PORTAVOZ DE MAGISTERIO Y ESTILO
----- 1 DICIEMBRE -----
NÚMERO VEINTIUNO
ÍNDICE. AFDA, 1 de diciembre, 2012.
Pregón: Sólo educadores óptimos.
Reflexión: Parábola de las piedras vivas y las piedras muertas. CUR
Nuestra Escuela de Vanguardia: A pie de aula. Después del primer encuentro. Teódulo G. Regidor
Educar en libertad para la libertad. CUR
Educar en libertad para la libertad. CUR
Sala de profesores: Primacía de la inteligencia. Qhreuthz.
Afderías: Inviernerías. CUR
Cieguerías. ÁH
Naviderías. Apuleyo Soto.
Naviderías. Apuleyo Soto.
Leíos... oímos... vimos... El jardín olvidado. Morton, Kate. Jesús Juárez.
Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea. Annabel Pitcher. Aure Bascuñana.
Te presté mis recuerdos. Fabiola García-Liñán. JMBCorredoira.
Nuestro castillo interior: Ando por mi camino... JM Souviron. Eduardo Malvido.Te presté mis recuerdos. Fabiola García-Liñán. JMBCorredoira.
Rincón de Apuleyo y de nuestros poetas: El Papa desarmó el belén.
Soneto desde el sentimiento: Ojos dormidos, corazón despierto. Á. Hdez.
Ferviente Madrid. Blanco Corredoira
¡Que viva España! Á.H.
Educación Física: Introducción. Gimnasia. Francisco Sáez.
¡Que viva España! Á.H.
Educación Física: Introducción. Gimnasia. Francisco Sáez.
ADDENDA
Recreaciones bíblica: Deus, Deus meus... QerhuteV
Documentos de oro: Nobles, discretos varones. Gómez Manrique.
Reflexión. Parábola de la vela. Braulio Vivas Moreno.
Colaboraciones: Cómo leer un cuadro (IV). La perspectiva en el arte. J.M. Gutiérrez Bravo.
Me bajo un rato a la calle: Memorias de un preadolescente en el Madrid de los cincuenta. Los juegos (VI). AH.
Colaboraciones: Cómo leer un cuadro (IV). La perspectiva en el arte. J.M. Gutiérrez Bravo.
Me bajo un rato a la calle: Memorias de un preadolescente en el Madrid de los cincuenta. Los juegos (VI). AH.
Vimos... Coraje y estilo. Renoir. Diego Coca.
Colaboraciones: Universidades Laborales. Ricardo Llull.
Estilo español: La cruz de Novgorod. Blanco Corredoira.
Estilo español: La cruz de Novgorod. Blanco Corredoira.
Oímos...: Libera me, Domine, Lorenzo Perosi, partitura.
Carta a los señores obispos: Tercera carta. AFDA
Recordar es agradecer: Se nos fue. Auxencio Muñoz Acebes.
Detenida lectura de viejos textos de oro: La Didajé (II). Carlos Urdiales Recio.
Carta a los señores obispos: Tercera carta. AFDA
Recordar es agradecer: Se nos fue. Auxencio Muñoz Acebes.
Detenida lectura de viejos textos de oro: La Didajé (II). Carlos Urdiales Recio.
SÓLO
EDUCADORES ÓPTIMOS
“Probablemente de lo que el mundo actual
tiene mayor necesidad es de educadores. Desde mi punto de vista, este problema
es el más importante”.
(Dos
discursos y un prólogo autobiográfico,
GABRIEL MARCEL, Herder, 1968, p. 71)
Lo que el filósofo
existencialista Gabriel Marcel dejó dicho del mundo de mediados del siglo
pasado, sigue vigente en la España de hoy, a más de medio siglo de distancia.
Numerosos refugiados y demasiados huidos. |
La educación en España sólo puede
retomar el rumbo que nunca debió perder si cuenta con auténticos educadores.
Para esta misión sólo habrían de considerarse aptos sus mejores hijos, como
venimos diciendo aquí, en AFDA. Los que hoy hacen de profesores en todo el
ámbito nacional, si no son los mejores, que España –el Ministerio de Educación,
el Gobierno de turno, el Rey reinante, la sociedad en pie…- arrimen a sus
estrados docentes una rampa precipicio, se les haga bajar por ella de su
presunto magisterio, y, ¡a la calle!, sin contemplaciones. Juvenal dio pie a
hacerlo cuando hace siglos escribió a fuego romano que el niño merece el
máximo respeto, máxima debetur puero
reverentia.
Trescientos educadores excepcionales. |
La educación española, la pública
y la privada, está en parte ocupada por numerosos refugiados, por demasiados
huidos de otros empleos a los que fueron a llamar para asegurarse el garbanzo y
de donde salieron a gorrazos, porque llamaban a tales puertas por ineptos o por
el puñado de sal que dicen salario, no por trabajar duro y rendir un servicio a
la sociedad a la que deben lo que pudieran haber sido y, por faltarles un
mínimo de entusiasmo y el afán por la obra perfecta, no fueron.
