ÍNDICE PRINCIPAL
Pregón
Nuestros maestros: Aforismos. Qué es vivir. Reflexión. Eugenio d´Ors.
Nuestra Escuela de Vanguardia: De
ayer a hoy. Un siglo después. Teódulo.
Para salvar la educación: contacto
directo con las cosas. Ramiro.
La meta de nuestra sabiduría: Puntualizaciones
(IV) Ni el haber visto mucho mundo hace sabios.
Leyendas de María: Sangre en Getsemaní… En el Gólgota. Apuleyo.
Soneto desde el sentimiento: Por un
mundo sin fronteras. Ángel H.
Tarimilla literaria: Casicuentos. Amanecía
en Bagdad. Ángel H.
Traigamos a los clásicos. Berceo.
CUR.
Alta política con estilo: Solidaridad
cósmica. Ramiro.
Buzón teológico: Sigamos hablando de
la teología de la Creación. E.
Malvido.
Afdeerías: Turquerías. AH
Afdeerías: Turquerías. AH
Educación física: El método natural. F. Sáez.
El rincón de Apuleyo: Un Edén de
monjas. El Pajarero Frutos.
Elegante es el que elige lo mejor. La elegancia de la conducta es el arte de preferir lo preferible.
A la elegancia nosotros solemos llamarla estilo.alfilodelamanecer@gmail.com
Un imperativo radical de nuestra persona nos exige la elegancia de elegir lo mejor, un alto estilo.
En puridad etimológica –lo apuntaba Ortega- elegante es solamente el hombre que elige y hace lo que hay que hacer y elige decir y dice lo que hay que decir, alta y difícil tarea.
Eugenio d´Ors lo instala como categoría con igual o mayor profundidad y le añade, en sus aforismos, la metáfora del alumbramiento del ángel con el que nacemos. Por eso nos insta a cultivar el ritmo puro y la unidad suprema de la vida: magnífico logro de lenguaje cifrado, condensado y profundo, alta meta.
Nos ayudarán a alcanzarla los clásicos por traer de que aquí escribimos, y también el no buscar la sabiduría en las meras noticias múltiples sino en el contacto directo con las cosas, en contar con la solidaridad cósmica que simplifica y une, en enormes modelos como el patriarca Henoc, en el regalo de volver a Santa Teresa y su prócer mundo en su quinto centenario, en la Gloriosa y sus realidades y leyendas…
Nuestro blog sigue con todo esto, versos y prosas, en su propósito de magisterio y estilo.
Aforismos del maestro que hicimos nuestros
EUGENIO D´ORS
al ángel que llevamos dentro.
Ellos nos orientaron hacia la elegancia.
Nos marcaron el paso de lo que fue la España
de nuestros padres
al servicio de la cultura española y universal.
¿Qué es vivir?
Vivir es gestar un ángel para alumbrarlo en la eternidad.
…mientras tanto, que cada cual desvele y cultive
lo que hay de angélico en él,
esto es,
el ritmo puro y la unidad suprema de la vida;
lo que declarado quiere decir: la elegancia.
Reflexión de la mañana
CUR
Maestro, profesor emérito UCJC
DE AYER A HOY
Un siglo después
Quienes
hemos leído algo, aunque sea someramente, sobre la situación política española
de hace justamente un siglo tenemos la irresistible tentación de compararla con
la que estamos viviendo en nuestros días. Nos parece que encontramos puntos de
convergencia y elementos de una gran similitud. Por eso la sección “De ayer a
hoy” va a pasearse por los escurridizos terrenos de la política. Pero de
una política amplia, si no alta, y desde
un lenguaje coloquial, sin la pretensión de realizar ningún sesudo análisis
histórico-político.
1. Es sabido que ayer, en la segunda década del siglo
XX, especialmente en los años próximos a 1917,
la situación política española
sufrió un deterioro considerable.
Un síntoma inequívoco de ello fue la degeneración y descomposición de los
partidos políticos –los “partidos turnantes”- que habían mantenido el peso de
la Restauración. Esa descomposición hacía cada vez más difícil el ejercicio del
gobierno y, con ello, si no a causa de ello, se produjo un deterioro en todos
los ámbitos, especialmente en el social: desórdenes, huelgas, crímenes… Los partidos comenzaron a perder crédito, a
parecer “de otro tiempo” y su acción fue calificada de “vieja política”. Nadie
en el inicio de los años veinte daba nada por la confianza y el mantenimiento
de los partidos políticos conocidos. La ineficacia mostrada por ellos era
total. El pulso de la nación era cada vez más débil y el virus del desorden y
el crimen encendió las alarmas no solamente políticas, sino, sobre todo, sociales.
