si toda la fiabilidad que merecen en estos temas
hay que otorgársela en otros en los cuales uno no es más que lector de conocimientos limitados…
La gratificante costumbre de la columna de cada día no sólo
sirve para conocer mejor la realidad –o lo que de ella nos muestran otros- sino
para hacerlo al mismo tiempo con el gozo de una buena escritura. No estamos
ahora en los tiempos de los excelentes columnistas que unían la visión personal
y subjetiva de la realidad con una expresión llena de fuerza literaria. Pero sí tenemos columnistas que unen al
análisis o a la interpretación de la
realidad, un estilo cuidado, una
expresión magnífica. Sólo por esto
último, cuando por otro lado tanto
periodista hiere diariamente
nuestra vista o martiriza nuestros oídos con una expresión vulgar o descuidada, bastaría para elegir cada día, cada mañana una columna
y, a su sombra o desde su altura, contemplar con mayor claridad el mundo, nuestro mundo.
TEÓDULO GARCÍA REGIDOR
Maestro. Profesor del Centro Universitario La Salle
CADALSO, ROMÁNTICO MILITAR
Un militar romántico en el siglo de la fría Razón

Como a
buen preromántico, ávido de novedades y
de sorpresas, le gusta viajar por países lejanos. Pasa y se detiene en
Inglaterra, Alemania, Francia e Italia, todo un mundo entonces. Ve, escucha y
aprende. Su romanticismo en flor crece.
A los
veinte años, se siente caballero medieval, y se alista como “voluntario con
caballo y armas propias” para militar a favor de su patria en las campañas
contra Portugal. A los veintiséis ingresa en la legendaria Orden de Caballería
de Santiago, ¡alto honor y no menor gloria!
A poco, y
antes de los treinta, se enamora locamente de una actriz, María Ignacia Ibáñez,
que se le muere. Cadalso, enterrada la joven, soborna al sepulturero y, piqueta
en mano, la está desenterrando, cuando le sorprenden. La cosa llega a su amigo
el Conde de Aranda, que interviene, y, le manda a distraer su pena a lo que iba
a ser su destierro salmantino.
El
anecdotario romántico prosigue en Salamanca. El cauce ahora del caudal de su
nervio literario encuentra canal en el mundo de la poesía, del teatro y de la
filosofía. Lo más significativo, que sepamos, es que frecuenta a admiradores y
amigos de la talla de fray Diego González y de Juan Pablo Forner y que impulsa
definitivamente la poesía del Bécquer del siglo XVIII, del estudiante extremeño
Juan Meléndez Valdés.
En
Salamanca termina sus Cartas marruecas…
Las Cartas marruecas son una
obra maestra del siglo XVIII. Su prosa es moderna y amena. Las noventa polémicas
cartas de que consta son la historia del Gazel, un joven marroquí que conoce
Europa. Le escribe al sabio Ben-Baley y le pasa revista de las costumbres y de
la cultura de la España que le duele a Cadalso, vista desde Europa.
Morir joven y en combate, gracia es de los dioses
Como Jorge
Manrique, en el XV y Garcilaso de la Vega en el siglo XVI, Cadalso muere
relativamente joven –a los cuarenta años- en uno de los asedios al Peñón de
Gibraltar. Para mayor romanticismo, precisamente frente a la impenitente roca
que el inglés aún no ha devuelto a sus dueños.
A los años comprendidos
entre 1771–1774 corresponde su más efectiva actividad literaria. Los eruditos a la violeta (1772)
es una sátira breve y ligera contra un tipo de educación entonces frecuente: la
erudición meramente superficial. El contenido y estructura quedan claramente
reflejados en el subtítulo puesto por su propio autor: «Curso completo de
todas las ciencias, dividido en siete lecciones, para los siete días de la
semana, publicado en obsequio de los que pretenden saber mucho estudiando
poco». El título alude a uno de los perfumes, el de la violeta,
preferidos por los jóvenes a la moda. La obra tuvo un éxito inmediato y el
título acabó proverbializándose.
El buen militar a la violeta es una continuación póstuma,
aplicada especialmente a la profesión militar.
Cadalso
va a hacer un mes que es coronel y actúa como comandante. Es de noche, frío mes
de febrero. Está en las avanzadillas. Enfrente tiene una batería inglesa de
nombre clásico, Ulises. Cadalso está en pie. Un trozo de granada le alcanza la
sien derecha. Muere al amanecer.
Un río de
versos perfumados de admiración y de cariño sigue a la primera explosión de
sentimientos de dolor, en el bando español y en las filas inglesas. A Cadalso
le quería todo el mundo. Hasta le querían, a su manera, los dioses del joven
Garcilaso y del joven Manrique.
Se ha
adelantado en su modo de amor a España a Larra. Y, desde nuestra perspectiva de
hoy, prefigura y es un heraldo en la lejanía de nuestra Generación del 98. Su
patriotismo hay que adjetivarlo de “reflexivo”, que desecha lo endeble y
caduco, pero conserva lo útil y valioso. El tono emocional, desde luego, es el
de Unamuno, Azorín y Ramiro de Maeztu.
En la
iglesia de Santa María la Coronada, en San Roque, esperan sus restos la
resurrección de los literatos decisivos para la Historia de España que,
tronchados en plena juventud, nos la transmitieron grande y agrandada.
CUR
Maestro. Profesor de Lengua y Literatura. Emérito UCJC
¿QUÉ INFIERNO AGUARDA A
LOS QUE NO SE SALVAN?
![]() |
Puertas del Infierno. Museo de Rodin, París. |
Empecemos diciendo, por respeto a la
libertad humana, que puede darse el caso del hombre (=”homo”) que rechace a Dios salvador de manera
aparentemente definitiva e irrevocable. Otra cosa muy distinta es que los seres
humanos podamos señalar con el dedo a una persona concreta como rebelde
obstinado durante su vida entera contra
Dios. Ningún ser humano puede hacerlo. Semejante enjuiciamiento sólo compete a Dios.
Aceptada, por tanto, la posibilidad
de que alguna persona humana se oponga de modo contundente a la voluntad salvadora de Dios,
habrá que hablar consecuentemente de la condenación eterna o infierno de dicha
persona.
En cuanto al significado del
infierno, hoy día ya no se habla del infierno como un lugar, sino como el estado
de trágica situación en el que el ser humano puede desembocar por su pecado pertinaz de
egolatría. Todos los teólogos coinciden en describir el infierno como la
ausencia de la comunión de vida eterna
con Dios, con Jesucristo resucitado y con los bienaventurados.
Ahora bien, habrá que tener muy en
cuenta el estado metafísico del condenado después de muerto. En efecto, ese
“alguien-algo” ¿puede convertirse en el sujeto de la primera hipótesis (capaz
de sufrir eternamente), de la segunda
hipótesis (capaz de destruirse totalmente) y de la tercera hipótesis (capaz de
pervivir en su ser abatido por la muerte)? Vamos a exponer estas tres hipótesis y a
enjuiciarlas críticamente.
1ª hipótesis: resurrección del malvado para la muerte eterna o infierno