Sólo habrían de considerarse aptos sus mejores. Obsérvese que, escribiendo en la pizarra, no pierde de vista a los alumnos. |
¿Que se ha de hacer tal cosa con
los “presuntos educadores” hoy en ejercicio? Pues, sí, por amor a la sociedad y
a los educandos. Y porque no han de irse de brazos caídos a mendigar y a vivir
de sus papás o laboriosos abuelitos, que se vayan los ingenieros a hacer
caminos, canales y puertos; los químicos a las retortas que no debieron dejar;
los filólogos, si no saben qué, a desmontar los análisis inverosímiles con los
que han flagelado a sus alumnos en vez de enseñarles a leer y escribir; los
hijos de papá, a barrer las calles de su pueblo, que es bueno que estén limpias…
Todos, a trabajar, que la sociedad a la que debieron servir educando a sus
infantes, niños y aprendices de hombre, no es el convento que reparte la sopa
boba del medievo para huidos y refugiados que se confundieron de portón.
Llamaron e ingresaron en el santo templo del magisterio, al que profanaron
siendo mediocres donde se pedían óptimos. Se metieron a maestros los que no
supieron a tiempo ser humildes discípulos
de otra excelencia. Pues que iban sólo por el garbanzo, sin entusiasmo ni
vocación de excelencia, ¡a la santa calle con ellos!
El rumbo que nunca debió perderse. |
El rumbo que nunca debió perderse. |
España, con trescientos educadores excepcionales, selectos de Gedeón, se basta para ponerse en pie.
Otro día tocará diseñar las escuelas
de las que saldrán, caballeros y damas de la excelencia, los profesores y
maestros de la España que aquí aconsejamos que se deshaga de los huidos y refugiados.
Y LAS PIEDRAS
MUERTAS
Las piedras que arrastran los ríos, de la
montaña al mar, se diría que son piedras aventureras. Parecen vivas. Las
redondea el choque con otras piedras, la arena de las orillas y, sobre todo, el
tiempo y el larguísimo recorrido entre la montaña y el mar. Su aventura
comienza allá donde las encuentran las aguas del río, que las echan a rodar. Su
camino es largo, se detienen, vuelven a rodar y sólo dejarán de viajar cuando
lleguen al mar, si es que llegan.
Por el contrario, las piedras que levantan y
mantienen en pie con otras muchas la lonja del pescado, el edificio del
Ayuntamiento, la sólida fábrica del castillo o la centenaria iglesia del pueblo
son piedras fijas por su destino, inmóviles, quietas… ¿No son aventureras?
Su aventura es otra. Es la historia del
edificio que levantan, la de la lonja en la que se compra y vende el pescado,
la del Ayuntamiento al servicio de los vecinos, la misma del castillo testigo
mudo de épocas pretéritas, la de la casa de Dios donde musitaron sus anhelos
más hondos generaciones y generaciones de hombres dolientes.
Son piedras fijas, cada una en el puesto propio
que tienen en el edificio. Parecen piedras muertas. Pero, en verdad, son
piedras vivas con la vida que les da el conjunto al que pertenecen y al que
ellas dan sentido. Sin ellas no habría lonja, ni Ayuntamiento, ni castillo
medieval, ni templo religioso, ni siquiera hubiera sido posible la Historia que
fue y que sigue siendo y rodando viva hacia adelante, camino de otro mar, el
del Tiempo y la Eternidad. Enclavadas en el tiempo, están piedras fijas sueñan
con la eternidad.
CUR
A PIE DE AULA
III.
DESPUÉS DEL PRIMER ENCUENTRO
Han regresado de sus prácticas,
apenas dos semanas en un aula con una veintena de niños. Han regresado alegres,
radiantes, con el gozo de haber experimentado algo con lo que soñaban hace
tiempo. Es su primera experiencia de prácticas de magisterio –el Practicum
que se llama ahora- y las alumnas de
tercero de Grado de Educación
Infantil estaban ansiosas por comunicar esa nueva experiencia. En este
primer encuentro hablaron de sus
alegrías y satisfacciones, de sus
decepciones, de sus interrogantes y de los contrastes que han encontrado
entre teoría y realidad, entre el ideal soñado y este “ensayo”
de la vida de cada día.
Sabían muchas cosas antes de las
prácticas. Y se habían preparado directamente para este encuentro con las aulas
infantiles. Pero las ideas, los conocimientos parecían habérseles quedado pequeños,
comparados con lo aprendido en el breve tiempo de
contacto real con los niños, sus “primeros alumnos”.