Se suspiraba en todos los ámbitos, aun en los intelectuales, por un “cirujano
de hierro” que salvara al país y enderezara su marcha. Primo de Rivera, el
dictador, se presentó como el “salvador de la Patria”, comenzó una renovación cuyos éxitos iniciales eran solución de
problemas urgentes, pero enseguida se
vio que el problema de fondo no se solucionaba.
De esta situación, producida
hace casi un siglo, deseo destacar tan sólo los dos elementos que, a mi juicio,
más se parecen a la situación actual. Uno es
la convicción, proclamada a voces, de que el periodo de la Restauración
–Constitución de 1876 incluida- había dado
de sí, se había gastado, había agotado todas sus posibilidades. Y se
tenía la sensación de que las instituciones y los instrumentos políticos no eran
válidos para una nueva etapa ya
presentida. El otro es la desconfianza en los políticos clásicos, el
reconocimiento de la ineficacia para resolver los graves problemas que aquejaban a la convivencia española. El
término “vieja política” estaba en boca de todos, medios de comunicación
católicos inclusive, y se huía de cualquier vinculación o connivencia con los
partidos clásicos. Cierto que los partidos eran instrumentos políticos
insustituibles, a falta de otras organizaciones mejores, más representativos,
más eficaces, más honradas. Y cierto, también, que la Dictadura de Primo de
Rivera, como decimos, no supo, no pudo o no quiso solucionar este problema.
Cuando dimitió el dictador la desconfianza en la política no se había
restaurado.
2. También hoy, aunque desde otras circunstancias, sociales, económicas y
esencialmente políticas, nos encontramos en una situación parecida a la de hace
un siglo: el malestar político es evidente y la clase política –la “vieja
política” denominada por algunos como “la casta”- ha perdido crédito y
confianza. Ya no digo prestigio. Y menos, entusiasmo popular, si algún día lo
tuvo. También como hace un siglo se proclama el fin de una época –la
Transición- y la emergencia de nuevos tiempos, agotado el modelo social, administrativo
y político de hace casi treinta y cinco años. Y esta conciencia de tiempo
agotado, de inadecuación a las circunstancias actuales de lo que el tiempo ha
convertido en viejo genera un malestar que cada vez se hace más extenso y más
intenso. Hoy se desconfía de los partidos (no son considerados representativos
de las voluntades de muchos ciudadanos) y les señala no sólo por su ineficacia
para asumir la iniciativa ante
situaciones nuevas, sino que se les condena irremisiblemente por el fenómeno de
su corrupción interior, generalizada e intensa.
Ciertamente, no podemos solapar
las dos épocas, porque las diferencias son evidentes y considerables. Y frente
al desorden social, tan virulento hace un siglo, hoy son otros los problemas
que desestabilizan la política y envenenan la convivencia. Hoy no se ha
producido la atomización ni la
descomposición de los grandes partidos, pero sí se percibe una inadecuación de
estos a la realidad presente y futura. Algo que unos juzgan sólo como una
inadecuación, fácilmente subsanable,
mientras que otros consideran que es necesario un cambio radical de las
instituciones llamadas democráticas.
Lo que sí creo digno de
atención es un hecho que parece relevante: nuestro devenir como país va atravesando
por periodos que se repiten, con más o menos similitud y, con ellos, las
actitudes sociales generalizadas. También hoy hay voces que proclaman un pesimismo
casi generalizado y sentimientos comunes de frustración y de cansancio. Hay muchos
que sienten una pérdida generalizada e intensa de valores y, lo que es más
grave, el riesgo de vaciado de identidad de la realidad construida durante
siglos, luego quizás perdida y recientemente recuperada. Hace unos días alguien
señalaba los indicios de nuestros males presentes “en lo más hondo de nuestra
existencia colectiva, en la pérdida alarmante del sentido de pertenencia de los
españoles, en la quiebra de la empresa histórica de nuestra nación y en el
ridículo vaciado de una cultura que permitía reconocernos como tradición
secular, actualidad en tensión y proyecto esperanzado”, como indicios de
explicación de nuestros males presentes (F. García de Cortázar, ”Una España que
bosteza” ABC 14 de octubre de 2014).
Pues bien, ante esta situación
y a pesar de algunas muestras de alarma, hoy, como ayer, faltan voces autorizadas,
referencias intelectuales que iluminen y que abran caminos de esperanza y
sirvan de catalizadores morales indiscutibles para lo que muchos llaman de
nuevo regeneración. Y falta en la
mayoría una sensibilidad más aguda y una conciencia más despierta que, junto a
una crítica decidida, nos haga salir de nuestro círculo de ocupaciones
inmediatas y preocuparnos por realidades de mayor trascendencia.