- Objeciones contra esta primera hipótesis:
1 La entrega libre a Dios por parte
del ser humano bueno a lo largo de la vida es siempre, por tratarse de una
creatura limitada y “carnal”, una entrega falible, revocable. Se comprende que
la muerte del justo represente para él el fin de toda turbación y peligro de alejarse
de Dios y que Dios le otorgue, gratuitamente, la salvación plena y definitiva
resucitándolo de entre los muertos…
Pero en el caso del hombre (=”homo”) malo
que en su vida se ha opuesto sistemática y prácticamente a Dios salvador,
dentro siempre de las medidas limitadas de la creatura humana, no se entiende
que Dios intervenga, después de la muerte del malvado, absolutizando su postura
contraria a Dios mediante su resurrección para la muerte eterna.
2 ¿Cómo podría el Dios amor
“soportar” por los siglos de los siglos la existencia de condenados cuya
situación humana sea el contrapunto exacto de la situación humana de los
bienaventurados? ¿Es creíble que los
moradores del cielo sean de verdad
felices conociendo que existe un infierno semejante con moradores desgraciados,
quizá con algún ser querido dentro?
Varios teólogos sostienen esta hipótesis. Esta es la explicación de uno de ellos, de E. Schillebeeckx:
“Esto es el infierno: no tener parte
en la vida eterna, mas no como eterno torturado, sino, sencillamente, dejando de existir al morir. Esta es la
segunda muerte bíblica (Ap 20,6).”
- No parece tampoco aceptable esta hipótesis:

2 Dios como creador ¿no tendría que
intervenir de alguna manera en la aniquilación del existir del alma del
condenado “dejando de mantenerla” o “no manteniéndola” en el ser? Porque está claro que el réprobo, como
creatura que es, no es el dueño de su vida y no puede quitarse por iniciativa propia lo que le ha sido dado por el Creador.
creatura que es, no es el dueño de su vida y no puede quitarse por iniciativa propia lo que le ha sido dado por el Creador.
3ª hipótesis: simple pervivencia del alma inmortal del malvado
La muerte afecta a todo el hombre
(alma y cuerpo), pero no de la misma manera. Con la muerte mi cuerpo se deshace por completo, se “aniquila”. Mi alma, en cambio, no desaparece del
todo: pervive, pero ¿cómo pervive? No lo sabe nadie. Sólo podemos decir que
queda de ella un “quid”, un “algo”, que conserva de alguna manera la identidad
de la persona y de su pasado histórico.
![]() |
Tímpano. Catedral de Conques. Francia. |
Cuando se trata de la muerte de una
persona humana que ha vivido esta vida con una orientación contraria al plan
salvífico de Dios, entonces el Dios
resucitador no actúa sobre ella. La acción resucitadora de Dios, aplicada
en primer lugar en su Hijo Jesucristo, sólo tiene continuidad en aquellos seres
humanos que respondan positivamente en esta vida a la propuesta divina de
salvación.
+ Esta
hipótesis presenta sobre las otras estas ventajas:
1 De parte del hombre: Esta hipótesis tiene muy en cuenta la
libertad-responsabilidad-culpabilidad del ser humano malvado en el transcurso
de esta vida. Esta hipótesis guarda cierta
proporción entre la culpa del malvado y la pena que recibe, la no
entrada en el cielo. Esta hipótesis acepta la doctrina de la Iglesia que afirma
explícitamente la inmortalidad del alma.
2 De parte de Dios: En esta
hipótesis, Dios no interviene para nada en el malvado muerto, ni dejando de
crear lo que quede de él ni resucitándolo para la muerte eterna. En esta
hipótesis, la gratuidad de la acción resucitadora de Dios sólo para la vida
eterna adquiere aún mayor relieve
Mi manera de entender el infierno es
según lo explica la tercera hipótesis. A su luz se resalta, por un lado, la felicidad plena e imperecedera que el
condenado pierde para siempre: la comunión de vida con el Padre-Hijo
resucitado-Espíritu Santo, y con los
bienaventurados. Y, por otro lado, desaparece el contrasentido de un castigo eterno y sobre todo la perversa y anticristiana imagen de un Dios justiciero y
vengador.
EDUARDO
MALVIDO
Maestro, catequista y teólogo

PARÁBOLA DEL PEREGRINO
DEL MISTERIO
Busco en ti lo que no
encuentro en nadie ni en nada.

Geografía de lo sagrado
4. Los templos góticos, luz, luz, Luz.