Habían aprendido que… “el deber de la teoría
consiste en ayudar a los educadores a comprender eficazmente la naturaleza de
sus problemas”. Y que, en este sentido, “la práctica se convierte en un
interlocutor necesario y decisivo para el éxito de la teoría”. Pero
eso, aprendido quizás como lección rutinaria, quizás lo sepan ahora como saber
vivido… Ahora saben por experiencia lo que también algunos
pedagogos les habían advertido: que “el conocimiento de los prácticos es
significativamente más profundo que el conocimiento obtenido en las convicciones de muchos investigadores
académicos”; que el educador debe ser tratado “no como objeto de
estudio, sino como un intérprete de los fenómenos educativos”.
Pero quizás estas reflexiones
fueran más propias del final, de una
síntesis elaborada después de meses de
contacto educador. Ahora no era tiempo
de honduras; se trataba, más bien, de
dar cuenta de las primeras impresiones,
más auténticas quizás por ser primeras. En sus pocos días en el colegio,
respirando esa atmósfera característica
que proporciona una clase de Educación Infantil, han aprendido muchas cosas: han
sentido en la acogida del comienzo –sincera y efusiva, quizás,- que ellas, maestras ya “en ejercicio”, son alguien a quien los demás empiezan a considerar con el respeto que se
tiene a los iguales.
Han
experimentado también que han crecido en autoestima, que son capaces de
hacer cosas que antes les parecían harto difíciles. Han visto que el contacto
con los niños, con esa pequeña marea humana que las mantiene en el aire de la
ilusión, es a la vez gratificante y peligroso, pues no siempre se puede estar
mecido por la ola.
Han empezado con una
enorme carga de idealismo, pero poco a poco se han ido percatando de que no
todo es idílico: entran en un mundo –la educación- lleno de tensiones y de
problemas, que ahora tan sólo aciertan a vislumbrar; problemas y tensiones que
quizás los profesores del centro
intenten disimularlos desde el cariño y la comprensión; se
encuentran en medio de un grupo –el profesorado- que ofrece no sólo una
dedicación ejemplar, sino también su pequeña historia, sus problemas, sus
carencias, sus debilidades visibles ya. Ven a sus tutores de aula no sólo como
modelos, sino como profesionales en su verdadera dimensión de superación y de
lucha; y lejos de asustarles lo
ordinario y opaco de su acción, van descubriendo las posibilidades y las
riquezas escondidas/manifiestas en su
diario actuar. Van sintiendo que no es lo mismo ser corregido en un trabajo
académico, sin más consecuencias que una simple calificación, que ser corregidos
por la tutora del aula en acciones concretas, en ejercicios reales, con personas reales. Y van
sintiendo que sus acciones tienen consecuencias, que repercuten en la sonrisa o
en la tristeza de los demás, en su felicidad o en su dolor.
Han dicho también que en esta corta
experiencia se han encontrado con situaciones imprevistas, con pequeños
accidentes que los niños han tendido a magnificar y que ellas, maestras en prácticas, en su inexperiencia, han
sufrido como un momento de agobio, como
una situación difícil de la que, no obstante, han sabido salir airosas. Y esto les ha afianzado
en su saber hacer y en el ejercicio de su responsabilidad. Han experimentado
también, en ocasiones, una cierta soledad; una soledad que se percibe como
amenaza, pero también como reto al que responder desde esa misma soledad. Están
aprendiendo a tomar las decisiones prontas y a encontrar lo mejor, en una
elección casi inmediata. Ven las dificultades y los problemas de su futura
misión, pero, como en el amor, el gozo
del encuentro ayuda a superar todas las
dificultades.
En el pequeño mundo que ofrece el
aula han visto ya la riqueza de las relaciones que se crean en él: las
necesidades especiales de algunos alumnos hacia los que “se les va todo el
corazón” y todos los cuidados, la satisfacción de ver que los niños ensayan su
autonomía y sienten una gran
satisfacción al haber conseguido algún
objetivo ellos solos; la capacidad de
observación, antes nunca ensayada, que les parece un juego ingenioso y
gratificante; la capacidad de discernir la verdad de unos sentimientos, de las
exageraciones o simulaciones; la urdimbre de relaciones que se va creando, a
veces con el riesgo de caer en la trampa de la complicidad con el grupo de
alumnos infantiles frente o ante su tutora de verdad; la alegría que
causa servir a los más pequeños en sus aprendizajes, sabiendo que, como dijo aquel
pedagogo, “el saber de los pequeños no es un saber pequeño”.
También, como digo, han encontrado
cierta dureza en esta experiencia. Pero la visión de la realidad, con las
limitaciones y los desengaños que provoca, no merma para nada su ilusión. Ellas
lo dicen con claridad: nada es tan gratificante como sentarte –y sentirte- junto a tus alumnos, sentir su cariño,
ir conociendo su reacciones, experimentar la sinceridad de su sonrisa, la
inocencia de sus preguntas, la credulidad ante la palabra de la maestra: su propia
palabra.