Ojalá que las soluciones que
demos a periodos de crisis como el presente no se parezcan a las que no pocas
veces hemos dado a otros periodos similares. Es cierto que la historia no se repite
y que, por lo tanto, las circunstancias de hoy no son las mismas que hace un
siglo. Pero uno siente también la tentación de pensar que a pesar de saberlo…
nos empeñamos en cometer los mismos errores.
Teódulo GARCÍA REGIDOR
Profesor de Pedagogía del Centro de Estudios
Universitarios La Salle
Director de Institución La Salle, Madrid.
PROPEDÉUTICA
3. PARA TRABAJAR EN EDUCACIÓN:
CONTACTO DIRECTO CON LAS COSAS
Nos impresiona la fidelidad en la transmisión de las culturas antiguas, culturas orales. Así la Biblia, así la Ilíada y la Odisea.
Guardaban los antiguos israelitas los relatos de la Creación del mundo y de su Éxodo de Egipto y los griegos sus poemas homéricos con una fidelidad asombrosa. Los habían oído y repetido muchas veces. Cada repetición les aumentaba la familiaridad con el relato, que habían llegado a conocer profundamente y podían ponerlo en relación con las nuevas circunstancias de su vida.
En nuestros tiempos, quienes se dedican a aprender diversos saberes, tienen a mano su conocimiento en la biblioteca de casa o el internet, y con ello la ilusión de que los dominan suficientemente porque en cualquier momento pueden volver a leerlos. La verdad es que su conocimiento es superficial y, con frecuencia, un saber engañoso. Y cuantos más libros se leen y se acumulan, mayor puede ser la distancia entre la apariencia de saber y el verdadero saber.
Habrá que volver a darles a los defensores de la escuela activa la razón frente a los abusos de los libros en la escuela y los métodos librescos.
Los alumnos habrían de estar en contacto directo con las cosas, observar, comprobar y descubrir por sí mismos. El libro es una mera ayuda, un bordón en el camino, no un sustituto de la realidad.
RAMIRO DUQUE DE AZA
Maestro. Profesor de Teoría del conocimiento
Bachillerato internacional
En los centros lasallanos, durante varios siglos,
al comienzo de la jornada escolar,
los maestros pedían al Cielo los dones del Espíritu Santo,
y en primer lugar el espíritu de sabiduría,
meta de su hacer y del de sus alumnos.
PUNTUALIZACIONES SOBRE LA SABIDURÍA (IV)
4. Ni el haber visto mucho mundo hace sabios
Ver mundo abre los ojos, nos fuerza a comparar lo ya visto con lo que se ve por primera vez. Pero ni los marineros, que se han recorrido medio mundo o el mundo entero, ni los aviadores, que hoy están en América y mañana en la India o en el sur de África, son por eso sabios. Con una actitud ociosa o pasiva ante las maravillas que presencian sus ojos, se quedarán en la anécdota, en la superficie de los hechos, sin pasar de la mera percepción ni entrar en el sentido de lo que tienen delante.
Nada para el ocioso o pasivo tiene significado, nada tiene historia, nada está relacionado. Cada novedad se sostiene por sí misma y en sí misma, llega a su pupila y se va en unos momentos, como si se tratara de una serie de vistas fijas. El espectador –palabra tan querida para el penetrante Ortega- se queda donde estaba. En otras circunstancias -en el fondo similares-, cualquier cosa les parece a estas personas extraña y sorprendente, milagrosa y tremenda, como en la imaginación clásica, les parecieron a Ulises y a sus compañeros las tierras y mares de su periplo.
Nada para el ocioso o pasivo tiene significado, nada tiene historia, nada está relacionado. Cada novedad se sostiene por sí misma y en sí misma, llega a su pupila y se va en unos momentos, como si se tratara de una serie de vistas fijas. El espectador –palabra tan querida para el penetrante Ortega- se queda donde estaba. En otras circunstancias -en el fondo similares-, cualquier cosa les parece a estas personas extraña y sorprendente, milagrosa y tremenda, como en la imaginación clásica, les parecieron a Ulises y a sus compañeros las tierras y mares de su periplo.
RAMIRO DUQUE DE AZA
APULEYO SOTO
Estampas líricas de la vida de la Virgen
en pos de Jesús hasta después de su muerte
ÍNDICE
I. Una
niña en el Templo de Jerusalén.
II. Isabel,
la prima que nada sabía.
III. Madre
y Virgen como un cristal.
IV. La
sed de la desterrada recién parida.
V. La
bordadora nazaretana.
VI. Piedras
como panes en el desierto de Judea.
VII. Junto
a las aguas que lavan los pecados.