Cien años que uno viva, cien años que volvería una y otra vez a
postrarse de rodillas, para tomar la vertical del cielo en el templo gótico.
Luego, uno puede morir tranquilo. La oración que ya no puede pronunciar el
muerto, sigue diciéndose en piedra, elevándose y disparándose en el templo
gótico. Las catedrales góticas son las oraciones en piedra de la Historia. El
muerto no reza, las piedras de la catedral siguen rezando por él.
En el Juicio Universal, fin del mundo, cielos y tierra nuevos, se
salvarán muchas de estas catedrales, traspasadas íntegras al Paraíso Eterno,
gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
CARLOS URDIALES RECIO
Maestro. Ciencias
religiosas. Univ. Lateranensis
POLÍTICA QUIRÚRGICA Y DIGNIDAD
Joaquín
Costa es nuestro. Fue político, jurista, economista, historiador y
máximo representante del regeneracionismo
en España. Lo recordamos de
nuestro bachillerato por su lema de “escuela
y despensa” y lo de la “doble llave
al sepulcro del Cid”. También por lo del “cirujano de hierro”.
Abogaba para su Patria por una “política quirúrgica, que tiene que ser
cargo personal de un cirujano de hierro, que conozca bien la anatomía del
pueblo español y sienta por él una compasión infinita”. La cita entera no
nos la hicieron aprender. Nos sigue gustando a distancia de años de los
estudios del bachillerato y del magisterio.
Los políticos que hoy “nos hemos
dado” -dicen- nos marean la perdiz y las codornices y ni son cirujanos ni son
de hierro. La Patria alegremente se desnuca con ellos.
Solución. Joaquín Costa nos dejó
una muy sensata, que hacemos nuestra: es necesario “que el español se eleve de la condición de avasallado a la dignidad de
hombre, que alcance la plenitud de la libertad, así política como moral”.
Con más de un siglo de distancia,
las palabras de Costa resuenan hoy con urgencias perfectamente actuales. Hoy
nos sentimos avasallados y las alas de nuestra libertad, anastesiados nosotros,
las tenemos muy recortadas. Los hechos cantan. A los hechos hay que atenerse. No
bastan las formalidades ni las declaraciones. Uno es libre solamente si de
hecho, efectivamente, puede hacer y ejerce su libertad; es libre, cuando efectivamente hace. Un parado
no es libre. Un inculto es un avasallado.
Ortega decía que la única fuerza
capaz de colaborar en la construcción de una nación nueva era la vida local. Cierto,
pero nosotros iremos más lejos. La fuerza última de una patria grande y libre,
auténticamente patria, es la vida personal, la dignidad personal que, puesta en pie, puede alcanzar la libertad al pleno, política y moral,
de que hablaba Costa.
España no echará a andar con paso
que pueda registrar la Historia en medio de las naciones mientras no llegue la
hora de que sus hombres, nobles y villanos, en sus rincones respectivos, mantengan
en llamas el fuego sagrado de la dignidad y del estilo libre propio de
españoles.

En efecto, entre nosotros -se ha
dicho muchas veces- hay gentes dotadas de una rústica elegancia, que no tienen
gestos excesivos ni palabras ociosas, son personas sólidas y austeras,
modestas, laboriosas, ordenadas, dispuestas a todo lo que sea católico, hermoso
y bueno. Son la dignidad de la raza. Esto importa sobre todo.
Recortados, permaneceremos dignos entre gentes avasalladas. Enjaulados, águilas
del escudo de los Austrias, en nuestra mirada estará todo el horizonte que hizo
a la mejor España grande y libre.
Desde nuestra dignidad personal
elevaremos a la nueva y eterna patria.
RAMIRO DUQUE DE AZA
Maestro. Profesor de Teoría del conocimiento
Bachillerato Internacional
Pd. En la política quirúrgica que precisamos la dignidad estará en el filo del bisturí.
EL LIBRO BLANCO DE LA ENSEÑANZA