Teódulo
GARCÍA REGIDOR
EDUCAR EN LIBERTAD
PARA LA LIBERTAD
PARA LA LIBERTAD
Nuestro ideario de Escuela, desde su primera formulación escrita, fue estrella con cinco puntas.
Nuestro vuelo era otro. |
Enseguida, en el segundo,
colocamos la feliz expresión de que nuestra Escuela “educa en libertad para la
libertad”.
Cuando sabe hacer algo, quiere hacerlo solo. |
Lo habíamos repensado con
Francisco Secadas. Él nos ponía un ejemplo elemental de moraleja alemana, como
él. Cuando el alumno sabe hacer algo, nos decía, quiere hacerlo solo, no tolera
que se le entrometa nadie en su hacer. Luego, nos citaba a Piaget: “Cada vez que se enseña prematuramente a un
niño algo que él podía haber descubierto por sí mismo, se está privando a ese
niño de la ocasión de inventarlo y, en consecuencia, de entenderlo
completamente”.
En libertad.
En libertad.
Ni retrasar ni adelantar el mejor momento.
Nosotros, educándole en libertad,
no íbamos a presionar al niño. Íbamos a respetar sus ritmos naturales. Por eso
no tuvimos nunca prisa de que aprendiera a leer por más que los papás quisieran
presumir de hijos listos. Había que esperar el momento, en libertad. El mismo niño se echaría a leer llegado el momento. Lo
que sí que había que conocer, cuidar y tener en cuenta eran los períodos
críticos o momentos oportunos para cada habilidad o destreza. Ni adelantar ni retrasar
ningún proceso.
Y esto, precisamente porque
queríamos ir muy lejos en el aprendizaje.
Por eso añadíamos para
la libertad, en libertad para la libertad.
¡Ojo!,
para la libertad que vuela
y no sólo para la que desata lazadas y nudos.
Aquí venía otra vez Secadas con
otra obviedad: “De nada sirve la libertad
para conducir un coche si no se sabe
conducir, el pobre de ideas no puede hacer uso de la libertad de opinión. Si no
sabemos hacer nada, no somos libres para nada”.
Pertrechados frente a la realidad física, intelectual y social. |
Sólo este dominio les haría libres, para apelar
entonces a nuevas servidumbres también libres, de pensar con Ortega: “El hombre selecto o excelente está
constituido por una íntima necesidad de apelar de sí mismo a una norma más allá
de él, superior a él, a cuyo servicio libremente se pone”. (JOSÉ ORTEGA Y GASSET, La rebelión de las masas.
Col. Austral, pp. 82-84).
CUR
Un tema sobre la educación
que en nuestra Escuela de Vanguardia
surgió al aroma del café de media mañana.
PRIMACÍA DE LA INTELIGENCIA
El tema ya surgió vigoroso y peleón en los años de la Escuela de Magisterio, cuando AFDA estaba en su infancia y era una revista impresa en papel. Estábamos en plena juventud:
¿Primordial la inteligencia o primordial el corazón y la voluntad?
Lo hemos recordado en nuestra Escuela de Vanguardia, esta vez al humeante aroma del café de media mañana.
El punto de partida y la razón de ser de las figuras relevantes en el mundo de la educación y de las sociedades de educadores -la mayor parte congregaciones docentes-, que estudiábamos entonces en la Historia de la Pedagogía, era la caridad o alguna especie más o menos laica de la filantropía.
Nuestra Escuela, que seguía el pensamiento y la doctrina pedagógica de La Salle, tenía otro manantial: la fe, el espíritu de fe. En esto La Salle, y nosotros tras él, éramos distintos y estábamos, que supiéramos, solos. Cierto que nuestra fe era la de Santiago el Menor, la “que colabora con las obras” (St 2,22). Pero el alma de la Sociedad de las Escuelas Cristianas, y, en esa misma línea, de nuestra Escuela de Vanguardia, era y es el espíritu, no la caridad; el espíritu de fe, no lo mejor del corazón propio ni la voluntad del bien ajeno.
Primordial para nosotros fue siempre el espíritu de fe, la inteligencia de la fe que mira y la razón de la cultura que se construye. El ojo, entre nosotros, va delante, no el corazón que mueve la voluntad.
·
Nuestra
Escuela tiene dos ojos para mirar:
el de la fe inteligente y el de la cultura, que ven en unidad la realidad
de los estudios, del mundo que dominar por mandato bíblico, de la vida que merece gran horizonte y la concreta inmediata del día a día, del sagrado taller que es la escuela y del futuro personal
y social por levantar hasta los cielos…
Baste una muestra muy significativa, aunque de detalle:
hasta ayer, deteníamos en seco la marcha de la clase a las horas enteras y a las medias
para pensar por unos instantes
para pensar por unos instantes
que nos encontrábamos, alumnos y profesores,
en presencia de Dios.
Sonaba la campanita y se hacía el silencio.
Esta práctica de pensar alto nos venía de Francia
y tenía tres siglos de vigencia.