VIII. Falta
vino en las bodas de Caná.
IX. María
escucha el Sermón de la Montaña.
X. Los
cabellos de la Magdalena.
XI. En
casa de Marta, María y Lázaro.
XII. Iba Dios en un asnillo y María le seguía.
XIII. La invitada de la Última Cena.
XIV. Sudor
de sangre en Getsemaní.
XV. En
el Gólgota del Supremo Amor.
XVI. María,
en el despertar de Dios.
XVII. La
Virgen, en su asunción a los cielos.
Capítulo XIV
SUDOR DE SANGRE EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ
I
Nadie lo ha escrito, mas es
verdad como aquí la cuento
que María estuvo orando
con Jesucristo en el Huerto.
En medio de la agonía,
el sudor y el sufrimiento
que su Hijo padecía
entre el olivo y el cielo,
la Virgen le acompañó.
¡Ay, qué hermoso sacramento
de amor maternal la noche
que Dios no fue Dios! Yo veo
a Cristo entre los apóstoles
y allí a María con ellos.
-Velad conmigo, les dice,
mientras Yo voy más adentro.
Lo intentan dos y tres veces
y caen vencidos del sueño.
María se tuvo en pie
hasta el último momento.
Judas se acerca con guardias.
Le traiciona con un beso.
-Él es, grita y se escabulle.
Desnuda su espada Pedro.
II
Hacia el palacio de Anás,
bajo un rebrillo de aceros,
va maniatado y cautivo
entre lobos el Cordero.
Una mujer se divisa
a la luz de los luceros.
Es la Madre de las madres,
la esposa del Carpintero,
aquel nardo de José,
sierra que sierra maderos.
Cruces, cruces, cruces,
cruces.
Ya no hay en Israel cedros.
El Arca de la Alianza
no guardará más secretos.
Mañana se rasgarán
los muros sacros del Templo.
III
De mármol es la columna.
De espinas es la corona.
De esparto y hierro son los
látigos con que le azotan.
La Virgen le está mirando.
La Virgen, llora que llora.
Los sayones cumplen órdenes
hasta que llegue la Aurora.
No amanece, no amanec
y el gallo canta a deshora.
Judas se cuelga de un árbol.
Pedro se esconde en las
sombras.
Caifás le despacha a Herodes.
Herodes suplica a Roma.
Pilatos, débil y turbio,
al populacho lo arroja.
-No quiero manchar mis manos.
Limpiad con Él vuestra honra.
Yo creo que es inocente…
Gólgota, Gólgota, Gólgota.
Capítulo XV
EN EL GÓLGOTA DEL
SUPREMO AMOR
I
Pues José de Arimatea
y Nicodemo callaran,
contaré yo aquí la historia
que de ellos se relatara.
Cada golpe del martillo
en sus corazones daba.
Cada suspiro del Cristo
en sus bocas suspiraba.
La Virgen, como era Virgen,
a su Hijo suplicaba
y dejaba hacer a Dios
lo que sólo deja un alma
muerta de amor…Era nona
la hora. Jesús hablaba
desde la cruz con las últimas
y balbucientes palabras.
-Ya todo se ha consumado.
Madre mía, Juan te guarda.
El Domingo te veré
antes de que nazca el alba.
II
El sudario está dispuesto.
La Verónica ha traído
aceites y ramos nuevos
del Monte de los Olivos.
Hay una piedra muy blanca
para hacerle a Dios un sitio
cerca del Calvario. Cae
la noche del sacrificio.
Con María Magdalena,
Marta y Lázaro el Amigo,
la Pascua del pueblo hebreo
va a dar, en verdad,
principio.
José recoge los clavos,
Nicodemo oficia el rito.
Pilatos no sabe cómo
lavarse el pecho contrito.
III
¿Dónde están Santiago, Pedro,
Felipe y demás hermanos?
¡Perdón para todos ellos!
¡Misterios del ser humano!
¡Cuánta tiniebla, Dios mío!
¿Dónde fue el Samaritano?
¿Y los cojos, mancos, ciegos,
sordomudos y lisiados
a los que salvó su Gracia?
¡Qué terrible desamparo!
Esta noche no se duerme.
Sólo hay luz en el Calvario.
Con la lanza enrojecida
baja el centurión romano.
La Virgen y el Cirineo
se funden en un abrazo.
-Espera un poquito, Madre,
dice el discípulo amado,
un poquito nada más.
Mañana…, mañana es Sábado.
III.