Un libro blanco, blanco blanquísimo,
sobre el enorme tema
de la enseñanza
se anuncia por Marina,
polígrafo entusiasta.
Que llegue y se discuta,
que lo aguardo con ansia,
y a ver si de una vez
se impone la pactancia
entre las partes divididas
fácticas y enfrentadas.
A sabérselo todo
nunca se alcanza
en un país diverso
de tierras y hablas,
pero conviene por lo mismo
que se aproximen las distancias
históricas, sociales,
cultas y geográficas
entre generaciones
y regiones autónomas ahijadas,
ahora que no se leen libros suficientemente
ni en casa ni en la calle ni en las aulas
Que se impongan, por fin,
las Tablas de la Ley de la Enseñanza
privada, pública…
y concertada.
Que nadie se descuelgue,
que nadie se distraiga
de lo que importa a todos
aun yendo ya a la zaga
de las naciones europeas
adelantadas.
Exigencia, Excelencia,
Pedagogía, Gracia,
y que Sócrates vuelva
con su ateniense labia
a preguntarse y preguntarnos
¿qué hacemos sin el alma?
AÑO NUEVO, VIDA DISTINTA
Ni te dije que sí
ni te digo que no.
Libertad para todos
sin excepción.
que falta nos hacen
ante la irrupción
de tanto emergente
mangante
doncel, mal menor,
que intenta apropiarse
¡ay!, la transición
a un solo carrillo
o a dos.
Pasos adelante,
no atrás, por favor.
Los viejos sabemos
lo que es un marrón.
No lo repitamos.
Que no, no, no, no…
LAS
GYMNASTRADAS (II)
Las Gymnastradas tienen sus antecedentes
en grandes demostraciones gimnásticas que se realizaban en los diversos países
del centro y del norte de Europa ya desde mediados del siglo XIX. Eran
manifestaciones, predominantemente, de exhibición y de exposición de movimientos
gimnásticos de manera colectiva. Sin reglas ni normativas expresas. Pero
siempre encauzadas al ejercicio gimnástico.
Estaban
ceñidas a cada país donde la gimnasia se había desarrollado, y fomentadas por
las sociedades gimnásticas que estaban surgiendo. Entre ellas, podemos
mencionar el Movimiento Sokol, de origen checo. Estas sociedades sobrepasaron
el ámbito propiamente gimnástico hasta llegar a tener connotaciones políticas.
De influencia alemana, estaban abiertas a todo tipo de personas, sin exclusión;
también admitían a mujeres.
![]() |
Friedrich Enmanuel Tirsch |
En
los Sokol daban charlas y realizaban sesiones de lectura sobre temas
relacionados con la forma física. De hecho, el fundador del Sokol de Praga, Friedrich Enmanuel Tirsch, había
estudiado filosofía en la universidad de Praga. Estaban inspiradas en la
formación física de los deportistas y los guerreros de la Grecia clásica.
Estos movimientos
se extendieron por los países de cultura eslava, como Polonia, Bulgaria,
Yugoslavia y Rusia. En estas sociedades se realizaban entrenamientos y
competiciones gimnásticas; así mismo, organizaban charlas, viajes, fiestas y
otras manifestaciones culturales.
La primera
Lingiada, de 1939, supuso la oportunidad por primera vez, de exponer cada país y
cada sociedad gimnástica sus maneras de expresión y desarrollo gimnástico. Fue
la oportunidad de intercambiar las diversas formas de ejecución gimnástica; supuso
la internacionalización de la gimnasia. No debemos olvidar que durante el siglo
XIX y primer tercio del siglo XX, la gimnasia era la manera culta y de mayor
nivel expresivo del ejercicio físico. Los deportes de la Escuela Inglesa, como
el fútbol, estaban considerados de nivel inferior.

Las
Gymnastradas se integraron en la Federación Internacional de Gimnasia (FIG)
como una de sus modalidades; actualmente tiene siete. Las modalidades, o especialidades
como se las denomina últimamente, son como diferentes deportes con sus propias
reglas, todas ellas acogidas por la FIG. La modalidad de Deporte para todos, antes denominada Gimnasia general, es la que corresponde a la gimnasia demostrativa
cuya máxima expresión se muestra en las Gymnastradas; sin otras reglas que las
propias del sentido común, la estética y el buen gusto dentro del ámbito
gimnástico.

No obstante,
hemos de mencionar que en España tenemos un acontecimiento anual muy
prestigioso dentro de la gimnasia demostrativa internacional, donde acuden
participantes de toda Europa. Es el Festival Gimnástico “Joaquín Blume” de Gran
Canaria. Se celebra durante el mes de noviembre, y algunos de sus números
pueden desarrollarse al aire libre, algo prohibitivo durante esas fechas en
otras zonas europeas, ya invadidas por los fríos invernales.
Francisco Sáez Pastor
Universidad de Vigo
Sobre los Addenda: Las palabras al Papa Francisco, una lanza en el Flandes Vaticano universal. Rigor en el paralelo cronológico de Santa Teresa y el siglo de Oro. Precisión en la didáctica de la expresión escrita del Sistema Redacta. Una altísima cima la Jota de Orizana. La tierra, elemento, muestra su entraña sacra en lo sagrado a la vista. En ruta con Delibes, au poing, in gamba. La Educación física, de especialista, última palabra. El versículo bíblico, la contraseña del mes, horizonte.
ResponderEliminarY los cabeceros y demás filigranas de nuestro Velázquez, Diego, sin par en el mundo de los blog.