“Souvenons-nous
que nous sommes
en la sainte présence de Dieu”.
Qhreuthz
INVIERNERÍAS
- Nieve del cielo, cuajada, blanco plumón sobre la tierra.
- Si en el invierno las nubes se deprimen, lloran su pena fría.
· Las venas de la tierra crecen cuando el sol
calienta las montañas nevadas.
·
Lo bueno de que te llueva en la calle sin paraguas
es que siempre podrás marchar feliz mientras tocas con tus dedos el arpa de la
lluvia.
·
Ya puede
helar y bajar la temperatura, que los termómetros, muy dignos, se mantienen en
la rayita debida, sin ceder al frío ambiente más frío.
·
Nos recortarán todo, hasta el número de
pulsaciones del corazoncito del invierno que son las castañas asadas.
·
En el silencio de la Nochebuena no parece sino que
hasta el aire siente júbilo en su entraña.
·
Los abetos de la Selva Negra que crecen más
esbeltos y lustrosos son los que durante el año se preparan para ser elegidos
para ir a Roma a que los vea el Papa alemán.
·
Mientras en la Tierra celebramos la Navidad del
Señor, en el Cielo están de cumpleaños por todo lo Altísimo. Porque el Dios
Eterno disfruta recordando los tiempos del edicto del emperador César Augusto,
la aldeíta de su Belén de rebaños al raso, su precipitado viaje a Egipto… Se
pasó antes una eternidad entera sin Navidades. Ahora se desquita.
·
Las ovejas herederas de las que escucharon a los
ángeles el anuncio del nacimiento del Niño Dios, cuando balan, su beee! sigue siendo la primera sílaba de
la aldeíta dichosa. Oyeron: “Hoy os ha
nacido en Be…” y se echaron a cantar con la primera sílaba de la palabra
Belén.
·
Los grandes copos de nieve en Nochebuena son
redondas caídas de los pentagramas de los villancicos celestes. Sin hacer
ruido, tienen música.
·
Otras veces, los copos de nieve son gotas de agua
frioleras que se han puesto abrigo blanco para descender en su viaje a la
tierra.
·
¿Cielo emplomado? Que vengan los emigrantes,
gitanos y compatriotas de mano larga expertos en llevarse cañerías de plomo.
- Un versillo del profeta Isaías, Is 1,6, hace de ramal y el buey y la mula que no se habían ido del Portal, regresan a su Amo y a su Pesebre.
CUR
CIEGUERÍAS (O CEGATERÍAS, SEGÚN QUÉ CASOS)
Es preferible nacer ciego e
inteligente, que ser vidente y no ver más allá de las narices.
- Mejor sentirse por dentro que perderse por fuera.
- Las manos de los ciegos tienen en sus yemas sensores de sentimientos.
El ciego avispado le dice al
torcido relator: No vayas por ahí, que
te veo venir.
- Ojos que no ven,
cuponazo que te arrean.
Enorme ventaja: la imaginación del
invidente tiene en su paleta colores a elegir para vestir a su placer cuanto le
rodea.
- No hay peor ciego que el que no quiere ver, ni
peor vidente que quien la
aguda perspicacia del ciego no sabe
valorar.
'Si un ciego guía a otro ciego, ambos
caerán juntos al pozo'. Pero si a un ciego lo guía un vidente, es muy posible
que acaben en el podio.
- Todo ciego estima el apoyo de su perro lazarillo
y agradece que se eliminen las barreras, pero se le agranda la sonrisa
cuando siente el calor de un brazo amigo que acompaña su inseguro caminar.
Ángel Hernández
NAVIDERÍAS
- Cuando Dios dijo “aquí estoy”, se rompieron las viejas Tablas de la Ley de Moisés.
Cuando Dios se
enarenó en una cuevecita, acudieron a verle hasta los camellos de Arabia.
- Cuando Dios se hizo presente en la tierra, dejó de ser el eterno y airado “ausente”.
Por nada la nieve,
a tocar al Niño se atreve, y se queda arrodillada a las puertas del Portal de
Belén (y de las nuestras también).
Los ángeles
bíblicos vuelan como el aire, pero nadie los ve, aunque todos los sentimos.
- Los Reyes Magos son inconscientes de sus propios milagros: entrar en casa y desaparecer por la ventana, después de haber llenado de regalos los malolientes zapatitos de los niños. Los zapatitos de la Virgen eran otra cosa.
Apuleyo Soto
EL JARDÍN OLVIDADO
MORTON, KATE
Suma,
Barcelona, 2010
(490 pág.)
En vísperas de la Primera Guerra
Mundial, una niña es abandonada en un barco con destino a Australia. Una
misteriosa mujer llamada la Autora ha prometido cuidar de ella, pero la Autora
desaparece sin dejar rastro…
Un terrible secreto sale a la
luz…
En la noche de su veintiún
cumpleaños, Nell O’Connor descubre que es adoptada, lo que cambiará su vida
para siempre. Décadas más tarde, se embarca en la búsqueda de la verdad de sus
antepasados que la lleva a la ventosa costa de Cornualles.