En AFDA 37, la publicación correspondiente al pasado mes de octubre, entrábamos en contacto con este pseudogénero literario que he venido a bautizar con el nombre de casicuento. Narración que recoge un episodio de la vida real, no necesariamente épico o heroico sino muy frecuentemente cotidiano o incluso vulgar, pero en el que se introduce, por obra del azar, del destino o de una voluntad sobrenatural, algún elemento que trasciende el ámbito de la realidad e influye poderosamente en el pensamiento, los sentimientos y la decisión de sus protagonistas, señalando en ocasiones con claridad un antes y un después en el devenir de sus vidas.
La extensión de alguno de estos casicuentos hace inviable su reproducción en la página principal de nuestro blog. Aquí, una sencilla reseña y la invitación a su lectura en páginas auxiliares.
En la primera entrega, bajo el título ‘Blanco sobre rojo’, recogíamos la dura experiencia de Patxi, joven vasco que se vio envuelto desde su primera adolescencia en movimientos reivindicativos y en la militancia política abertzale. Su participación en la comisión de un acto terrorista y las posteriores consecuencias marcaron su vida, y un episodio posterior sobrevenido supuso para él alguna forma de redención
En este número, ‘Amanecía en Bagdad’ narra la intervención de un joven soldado americano en la invasión del territorio iraquí que acabó con el derrocamiento y muerte de Saddam Hussein. Es claro que ver los toros desde la barrera tiene poco que ver con la tensión emocional y la percepción de riesgo inminente que se experimentan sobre el albero. Todo amanecer supone renovación y viene envuelto en un halo de esperanza. Presento esta supuesta pero muy presumible historia en la confianza de que la observación del momento vivido por el joven Patrik, la incursión en sus pensamientos y evocaciones y el desenlace final de su experiencia obren un beneficioso efecto catártico sobre quienes se acerquen a ellos a través de este casicuento.
ÁNGEL HERNÁNDEZ
Maestro. Psicopedagogo. Emérito UCJC
Ciudadano del mundo
Ver el casicuento "Amanecía en Bagdad"
en “Paginas” de este blog
¡TRAIGAMOS A LOS CLÁSICOS!
Berceo
Busquemos a Berceo, el de los Milagros de Nuestra Señora, allá por tierras de la Rioja. Es un clérigo que vivió en el siglo XIII, cuando se levantaban al cielo hermosas catedrales góticas por toda Europa.
Gonzalo de Berceo, “trovero” de la Gloriosa, redacta en román paladino
los “Milagros de Nuestra Señora”.
|
Sus veinticinco milagros son una delicia. A uno por día, tendríamos para llenar casi un mes con las peripecias de la Gloriosa haciendo filigranas de ingenio y de bondad para salvar a sus devotos.
¿No es un puro cielo ver a la Gloriosa, toda grandeza y majestad, encararse con un obispo, muy enfadada, porque le ha negado el poder decir misa a un clérigo al que no le alcanzan las luces y no sabe cantar otra misa que la de la Virgen. La Gloriosa le suelta un bravísimo sermón (Soltole fuertes dichos en un bravo sermón).
Y el clérigo ignorante, pero devoto de la gran Señora, vuelve a su misa diaria con el introito Salve Sancta Parens, la única que él se sabe. La Gloriosa se la bendice.
La Generación del 98 y los poetas del 27 volvieron sus ojos a Berceo, gran maestro de un castellano vivo, cargado de fuerza dramática, persona candorosa, mil cosas más... De mí sé deciros, que después de volver a sentarme junto a Berceo a escuchar de sus labios sus milagros más que a leerlos, me ganó para su causa de juglar de Santa María. Ya no sé llamarla de manera mejor que como él la llama, la Gloriosa.
Carlos Urdiales Recio
Maestro. Profesor de Lengua. Emérito UCJC
-Presupuestos-
SOLIDARIDAD CÓSMICA
Hacer política implica hacer estilo. El político con estilo tiene un techo de altas metas. Sin estilo, no sería político. Pertenece a una estirpe de santos y de héroes. La suya es una vocación pura, propia de ángeles. Con la que no cumplirá si entre sus presupuestos no está nítido y vigoroso el de la solidaridad cósmica.
Los pitagóricos tenían razón. El esqueleto de las cosas está compuesto de líneas geométricas. Consistimos gracias a la geometría, al orden y a la matemática.
No podemos desentendernos del Cosmos so pena de hacer desafinar con nuestro comportamiento nada menos que la música del Universo (Ne impedias musicam fue el lema de Paul Claudel).
No hay satisfacción mayor cada mañana, con la llegada del nuevo día, que la de saber que la luz que penetra por nuestros cristales ilumina la tarea exacta que nos ha sido asignada en la armonía del Universo.
En esta armonía cósmica, somos lo que heredamos, lo que pensamos y hacemos y también lo que soñamos. De todo respondemos: responsabilidad social y política. Con todo hemos de sintonizar. No somos las mónadas aisladas de Leibniz.