Una misteriosa herencia que llega
en el siglo XXI…
A la muerte de Nell, su nieta
Casandra recibe una inesperada herencia: una cabaña y su olvidado jardín en las
tierras de Cornualles que es conocido por la gente por los secretos que estos
esconden. Aquí es donde Casandra descubrirá finalmente la verdad sobre la
familia y resolverá el misterio, que se remonta un siglo, de una niña
desaparecida.
- «Memorias, intriga y secretos de familia entretejidos en un absorbente laberinto de tramas complementarias que nos arrastran a una lectura llena de fuerza, ternura y emoción. Con un estilo ágil y envolvente, Kate Morton nos conmueve con una magnífica historia difícil de olvidar».
Opinión
El libro me ha parecido muy bueno por algunas razones:
1. Muy bien contada la historia
eligiendo los hechos, los sentimientos, las preguntas de los personajes en tres
periodos principales: 1893-2013 infancia y juventud de Eliza, infancia de Ivory; 1973, compra de la cabaña por Nell; 2005
viaje y descubrimiento de sus antecesores por parte de Cassandra nieta de Nell.
Realmente te mete en la compleja trama y suscita el deseo de descubrir cómo
sigue, más bien cómo fue la realidad que vivieron los distintos personajes.
2. Estilo literario. El lenguaje
es formidable. La descripción de lugares, personajes, emociones, situaciones es
perfecta y no aleja de la historia que se está contando. La relación de los
cuentos de hadas con la vida de los personajes es un gran acierto.
3. La mayoría de los personajes
tienen una dimensión profundamente humana y descubren los sentimientos y
vivencias profundas que se dan en la vida.
Vale la pena leerlo y recomendarlo.
Jesús Juárez
MI HERMANA VIVE SOBRE LA REPISA DE LA CHIMENEA
Annabel Pitcher
Nuevos Tiempos, Siruela, 2011
Es la desgarrada
y conmovedora historia de un niño de
nueve años que lucha por unir a su familia, desestructurada por causa de la
muerte de una hermana a consecuencia de un atentado terrorista.
Han pasado cinco
años desde que Rose murió en un atentado terrorista islámico en el centro de
Londres y las cosas no van nada bien desde entonces. Su madre los ha
abandonado, su padre bebe y Jasmine no come, pero Jami tiene esperanza y lucha
para que todo vuelva a ser como antes. Un día un anuncio de la televisión le
hace soñar que todo va ha poder ser igual que antes.
La historia está
escrita a partir de las notas que la autora tomaba en los autobuses peruanos,
en el Amazonas y en los templos vietnamitas.
Es una historia tierna, con fuerza y llena de
humor.
Annabel Pitcher. Nació en 1982 en un pequeño pueblo de
Yorkshire y estudió filología inglesa en la Universidad de Oxford. Desde
entonces ha trabajado en medios de comunicación y como profesora de inglés. Actualmente
vive en Yorkshire y está trabajando en su segunda novela, Ketchup Clouds.
Interés particular. Lo interesante del librito, según mi opinión, es la visión de
hasta qué punto sufren algunos niños y adolescente cuando los padres se separan
y la distinta forma de somatizar este hecho cada uno de los miembros de la familia.
Aure Bascuñana
TE PRESTÉ MIS RECUERDOS
Fabiola García-Liñán,
Editorial Conteros
Mairena del Aljarafe, Sevilla, 2012
Estimados amigos,
os envío la reseña de la primera
novela de mi amiga Fabiola García-Liñán.
Me gustaría que, si lo estimáis
oportuno,
dierais difusión a esta nota de prensa a través de vuestros medios.
Es una grata novedad editorial que merece atención por el cuidado,
el buen
gusto y la delicadeza con la que está escrita.
Muchas gracias por vuestra atención. Os envío un
fuerte abrazo.
José María Blanco-Corredoira
NOTA DE PRENSA
Recientemente se ha presentado con éxito en el Ateneo de
Sevilla y en el Salón de Actos Cajasur de Córdoba la novela “Te presté mis
Recuerdos” (Editorial Conteros), obra de la escritora Fabiola García-Liñán. En
el Ateneo sevillano el libro fue presentado por el escritor Fernando Iwasaki.
La historia discurre en dos tiempos que
se entrecruzan. Un tiempo actual en el que la protagonista María lucha por
sobrevivir en un difícil entorno laboral y familiar. Y un tiempo pasado en el que Mariquilla, siendo una niña de ocho años nos
cuenta sus andanzas, venturas y desventuras acaecidas a finales de los años
sesenta en una finca de la sierra de Córdoba. A cada tiempo le corresponden
ilusiones, pasiones y circunstancias distintas. Sin embargo, la novela logra
hilvanar una intrigante trama así como una historia de amor como gran motor o
palanca de superación personal. Fabiola García-Liñán ha creado personajes de
enteros valores que tienen que adaptarse al mundo complejo en el que les ha
tocado vivir. El desenlace de la novela es abierto y bastante sorprendente.