Todo ha de cumplir una ley de amor cósmico. Todo está unido a todo, al servicio de todo y en armonía con la totalidad del cosmos. La flor que florece en un valle inaccesible de los Andes, que nadie verá, está cumpliendo en soledad y silencio su misión de hermosear el mundo.
Donde quiera que las circunstancias nos mantengan en pie o arrinconados, hemos de ejecutar la partitura exacta que se nos tiene puesta delante de los ojos. La armonía del cosmos pende de los demás, pero, desde luego, de nosotros y de esa ejecución que hasta puede parecernos que chirría y debería tener notas más musicales en su pentagrama. Es nuestra partitura. Nos la dicta el Creador del Cosmos que nos quiere precisamente en “nuestra circunstancia” histórica, eclesial, patriótica, familiar…, esta de aquí y de ahora.
¿Cabe solidaridad más hermosa y misión más hermosa?
RAMIRO DUQUE DE AZA
Maestro. Profesor de Teoría del conocimiento
Bachillerato Internacional
SIGAMOS HABLANDO DE LA TEOLOGÍA DE LA CREACIÓN
Me decía uno de vosotros que no despacháramos el tema de la creación con un breve artículo. Opino lo mismo. Porque este tema afecta a todos los seres humanos (creyentes, no creyentes, indiferentes, ateos, panteístas, materialistas…). Porque la ciencia ha dado grandes pasos en el conocimiento del universo.
Porque la teología debe tener en cuenta los avances de las ciencias, y dentro de estas ciencias los logros en los conocimientos antropológicos.
Porque la teología debe tener en cuenta los avances de las ciencias, y dentro de estas ciencias los logros en los conocimientos antropológicos.
Según los dos relatos bíblicos del libro del Génesis, de las manos creadoras de Dios salió un mundo hecho en su total desarrollo. Los defensores de una creación “fixista” alargan la duración de la obra creadora de Dios convirtiendo los 6 días en 6.000 años, un día = mil años… No se olvide que, según los “fixistas”, el universo resultó ser, después de esos 6.000 años, el mismo universo, y físicamente el mismo ser humano que observamos en la actualidad.
La teología no tiene más remedio que tener en cuenta a las diversas ciencias que sostienen la tesis de que el universo ha evolucionado a partir de la “gran explosión” cósmica y que esa evolución está ocurriendo en nuestros días tanto a escala sideral como en nuestro planeta tierra en sus diversos reinos: mineral, vegetal y animal. Dentro del género animal, cada uno de la especie humana puede testimoniar el comienzo y la evolución de su propia vida. No nacemos hechos, sino que nos vamos haciendo a lo largo de la existencia.
Seguros de nuestra particular evolución, estamos igualmente seguros de la evolución experimentada por toda la humanidad a lo largo y ancho de su historia, desde el primer ser humano hasta el que acaba de nacer en este instante. Esta evolución filogenética de los seres humanos tiene sus exigencias para la teología de la creación:
· A la tesis del evolucionismo de la especie humana no se contrapone el creacionismo (=teología de la creación), sino el “fixismo” (=mitología de la creación)…
· Los protoparentes “Adán” y “Eva” comenzaron a vivir humanamente como “niños”; no eran seres humanos “construidos”, sino “construibles”…
· Si no podemos razonablemente situar a los “primeros humanos” en el último nivel de la evolución natural, muchísimo menos podemos considerarlos distintos a nosotros, como sujetos dotados por Dios con dones sobrenaturales (estado de gracia original) y preternaturales (sabiduría, integridad e inmortalidad)…
· En consecuencia, la teología debe revisar su manera de entender el pecado original de los protoparentes de la humanidad y sus consecuencias ontológicas para ellos y para sus descendientes (pérdida del estado de gracia original y pérdida de los dones preternaturales); y debe sobre todo presentar de otra manera, teniendo en cuenta los datos obvios de la evolución humana, los comienzos de la humanidad…
· Asimismo la teología deberá presentar la encarnación y la vida histórica del Hijo a la luz de Dios creador, y no, como suele hacerse, a la sombra del pecado original…
La teología siempre tendrá que repetir que la creación del mundo es obra única y exclusiva de Dios y que Dios nos ha creado –y nos sigue creando- no por necesidad, sino libremente, no para su gloria, sino única y exclusivamente para nuestro beneficio y felicidad. Dios nos ha creado –y nos sigue creando- gratis por puro amor.