Fabiola
García-Liñán
nació en Córdoba (1959). Es licenciada en Filología Hispánica por la
Universidad de Sevilla. Es creadora y promotora de una empresa de confección y
diseño de trajes de flamenca y lencería de novias. Hoy por hoy es una
diseñadora muy reconocida en las provincias de Córdoba y Sevilla.
En el siguiente enlace se puede ver un
vídeo de la presentación de la novela en Sevilla. En esta el reputado escritor
Fernando Iwasaki desgrana los aspectos a su juicio más destacados de la novela:
Vamos con la segunda plegaria prometida de José
María Souvirón. Es el penúltimo soneto de su libro “Del nuevo amor”. Ese
“nuevo amor” es para el poeta el mismo Dios, amor “que vino a dominar y
enaltecer todas las pasiones y afectos de antaño”. No se trata, por
tanto, del descubrimiento de un Dios que es Amor en Sí y sólo
para Sí, como lo entendía, por ejemplo, Platón, sino de un Dios que es
ciertamente Amor en Sí, pero que al mismo tiempo ama fuera de Sí gratuitamente,
no por necesidad. El poeta ve el amor divino palpitando en el misterio
Dios-Hombre que es Jesús.
En este soneto la vida humana es sentida y
vivida como un caminar que atraviesa situaciones diversas y
contrapuestas. El poeta nos confiesa alborozado que no es un pasajero que
camine solitario por la existencia, como tantas veces creemos serlo, sino que
Jesús es siempre nuestro compañero de viaje, no sólo cuando marchamos ligeros
en los buenos momentos, también cuando caminamos lentos afrontando la soledad,
y de manera particular cuando vivir se traduce en sufrir. Entonces, el
poeta da a entender que no le amilana el dolor al sentir que la mano del
amigo que lo empuja a seguir adelante está hecha “una llaga dolorosa”…
Eduardo Malvido
Ando por mi camino,
pasajero,
y a veces creo que voy sin
compañía,
hasta que siento el paso que
me guía
al compás de mi andar, de
otro viajero.
No lo veo, pero está. Si voy
ligero,
él apresura el paso. Se
diría
que quiere ir a mi lado todo
el día,
invisible y seguro, el
compañero.
Al llegar a terreno
solitario
él me presta valor para que
siga;
y, si descanso, junto a mí
reposa.
Y cuando hay que subir monte
(“Calvario”
lo llama él) siento en su
mano amiga
que me ayuda una llaga
dolorosa.
JOSÉ MARÍA SOUVIRÓN
EL
PAPA DESARMÓ EL BELÉN
¿Qué
vamos a hacer, Señor,
con
la Mula y con el Buey
que
en el Portal de la…Ley
exhalaron
su calor?
Según
el Papa escritor,
sí
que existieron pañales
dulcemente
maternales
cubriendo
vuestro rubor,
y
hasta el Espíritu Santo
voló
con ángeles tantos
que
allí armaste la de Dios.
Pero
ni al Buey ni a la Mula
les
ha dado esta vez Bula
quien
es tu representor.
¡Ay,
mi Don, cuánto dolor
antes
de alcanzar la Cruz!
Yo
me signo, Gran Jesús.
Sólo
quiero amor, Amor.
Apuleyo
Soto 2012
Madrid, fuego y ladrillo. |
Ferviente
Madrid
Madrid es un pellizco de fuego y
ladrillo,
una llamarada de nostalgia
para el hijo pródigo que siempre
vuelve,
una punzada que llega cuando
desde el coche de la tarde
se divisan las torres de
entonces, y vienen en tropel los recuerdos
del niño que fuimos; los amigos
perdidos y reencontrados;
las mañanas apuradas en el
parque, a refugio de la obligación;
y una terraza bien dispuesta para
el nuevo cortejo de siempre…
Madrid es un horizonte claro
hacia el azul de las sierras
y el mar de encinas tendido y
descubierto entre las dos Castillas.
Madrid es una amor irrevocable a
España prendido en todos
los acentos posibles y un deseo
ferviente por llegar a ser alguien.
Madrid es echarse a la calle y
sin remedio,
para encontrar en el bullicio una
razón de ser.
Madrid es un mantel sencillo para
la ensalada y el lechal,
una frasca de vino como ofrenda a
la amistad;
una caña bien tirada sobre el
mármol liso y blanco de servir.
Madrid es la Libertad en suma,
y la alegría de andar a la
descubierta de los tesoros modestos, los nuestros.
Madrid es majestad en piedra;
soberano granito que cimienta un sueño.