EDUARDO MALVIDO
Maestro, catequista y teólogo
TURQUERÍAS
Desdibujados por la bruma de
la mañana, las cúpulas y minaretes de Estambul nos recordaron el cesto de
costura de la abuela, con sus agujas de punto clavadas en los ovillos de lana
Al amparo de esa bruma, algún
pícaro hostelero añade una estrella o un tenedor más a la entrada de su
establecimiento.
En la fiesta de Halloween,
los niños de Turquía asedian a los turistas: ¡turco o trato!
El Gran Bazar es un inmenso
Corte Inglés, más abigarrado pero igual de laberíntico.
Haciendo las compras en él, nos
sentimos como un mal delantero: por más que regateábamos, siempre acabábamos
perdiendo.
En el paseo en barco por el
Bósforo, tarareamos la ‘Canción del pirata’: Asia a un lado, al otro Europa… Y a falta de cañones, desde la
borda disparamos los flashes de nuestras cámaras.
Resulta chocante que incluso
en los hoteles de lujo se duerma cada noche en una cama turca.
No es broma: los musulmanes
no alojan mascotas en el interior de sus casas porque ni los perros ni los
gatos pueden descalzarse a la entrada.
Los occidentales presumidos
nos damos ‘pisto’. Los orientales presumen de ‘pistacho’.
En Capadocia, al amanecer,
las ‘chimeneas de las hadas’ se empinan y soplan a los globos.
A los ‘castillos de algodón’
de Pamukale, blancos y calientes, sólo les faltan las velas de cumpleaños.
Imaginamos a San Pablo -un
retaco capaz de escapar descolgado en un capazo- predicando en el inmenso teatro de Éfeso, y
nos dijimos: Pablo, ¡ole tus… narices!
Impresiona la danza de
rotación y traslación de los derviches. Uno acaba mareado de tanto giro, y
ellos como si nada. Cuestión de entrenamiento y concentración; no le des más
vueltas.
Las turcas tienen por lo
general ojos grandes y bonitos. Aunque para ojos grandes y de bonito (nos
referimos al pez), los que abren los turistas en la danza del vientre.
Animaos y viajad a Turquía.
Merece la pena. Eso sí: cuidado con las tarjetas de crédito, que las carga el
diablo.
A.H.
Movimiento
del Centro
I.
La Gimnasia natural austriaca
En el periodo comprendido entre 1900 y
1939 en los países centroeuropeos -Alemania y Austria, principalmente–, surgirían
tres tipos distintos de manifestaciones
gimnásticas: la rítmico-pedagógica, la técnico-pedagógica y la
artístico-pedagógica.
El
Movimiento del Centro, fue el más
diverso y, a largo plazo, el que más riqueza gimnástica presentaría.
La
manifestación rítmico-pedagógica se
encauzaría a través del movimiento rítmico
expresivo que se canalizaría con el
nombre de “Gimnasia moderna”,
antecesora de la gimnasia rítmica deportiva actual.
También surgiría
en el Movimiento del Centro, la manifestación técnico-pedagógica a través de la “Gimnasia natural austriaca” (GNA). Línea gimnástica de
tipo educativo y demostrativo.
La manifestación artístico-pedagógica
se enmarcaría en la llamada gimnasia internacional, que desembocaría en
la actual gimnasia artística, tanto masculina como femenina, y sus modalidades
afines, con presencia en todos los JJ.OO. desde su implantación en 1896.
La
Gimnasia natural austriaca
como manifestación técnico-pedagógica,
enteramente educativa y sin reglas de competición, se enmarca en
los Sistemas gimnásticos naturales. Por su
línea de trabajo, que no se ajusta a unas técnicas de aprendizaje determinadas,
la GNA adopta técnicas ya aprendidas de otras líneas gimnásticas.
Los creadores de esta modalidad
gimnástica fueron Karl Gaulhofer (1885-1941)
y Margarete Streicher (1891-1983).
Gaulhofer, austriaco, fue profesor de
gimnasia y doctor en ciencias naturales; desempeñó cargos de inspector de educación física en Austria y fue
director del Instituto para la formación de profesores.
En
su visita a los JJ.OO. de Estocolmo (1912) se sorprendió de lo avanzada que estaba
la gimnasia escolar en los países nórdicos. Estudió en estos países educación
física, junto con Margarete Streicher, donde tuvieron ambos la oportunidad de
relacionarse con los grandes personajes que influyeron en la gimnasia nórdica,
como J.G. Thulin, Elin Falk y Niels Bukh, entre otros. El intercambio fue muy
fructífero.
Desde 1932, el Dr. Gaulhofer
desarrolló su actividad en Holanda, donde ocupó el cargo de rector de la
Academia de Educación Física de Ámsterdam.
Margarete Streicher, también austriaca, poseía una vasta y diversa
cultura. Su formación abarcaba varias disciplinas. Perteneciente a una familia
de músicos, de niña tocó el piano con gran talento. Fue profesora de gimnasia
en el Instituto de Educación Física de Viena y profesora de Historia Natural. Además, fue doctora en Letras. En 1931, ocupó la cátedra principal
de gimnasia del Instituto de Viena, que había dejado vacante Gaulhofer.
La obra de Gaulhofer y Streicher, su Gimnasia natural, fue motivada como reacción a otros sistemas
gimnásticos unilaterales. Rechazaban la polarización y la exclusividad, como: la
gimnasia estereotipada, la rigidez del orden paramilitar, la educación de la
postura, la gimnasia de competición y la excesiva preocupación por lo artístico
y lo bello. En general, todo aquello que coartase la sed de los movimientos naturales del niño.
Buscaban con su Gimnasia natural conseguir varios objetivos como podían
ser: colocar al ejercicio físico en
un plano científico en el orden bio-psicológico; la consideración de que no hay partes de la educación –moral,
intelectual o física– sino una sola educación total en la que no puede
separarse lo físico de lo moral o espiritual. También buscaban que la educación física fuese una educación
total, cuyo punto de partida era el cuerpo,
así como ofrecer al niño formas naturales de movimiento en íntima
relación con el juego y la naturaleza.
Para obtener estos objetivos se inspiraron en diversas formas de
gimnasia que ya estaban implantadas, aunque dándoles un matiz de movimientos
libres y sin encorsetamiento. Estas formas gimnásticas fueron: la gimnasia pedagógica de Guts Muths, con los
ejercicios naturales y el placer por la naturaleza; la gimnasia alemana (turntkunst)
de Jahn, por su trabajo en clubes y la riqueza en habilidades gimnásticas; la
gimnasia sueca, por los ejercicios
formativos y modeladores del cuerpo; la gimnasia moderna –rítmica– por sus movimientos orgánicos, el ritmo y la
danza; también se inspiraron en el juego y el deporte, según la escuela inglesa; en el “movimiento de la
juventud” –boys scout–, por la ocupación
del ocio con ejercicios al aire libre como excursionismo, montañismo, esquí,
etc. Y también, con el método natural
de Hébert.
El objetivo final de la Gimnasia natural
austriaca era el de alcanzar el mejor desarrollo posible del ser humano de
manera integral. Sus autores consideraban que de un método de trabajo estrictamente gimnástico, se trataba
de una educación física completa que consideraba al cuerpo como punto de ataque,
y al hombre íntegro como meta; por tanto, la educación física no debía ser meta,
sino medio de educación; también, aspecto de cultura”.
Sostenían que no podía haber
cultura sin educación y no podía haber educación sin educación física. Ésta debía
ser un vehículo para la educación
integral de la personalidad del hombre.
La obra de
Gaulhofer y Streicher está considerada como de singular envergadura. Más que un
planteamiento gimnástico, fue una temática educacional. Su objetivo era el
hombre como unidad psico-física indivisible.
El sistema,
construido sobre cuatro pilares fundamentales –la compensación, la formación,
la superación y los movimientos artísticos–, indicaba un planteamiento que
escapaba a los límites de lo que entonces se entendía por gimnasia y se adaptaba
más al actual concepto de educación física.
FRANCISCO
SÁEZ
Universidad
de Vigo
UN EDÉN DE MONJAS
"Así
en la tierra como en el cielo"
pensaron las monjas
de un claustro
gallego
y a un Edén terrestre
sin pausa se dieron
triqui triqui tran
cuerpo
y alma en celo
por amor de un hombre
obseso confeso
que las entretuvo
hasta que el obispo
de Túy por derecho
las echó del catre
o sea del lecho
por indigno e infiel
lenocinio expreso.
A mí, la verdad
me
parece un cuento
del Decamerón
del Renacimiento.
FIESTA DEL PAJARERO FRUTOS
San
Frutos es fruto
de
la honestidad
de
un pueblo creyente
en
el Más Allá.
¡Oh
Frutos bendito,
¿permanecerás
pasado
el otoño
de
esta breve edad!?
Para
mí que sí.
Señor,
ten piedad.
Pajarero
fuiste.
A
volar, volar.
Nos
encontraremos
tras
ansias de paz,
allí
donde reina
¡oh!,
la Eternidad!
La ciudad castellano-leonesa de Segovia cuenta para su
veneración y protección de dos patronos, la Virgen de la Fuencisla y San Frutos
Pajarero. A finales de octubre se celebra la festividad de San Frutos Pajarero.
Y es que antiguamente era tradición salir en este día a cazar pájaros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Envíanos tus comentarios