Por eso, quien nació en Madrid,
¡de gusto se quiere morir!
Sí, así es.
Blanco CORREDOIRA
¡QUE VIVA ESPAÑA!
Cuando una sociedad su rostro empaña
y
salpica de barro su memoria,
se
queda sin raíces, sin historia,
y
convierte su feudo en tierra extraña.
Con
muertes y violencia, y aun con saña,
o
con sutil engaño y oratoria,
destruyen
las banderas, y en escoria
quieren
volver su Patria, que es España.
Catalanes
y nobles vascongados,
tenéis
una nación; os la legaron
con
orgullo vuestros antepasados.
Por
su unidad sufrieron y lucharon.
No
destruyáis con odios infundados
lo
que con harto esfuerzo conquistaron.
16 noviembre, 2012. Á.H.
EDUCACIÓN FÍSICA
1. Introducción
La Educación Física, como
asignatura escolar, es una disciplina
reciente en España, al menos como actividad implantada de manera general en
todo el ámbito nacional; es por tanto, poco conocida para el público más allá
de algunas generalidades. Su praxis a nivel escolar resulta algo esotérico en
muchas ocasiones puesto que los objetivos a conseguir quedan disfrazados en
unas actividades aparentemente desconectadas de aquellos; además, estas
actividades no suelen estar ajustadas a las propias necesidades del alumnado,
si nos atenemos a su desarrollo, puesto que sus contenidos y la intensidad de
aplicación están generalmente por debajo del potencial de los alumnos.
Como disciplina joven que es, se siente insegura y
acomplejada; a veces, por el ámbito de
la medicina; otras, por la influencia teórica de autores extranjeros. Como
consecuencia de estos dos factores, la terminología específica está salpicada
de anglicismos, cuando nuestro idioma tiene el nombre equivalente para denominarla.
Ejemplo de ello, sin ánimo de abrir un frente, tenemos términos como jump, step o fitness que, parece ser,
resultan más atractivos e importantes que decir salto, escalón o mejorar
la forma física.
Así
mismo, se cometen aberraciones terminológicas por el complejo ante el ámbito
médico, del que aún la Educación Física no se ha zafado. Es frecuente, por
tanto, utilizar el término “pasivo” como equivalente de “estático”, al
confundir una acción de todo el ser de la persona con el estado de un músculo o
un tendón.
Para aclarar ideas relacionadas
con la disciplina de la Educación Física y del Deporte, me propongo exponer y
describir algunos términos específicos de este ámbito. Empezaremos por el
término gimnasia.
2. Gimnasia
Palabra de amplio significado. Se
utiliza como sinónimo de Educación Física (EF) escolar, término que los
docentes de la EF suelen rechazar, y muchos, incluso, erradicar. El siguiente
diálogo entre alumno y profesor, puede ser paradigmático.
–“Profesor, ¿qué hacemos hoy en gimnasia?”-
pregunta muy frecuente de los alumnos.
Respuesta del profesor:
–“Niño, no se dice gimnasia, se dice
Educación Física”. ¡Ay, si al menos hicieran gimnasia!, actividad que puede
cubrir hasta el 80% de los objetivos educativos de la EF.
Si la generalidad
de la población usa el término gimnasia
para referirse a la EF escolar es porque durante más de 150 años ésta
disciplina era el normal vehículo de aplicación de esta asignatura. Después,
con la creación de los “INEF” en España, la oferta de actividades físicas se
diversificó; hasta el punto de dejar relegada la gimnasia a algo superado,
propio de tiempos pasados; y, según la ley del péndulo, frecuente en España, se
aplicaron actividades alternativas pero de inferior calidad para conseguir los
objetivos de EF, si exceptuamos el atletismo.
La gimnasia,
es una actividad muy concreta, referida al ejercicio físico; tiene dos
vertientes: a, el ejercicio físico
realizado con fines educativos, estéticos o de salud; b, el ámbito deportivo. En su primera vertiente, la gimnasia puede
considerarse como los movimientos corporales conscientes y voluntarios
ejecutados de manera estilizada, de acuerdo con las posibilidades anatómicas, y
realizados con un fin estético o de mejora de las capacidades físicas.
Etimológicamente,
gimnasia viene del griego gymnos, que
significa “desnudo”, puesto que los atletas de la Grecia Clásica realizaban sus
actividades agonísticas sin ninguna ropa que cubriese su cuerpo. Por
derivación, se adoptó el término gymnazo:
“yo hago ejercicio”. Posteriormente, se aplicó a toda actividad física con
intención lúdica, recreativa y no utilitaria.
Francisco Sáez
Abrumada estoy, después de haber leído Estilo y Magisterio Nº 21. Cada vez más sólido, cada vez más variado. cada vez con mayor número de páginas. Si se tratara de una revista en papel sería de las de alto nivel... No la veo al alcance del tipo medio, a excepción de algunos artículo, versos etc.
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